Este año dio a conocer varias canciones de la mano del sello al que llegó luego de una larga etapa independiente. “Dior” es la última producción realizada junto a su colega Kid Sammu.
Ignacio De La Cruz está pasando por un 2020 intenso. En lo que va del año presentó 5 videos y en estos días sigue trabajando en “algo muy grosso”, que va a lanzar próximamente.
Como varios de sus colegas del Trap, este joven de La Plata -conocido como Kifykify- dio sus primeros pasos en el Freestyle, participando de competencias en su ciudad natal, hasta que a los 17 años, comenzó a enfocarse en su propia música.
En los últimos meses tuvo gran repercusión con temas como “Hola”, “Legal”, “Ice Kush” y “Hood”. La última “Dior”, con su colega Kid Sammu, en poco más de un mes, es éxito de reproducciones.
Sus videos, sobre todo los producidos antes de la cuarentena, muestran beats alegres, movidos. Dior, un poco más oscuro, se vale de imágenes de opulencia que, en combinación con los ritmos del trap, generan un conjunto fuera de tiempo, pero se vale de los clásicos simbolismos y términos más utilizados en la escena urbana.
Práctica, innovación, atención a los detalles. Para Ignacio, el trabajo y la dedicación son fundamentales. En este tiempo de aislamiento -compartió- aprovechó para profundizar lecturas, practicar fraseos, investigar las cuestiones técnicas, todos elementos necesarios para poder dar forma a los temas.
“Cuando conocí el freestyle y el rap supe que eran lo mío, que iba por ahí” sostuvo el joven artista a LA CAPITAL.
– ¿Cómo fueron tus primeros contactos con la música y con el freestyle?
– Fueron desde chico por mi viejo, ya a los 5 años fui aprender piano, dure muy poco pero siempre tuve ese incentivo y a los 10 años empecé a tocar la guitarra. A los 13 descubrí el freestyle y empecé a intentar rapear, de los 14 a los 16 iba a competencias de acá en La Plata y a los 17 empecé a enfocarme en mi música, trabajé con algunos productores hasta que conocí a Laucha Preciado uno de mis productores actuales y luego conocimos a Omar Varela.
– ¿Qué diferencias observas con el trabajo en estudio, con varios productores?
– A diferencia de mis inicios veo un cambio enorme, antes hacía todo yo solo, el beat, buscaba la manera de aprender, no tenía contactos de amigos que lo hagan, no tenía alguien que me de una opinión y hoy en dia con todo el equipo de Mueva Records laburamos desde el inicio de la creación de un tema, componemos todos juntos, es todo muy profesional.
– ¿Pensabas en aquellos momentos que te ibas a dedicar profesionalmente a la música?
– Cuando descubrí el freestyle dije esto es lo mio, fue cuando empecé a dejar de tocar la guitarra y no encontraba mi género, ese género que me haga escuchar algo todo el día y a través del freestyle al toque, conocí a varias bandas de rap y sabía que era lo mío, que era lo que quería hacer.
– Desde los comienzos hasta ahora ¿fueron mutando las temáticas que abordás en las letras, los enfoques?
– Las temáticas de las letras fueron cambiando según lo contemporáneo o la etapa que esté viviendo, va por ahí, soy muy de la experiencia, del momento. Cuestiones sociales o críticas siempre las meto en mis letras pero sin ser la totalidad de la canción.
– Los últimos temas que lanzaste fueron en colaboración con Kidd Samu ¿Qué te gusta del trabajo con otros artistas?
– Lo que me gusta de trabajar con otros artistas es que se mezclan dos mundos que sí combinan potencian a un mundo increíble, como me pasa con Samu, es otro dinamismo a la hora de escribir la canción y buscar melodías.
– ¿Cómo fue la cocina de “Dior”, desde la idea a la concreción del video?
– Fue una idea del estudio, estaba con Samu y Omar y la idea surgió ahí, la idea se dio muy rápido, en cuatro o tres horas salió el tema, luego vimos detalles y grabamos, pero todo lo sentimos. Desde que empezamos a hacer el beat, ya sabíamos cómo iba a ser el video, cómo iba a ser todo.
– ¿Tenés nuevos lanzamientos en vista? ¿Proyectos que se puedan adelantar?
Si, pero todavía no puedo adelantar nada, se viene algo muy groso pero ya quiero ver la reacción cuando lo larguemos.