Policiales

La anestesista apuntó contra el endoscopista por la muerte de Débora Pérez Volpin

Nélida Puente afirmó que Diego Bialolinkier "en ningún momento" le refirió algún inconveniente en el desarrollo del estudio.

La anestesista Nélida Puente apuntó este lunes contra en el endoscopista Diego Bialolinkier por la muerte de Débora Pérez Volpin, y sostuvo que fue ella misma quien se percató en un momento del procedimiento de que “el tórax y el abdomen” de la periodista estaban “hinchados como un tonel”.

Así lo expresó al ser indagada durante más de dos horas y media durante la primera audiencia del juicio oral y público que se desarrolla desde las 9.30 en la Sala de los Derechos Humanos, en el Palacio de Justicia, con la presencia de familiares y amigos, y que a las 13.10 pasó a un breve cuarto intermedio previo al inicio de la indagatoria al endoscopista.

En su declaración, en la que, incluso, exhibió instrumentos similares a los que había utilizado en el procedimiento, la anestesista dijo que, en un primer momento, pensó que se trataba de “una reacción alérgica”, pero que, rápidamente, cuando intentó introducirle un laringoscopio para poder “ventilarla”, se había dado cuenta de que “la laringe estaba llena de sangre”.

“Evidentemente era una hemorragia digestiva”, señaló Puente en su extensa declaración, que comenzó con una exposición y continuó luego con preguntas de la querella, la Fiscalía, su propia defensa, la defensa del endoscopista y el propio juez a cargo del debate, Javier Anzoátegui.

“En un momento del procedimiento la paciente se movió y se le cayó el brazo hacia adelante. Ahí me di cuenta de que la panza estaba dura y grande. Diego, mirá, le dije. Él estaba mirando el duodeno, me decía qué bien se veía y buscaba ver un cálculo. Entonces le insistí: Diego, aspirá, le dije. A los dos nos impresionó, creo que se asustó mucho”, dijo Puente sobre Bialolinkier.

En su relato, la anestesista señaló que todo comenzó cuando la paciente, que “estaba sedada con Propotol, se movió y se le cayó el brazo hacia adelante”.

En ese momento, al intentar volver a acomodarle el brazo, la anestesista rozó con su propio antebrazo el abdomen de la periodista y se dio cuenta de que estaba “duro”, por lo que levantó la sábana con la que estaba cubierta y vio que estaba “excesivamente hinchado”.

“En principio pensé que era una reacción alérgica e indiqué que la pusieran boca arriba, porque estaban haciendo el procedimiento de costado. Ahí me di cuenta de que tenía hinchado el lado izquierdo del labio inferior y el párpado izquierdo”, relató la anestesista.

En ese punto, dijo que intentó intubarla con un laringoscopio “para que recuperara la oxigenación”, pero no logró hacerlo y cuando sacó el laringoscopio vio que la laringe “estaba ensangrentada”.

En su declaración, la anestesista afirmó que el endoscopista “en ningún momento” le refirió algún inconveniente en el desarrollo del estudio y que todo se desencadenó a partir de que vio que la periodista tenía “su abdomen y su tórax como un tonel, excesivamente hinchados”.

En ese punto, habló de un cuadro de “edema generalizado”, es decir de una hinchazón generalizada, que opinó que se produjo a raíz de una “lesión esofágica” y afirmó: “Lo único que había entrado en la vía digestiva fue el endoscopio”.

“Fue todo un flash, rápido. Además de tener el labio y el párpado hinchados, la mandíbula crepitaba”, recordó y agregó que en ese “momento crítico y de hipermergencia” llamaron “tanto a la cardióloga como a los terapistas”.

“Era increíble el aire que tenía y la deformidad anatómica”, señaló Puente, quien consignó haber intentado “dos veces” realizar la laringoscopía infructuosamente y que, entonces, había actuado con la máscara y logrado “estabilizar la oxigenación” de la paciente, tras lo cual comenzaron las maniobras de resucitación cardiorrespiratoria por parte de la cardióloga y del propio endoscopista.

“Desde el vamos quise saber qué había pasado. Lo único que traté de hacer fue de salvarle la vida, cosa que lamentablemente no pude”, sostuvo la anestesista, quien relató además que se presentó en la comisaría la madrugada del 7 de febrero.

El juicio oral y público, que tiene su primera jornada en el inicio de la feria judicial de invierno, contará con 58 testigos que darán sus testimonios en las audiencias, que se desarrollarán todos los días hábiles a partir de las 9.30.

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