La crisis económica que atraviesa el país, sumado a los índices de inflación cada vez más altos, también golpeó a un grupo especialmente vulnerable: las personas mayores. Con claras dificultades para conseguir trabajo y con ingresos que no alcanzan para cubrir la canasta básica, la compra de medicamentos y el costo de vida diario, muchos de ellos debieron recurrir a comedores y merendores.
“En el último tiempo también comenzamos a percibir la presencia de jubilados que cobran la mínima y que al no llegar a fin de mes, se acercan por un plato de comida”, destacó el referente de Barrios de Pie, Rodrigo Hernández.
En la misma línea, se pronunció Roberto Benzo, presidente de Cáritas Mar del Plata. Según señaló, cada vez más adultos mayores recurren al espacio para solicitar ayuda.
“Se acercan, consultan qué hacemos y se van con un plato de comida. Generalmente tienen dónde vivir, pero como muchas familias, tienen dificultades para cubrir todas las necesidades”, señaló. Y agregó: “Muchas veces se dice que Cáritas vende la ropa que se dona. Y sí, es verdad. Afortunadamente recibimos mucha ropa, y la que no se necesita se vende públicamente en ferias. ¿Pero por qué lo hacemos? porque los medicamentos no se compran con ropa y lo que muchos no piden es eso”, señaló.