Hará temporada con "Devolveme mi cuerpo". La compañía de Omar Capacci y Sandra Harford estrenará el 2 de enero en el Teatro Victoria. "Es una obra con ritmo, para no parar de reirse" definió el cómico.
“Devolveme mi cuerpo” es la propuesta con la que la compañía rosarina Kiene Soneto vuelve a Mar del Plata.
Se trata de una comedia de enredos, escrita por Omar Capacci y dirigida por Sandra Harford, los responsables del grupo humorístico que este año cumple 30 temporadas ininterrumpidas con espectáculos de humor.
En esta oportunidad, junto a Peton Producciones, la obra debutará el 2 de enero en el Teatro Victoria, donde realizará funciones de jueves a domingos a las 21.30.
El grupo apuesta a una obra de humor clásico, que nada tiene que ver con la coyuntura política, social o sanitaria del país, con el objetivo de mantener a los espectadores entretenidos y riéndose de principio a fin en el marco de esta actualidad tan inestable.
“Tenemos muchas ganas de volver a hacer teatro en Mar del Plata, nos la jugamos. Esperamos, aunque la realidad es tan inicierta, poder hacer enero y febrero”, confió el artista a LA CAPITAL.
“Es una comedia fuerte, con ritmo, que no afloja nunca. La escribí yo, es divertida me equivoqué y salió bien (risas)” contó desde Rosario, mientras se prepara para instalarse, como todos los veranos, en nuestra ciudad.
La puesta cuenta con actuaciones de Capacci y Harford y un elenco que se completa con Gabriela Coronel, Marcela Consorti, Victoria Brigante y Christian Valci.
“La obra trata de matrimonio que discute todo el tiempo, se pelean, no se ponen de acuerdo. Un día va una pareja amiga, siguen así y en un momento piden la naturaleza, cambiarse de cuerpo para ver si logran entender al otro. Y se les cumple el deseo. Ahí empiezan los verdaderos enredos, con la mucama, los amantes cruzados y una psicóloga” definió.
Vale señalar que los Kiene Soneto desembarcaron por primera vez en Mar del Plata el El 28 de diciembre de 1991, en la función de la 1 de la mañana del Teatro Brisas (La botonera) en Rivadavia entre Independencia y Catamarca, que ya no existe. “No se como hacíamos para meter gente a esa hora, eran otras épocas, íbamos después de la función de cine. Pero nos fue bien y desde entonces volvimos todos los veranos” recordó Capacci.