Aturdidos aficionados
Apoyan a astutos
Administradores
Avalando
Aberrantes arreglos
La cocina de un fulbito
pijotero y amarrete;
han tomado a la tribuna
sin dudar para el churrete.
La consigna de los clubes
es cuidar el patrimonio;
por los medios les arriman
el regalo con un moño.
Venden cracks por dos chirolas,
compran troncos en baja;
lo importante en el balance,
que superávit haya en caja.
No se logra el objetivo
quedan siempre cabos sueltos;
dirigentes muy bandidos
se quedarán con los vueltos.
La afición idiotizada
da su apoyo sin empacho;
en la cancha paga el costo
un equipo de borrachos.
Librepensamiento
A veces me pregunto si Macarena ya ha logrado darle alegría a su cuerpo.