Pasaron más de 24 horas del derrumbe del edificio de 10 pisos del hotel Dubrovnik en Villa Gesell y se intensifican las labores para rescatar a las personas atrapadas bajo los escombros.
Por Fernando del Rio (enviado especial)
La tensión se siente tan espesa como el calor aquí, dentro del perímetro que la policía y los rescatistas extendieron por las calles aledañas a las ruinas del hotel Dubrovnik en Villa Gesel. Ya la madrugada de este miércoles dejó atrás las primeras 24 horas después del derrumbe del edificio de 10 pisos pero la urgencia por encontrar sobrevivientes no cesa. Nadie parece estar dispuesto a reducir esfuerzos. En los rostros de los bomberos y los operarios se advierte, impulsados por algunas señales, como aquellos sonidos cuando aún no habia amanecido que entregaban esperanzas de vida bajo los escombros.
Una gran grúa domina el escenario frente a la fachada aún intacta del hotel Calle 1 casi Buenos Aires, mientras algunas informaciones no oficiales comienzan a circular. Lo oficial sucedió más temprano, con la llegada del gobernador Axel Kicillof junto con Andrés Larroque para realizar una recorrida por la zona y observar las tareas que se llevan a cabo. Kicillof mantuvo reuniones con el ministro de seguridad bonaerense Javier Alonso y con el intendente municipal Gustavo Barrera.
En la noche del martes se confirmó que dos de los desaparecidos son de Mar del Plata y Batán y horas después un tercero entre las ruinas del hotel. “Mi hijo vino a trabajar y había otros dos chicos con él, así que no hay dudas para nosotros de que ellos eran tres”, había dicho Raúl Troiano en contacto con LA CAPITAL casi a modo de primicia.
Mariano Troiano (47) años es gasista y plomero, le dicen “El Batanense” y realizaba tareas en el hotel con “cama adentro”. En realidad había llegado desde Mar del Plata para efectuar la obra y aprovechaba para quedarse a dormir. Otro de los desaparecidos es Matías Chaspman (26), marplatense y aficionado al ciclismo. Luego surgió el nombre de otro traajador oriundo de Mar del Plata, Juan Ezequiel Matu. Ellos juntos a María Rosa Stepanic, expropietaria del hotel, Nahuel Stepanic, su sobrino, y la novia de él, Dana Desione, oriunda de Juan N. Fernández, son las siete personas con identidad confirmada que están desaparecidas.
“No tenemos ninguna novedad y nos vamos a quedar acá hasta las últimas consecuencias” agregó Raúl Troiano, a quien acompaña en Gesell su hija Karen. Los cruces del destino quisieron que la pareja de Karen sea bombero del Cuartel Monolito de Mar del Plata y esté involucrado en las tareas de rescate.
Una ciudad en suspenso
La tranquilidad natural de Villa Gesell no parece ser alterada ni siquiera por la tragedia, pero la procesión marcha por dentro. “Es una locura. Estamos muy tristes, no lo podemos creer”, comenta Claudia, al frente de unos de los kioscos de la avenida 3. Una vecina de la zona arriesga a decir que la ciudad tiene una maldición: “los veo a ustedes, los periodistas, los canales, los fotógrafos, y me acuerdo de las cosas malas que nos vienen pasando”. Dice que no paran de suceder cosas malas, como lo del “chico ese que mataron” en referencia a Fernando Baez Sosa o alguna muerte por las carreras “de moto en la arena”.
Las calles están desiertas y silenciosas. Un grupo de rescatistas con perros rastreadores se protegen del sol en la sombra de un árbol a la espera de entrar en acción.
En tanto, la investigación sigue su curso con la fiscal Verónica Zamboni a cargo de una causa que ya tiene a cinco obreros imputados del delito de estrago culposo y una pesquisa que intenta echar luz sobre habilitaciones y permisos de obra.
Fotos: Diego Egidio Romero.