Las empresas operaron, en promedio, a un 70,8 %, de su capacidad instalada, y un 38,8 % de ellas informaron dificultades para reponer sus inventarios.
La actividad de la industria manufacturera pyme de Argentina registró en enero pasado un derrumbe del 30 % en comparación con el mismo mes del año pasado y una contracción del 9,1 % en relación con diciembre último, informaron este domingo fuentes sectoriales.
Según un informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en enero las empresas operaron, en promedio, a un 70,8 %, de su capacidad instalada, y un 38,8 % de ellas informaron dificultades para reponer sus inventarios.
“Es el segundo mes consecutivo que la actividad fabril se retrae confirmando una tendencia preocupante”, dijo la entidad en un informe.
Según la CAME, el sector industrial “está sintiendo fuerte el deterioro en el poder adquisitivo de la gente y la pérdida de competitividad en los mercados mundiales, que afecta a las empresas de perfil exportador”.
En medio del severo ajuste que vive Argentina, la entidad empresarial advirtió que las industrias pyme “se preparan para un panorama complejo” en los próximos meses.
De acuerdo con el informe, la rentabilidad industrial está siendo amenazada por diversos factores, como la baja en el consumo, producto del debilitado poder adquisitivo, sumado a la persistente inflación (254 % interanual en enero) y el inminente aumento de tarifas de servicios públicos como la electricidad, lo que genera “un clima de zozobra y riesgo para la actividad industrial”.
EFE.