La Ciudad

La Caravana de la Primavera volvió a llenar las calles de color y esperanza

La tradicional bicicleteada pudo volver a celebrarse y contó con la presencia de más de veinte mil personas. Hubo música, juegos y alegría por el reencuentro.

La 61° Caravana de la Primavera pudo volver a celebrarse hoy con la presencia de más de veinte mil personas que con sus bicicletas decoradas a puro color recorrieron las calles de la ciudad, en una jornada donde sobró la alegría y la esperanza.

La jornada amaneció nublada y algo fresca, pero con el correr de las horas las condiciones climáticas comenzaron a mejorar. La temperatura subió y el cielo se despejó, quizás gracias al entusiasmo y las ganas que tenían los presentes de volver a pedalear, luego de un 2020 en el que el evento tuvo que suspenderse por la pandemia y tras la postergación que debió decidirse el domingo pasado, por las bajas temperaturas y la amenaza constante de lluvias.

Con todo el deseo contenido de poder volver a disfrutar de una tradición que se realiza desde hace más de medio siglo en la ciudad, miles de personas se acercaron a las 8 de la mañana a la calle Matheu, entre Salta y Jujuy, con sus bicicletas “tuneadas” con guirnaldas, carteles y banderas.

Uno de estos casos era el de Martín, quien junto a su pequeña hija Delfina, acudieron desde bien temprano a la celebración. “Es un domingo hermoso para compartir en familia, es la segunda vez que venimos y ya teníamos las bicis preparadas desde el domingo anterior. Venimos de un año muy difícil y es muy bueno que nos podamos juntar hoy”, indicó el hombre, mientras que Delfina, de manera tímida, no quiso dejar de destacar la “alegría” que le generaba poder acudir a la bicicletada con su papá.

La decoración para este día tan especial no estuvo solamente en los rodados. No fueron pocos los que también prepararon un look especial para la ocasión y con pelucas con colores estridentes, grandes galeras o maquillaje artístico engalanaron la extensa columna de ciclistas.

“Me genera mucha emoción, estuvimos encerrados mucho tiempo y estos momentos siempre tratamos de disfrutarlos en familia y ponerles la mejor onda”, manifestó por su parte Marcelo, quien se encontraba acompañado de toda su familia y lucía una peluca roja y verde.

“Desde los 8 años vengo, me traía mi mamá y hoy estoy por cumplir 40 y sigo viniendo”, agregó el hombre, dando cuenta de lo que significa la Caravana para su vida.

Una de las organizaciones que participó activamente en los preparativos de la bicicleteada fue el oratorio juvenil Pequeño Mundo y uno de sus integrantes, Felipe Grethel, destacó: “Después de dos años sin pedalear, hoy podemos sembrar alegría en la ciudad con este día hermoso”.

“Estamos muy contentos, hay que disfrutarlo, ver a la gente con tanto color es muy lindo”, agregó.

Entre las miles de personas que participaron de la caravana estuvieron el intendente Guillermo Montenegro, el secretario de gobierno municipal, Santiago Bonifatti, y el obispo de la ciudad, Gabriel Mestre, quien fue el encargado de bendecir la largada.

En este marco, Mestre valoró, en diálogo con LA CAPITAL, “la alegría de volver a reencontrarnos, cuidando el protocolo, pero pudiendo ser realmente muchos”.

“No pensé que íbamos a ser tantos, hay muchísima gente y el día nos acompaña. Estoy feliz de sembrar nuevas alegrías, como nos proponen este año los chicos”, agregó el obispo, en referencia al lema que tuvo este año la Caravana: “Guiados por María, sembremos nuevas alegrías”.

A su vez, Mestre consideró que este evento era “totalmente necesario para levantar el ánimo y generar esperanza en este tiempo de segunda fase de pandemia, porque seguimos en pandemia, pero podemos llevar adelante todas estas actividades”.

Mientras de fondo sonaba la música festiva que acompañó a toda la Caravana, el obispo indicó que el mensaje de la iglesia frente al tiempo que viene es de “total y absoluta esperanza, de total reconstrucción, de volver a empezar y meterle mucha fuerza para adelante”.

El trayecto

Cerca de las 9 la extensa columna de ciclistas partió desde Matheu en dirección a Independencia, escoltada por motos de tránsito que iban realizando los cortes para que los participantes de la caravana puedan circular tranquilamente.

La música sonaba a todo volumen y las arengas de los animadores sonaban por los altoparlantes, mientras la Caravana seguía su camino: en Independencia dobló a la derecha para dirigirse a la avenida Juan B. Justo y posteriormente se dirigió hacia la costa para luego pedalear hasta el autocamping del Faro.

A medida que la columna avanzaba se le iban agregando ciclistas que, sabiendo el recorrido, la aguardaban en distintos puntos de la ciudad para sumarse a esta experiencia.

La llegada al camping, que contaba con un servicio de buffet y donde los inscriptos a la Caravana podían canjear un “solapín” por una bebida y un helado, se dio cerca de las 11.30. Allí la gente aprovechó para descansar, comer y disfrutar de juegos en una jornada al aire libre.

En horas de la tarde los ciclistas retornaron por la costa hasta la avenida Luro, para terminar la jornada con un acto de clausura que tuvo lugar en el monumento al General San Martín.

De esta forma, miles de marplatenses pudieron volver a disfrutar de la tradicional Caravana de la Primavera, un evento que, como en años anteriores, volvió a teñir las calles de la ciudad de alegría, color y esperanza.

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