Está ubicada en la zona de Lapa. Cientos de turistas pasan por ahí todos los días para probar bebidas características brasileras.
En los Juegos Olímpicos, un pequeño reducto es furor entre los miles de turistas extranjeros que llegaron a Río de Janerio: la “Casa de Cachaça”.
En el lugar se pueden saborear en la calle 200 productos diferentes. Hay desde Cachaça de La Habana hasta sabores especiales como Jambu, pistacho, jengibre, jurupinga elaborado con uvas, mantequilla de maní y el famoso Gabriela con canela y melaza de caña. “Es espectacular. Probé una de cada y la verdad que son riquísimas”, contó, en perfecto español, Vito, un turista italiano amante del “catenaccio” que se lamentaba porque su selección no compitió en los Juegos Olímpicos.
El clásico bar está abierto desde 1960 y conserva la historia y la tradición de Lapa, una zona bohemia de Río de Janeiro que se caracteriza por sus artistas callejeros, bares y cientos de personas en la vía pública.