El primer edificio propio que tuvo la Municipalidad fue puesto en remate dos veces por una deuda con el constructor. Lo demolieron antes de que cumpliera medio siglo para levantar el actual.
Por Gustavo Visciarelli
En 1938 demolieron la Municipalidad de Mar del Plata, que había sido levantada en 1889 en la actual esquina de Luro e Hipólito Yrigoyen. En su lugar fue levantado el actual Palacio Municipal diseñado por Alejandro Bustillo, que en esos días avanzaba con su megaproyecto de la rambla, el Casino y el hotel Provincial.
Lo curioso es que en la fachada del edificio comunal sólo aparece el nombre de su constructor, Luis Falcone, y no el del arquitecto Bustillo. Tal su enojo con el intendente Luis Camusso, que se atrevió a introducir modificaciones en el proyecto.
A fines del siglo XIX la antigua Municipalidad había sobrevivido a dos remates que fracasaron por falta de oferentes. ¿Motivo?. La comuna le quedó debiendo 30 mil pesos a su constructor, Francisco Beltrami, quien entabló una demanda que duró 19 años y estuvo poblada de entretelones desconcertantes. Finalmente la comuna satisfizo los reclamos y pudo escriturar el edificio en 1910.
Digamos a título de curiosidad que el fantasma del litigio ronda esa cuadra desde antaño. En enero de 1935 el teatro Colón, perteneciente a la Sociedad Española de Socorros Mutuos, estuvo a punto de ser rematada por deudas pendientes desde su construcción en 1924.
La vieja sede comunal no llegó a cumplir medio siglo de vida. Cayó bajo la piqueta para dar lugar a la actual, proyectada por Bustillo.
Pero volvamos ahora a la Municipalidad y al año 1938. El gobernador bonaerense, Manuel Fresco (conservador) impulsaba obras públicas monumentales que tenían correlato en la gestión de un intendente del mismo partido: José Camusso.
Ese año pavimentaron el primer tramo de la Ruta 2, demolieron la antigua rambla para construir la actual y levantaron el complejo balneario de Playa Grande dentro de un programa que dieron en llamar “Plan de Remodelación y puesta al día de Mar del Plata”.
El antiguo, coqueto y quizás disfuncional edificio de la Municipalidad ingresó en ese plan y antes de cumplir medio siglo de vida cayó a golpes de piqueta.
(*) Las fotos fueron compartidas por Ignacio Iriarte al proyecto Fotos de Familia de La Capital