El economista Bernardo Kliksberg afirmó que “las mujeres y las nuevas generaciones de jóvenes” se configuran como los nuevos agentes de cambio en miras a un futuro escenario pospandemia de “justicia social y economías verdes”, en que la reducción de la desigualdad es la política necesaria.
“Se necesitan grandes alianzas entre políticas públicas con rostro humano, responsabilidad social empresarial, y sociedades civiles participativas”, indicó Kliksberg, en diálogo con Télam, frente a un eventual contexto pospandemia.
En esa línea, sostuvo que confía “especialmente en el rol de nuevos agentes de cambio como las mujeres que están quebrando discriminaciones y cuyo potencial para mejorar el mundo es inmenso”.
Al respecto subrayó que “cinco de los diez países más exitosos en la lucha contra la pandemia son liderados por mujeres”, y agregó a “las nuevas generaciones de jóvenes, que en las consultas de opinión piden masivamente un futuro pospandemia de justicia social y economías verdes”.
Kliksber dialogó con Télam en el marco de la tercera cohorte del Diploma Superior en Desigualdades y Políticas Públicas de Flacso Argentina, coordinada por Roxana Mazzola, directora de Transparencia del Ministerio de Obras Púbicas.
El doctor en Ciencias Económicas y asesor de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se refirió a la problemática de la desigualdad en América Latina y a nivel global, amplificada en contexto de pandemia sanitaria, y dijo que en el mundo “hay una explosión de desigualdad”.
“Actualmente 28 millones personas en el mundo tienen más que los 3.800 millones de menores recursos juntos”, sentenció.
Y explicó que “el 70% de la población vive en países donde la desigualdad viene creciendo, y es la principal generadora de pobreza, lo que incide en que el 50% de la población mundial sea pobre, gana menos de US$ 5,5 diarios, 835 millones tengan hambre, 1.000 millones no tengan agua potable, y más de 2.000 millones carezcan de instalaciones sanitarias adecuadas”.
Al respecto, adjudicó al severo aumento en la desigualdad social que “a los factores estructurales que empujan la desigualdad, como monopolios, especulación financiera, baja del valor real de los salarios, elusión fiscal, debilitamiento de sindicatos, subinversión en educación, salud, protección social, se han sumado la pandemia y el cambio climático”.
Además, Kliksberg desarrolló que “las tasas de infecciones y muertes son mucho más elevadas en las poblaciones pobres y más vulnerables”, y aseguró que “lo mismo sucede con los desequilibrios climáticos y el calentamiento global causados por las emisiones sucias en que los más afectados son los pequeños campesinos, los marginados urbanos, e indígenas, entre otros”.
“América Latina es una paradoja: es una de las regiones más ricas del globo en recursos naturales, como agua limpia, minerales estratégicos, potencial agrícola, y sin embargo casi el 40% de su población es pobre”, sostuvo el economista.
Esto, comentó, se explica por el hecho de que la región “tiene la mayor desigualdad comparada: en Brasil, el país más poderoso económicamente, seis personas tienen hoy más que 100 millones, y el 5% más rico tiene más que el 95%”.
También opinó sobre las políticas que los países están llevando adelante para incidir en la reducción de la desigualdad, y dijo que “los países más igualitarios del mundo son los nórdicos, Noruega, Suecia, Dinamarca, Finlandia, e Islandia, con 0,25 de coeficiente Gini”, y destacó que “esto lo consiguieron con un gran pacto social, centrado en la igualdad”.
“Hay educación y salud universales y gratuitas, amplia protección social, apoyo a diversas formas de economía social, y las pymes, pero además, la fiscalidad es muy alta, y progresiva, y se invierte en las políticas anteriores, ciencia y tecnología, y servicios públicos de alta calidad; casi no existe la pobreza, y son los primeros en todas las tablas universales: desarrollo humano, movilidad social, ínfima mortalidad maternal e infantil, igualdad de género, transparencia”, remarcó.
El economista aseguró que los países exitosos han perseguido “la reducción de la desigualdad como estrategia virtuosa de base”.
“Hay que prestar también atención al paquete social que logró hacer aprobar la gestión (del presidente Joe) Biden en Estados Unidos”, en que “se proyecta que podría bajar la pobreza en un tercio y la infantil en un 50%, a través de diversos programas sociales innovativos”, concluyó Kliksberg.