El mandatario bonaerense diferenció la emergencia sanitaria en la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires. "Es muy distinta la situación", indicó y remarcó: "nos agarra una epidemia en un momento donde veníamos trabajando para recuperar lo que se había perdido en la economía y también en la infraestructura educativa y hospitalaria".
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, sostuvo que ante la pandemia de coronavirus “se ganó un tiempo precioso con la decisión temprana y oportuna del aislamiento”, que hoy es aprovechada para ampliar la capacidad hospitalaria de la provincia, y marcó diferencias entre la realidad bonaerense y la porteña.
“Lo que creo es que se ganó un tiempo precioso con la decisión temprana y oportuna del aislamiento, que tiene que haber detenido el ritmo de la epidemia, y esto nos permite estar hoy ampliando la capacidad hospitalaria en la provincia, que es la más populosa y más densamente poblada”, indicó el gobernador.
En una entrevista publicada este domingo en Infobae, el mandatario bonaerense agregó que “es muy distinta a la situación en la Ciudad de Buenos Aires”, donde “se preparan para atender en el sistema público a 1 millón de personas porque el resto tiene seguro de salud”.
“En el caso de la Provincia, solo en el gran Buenos Aires son 7 millones”, contrastó y aseveró que en ese distrito “estaba muy abandonado el sistema de salud” y ahora están trabajando en “remontarlo y en generar capacidades nuevas rápidamente”.
En esa línea remarcó que “se abrirá el Sanatorio Antártida con 330 camas de alta complejidad, que es más o menos toda la capacidad que tenía la provincia”.
Kicillof opinó que a nivel general “la sociedad está al tanto de la gravedad del problema”, pero afirmó que “una cosa es el aislamiento en sectores medios y otra en sectores de bajos recursos” y lo mismo ocurre con las consecuencias económicas.
“Nos agarra una epidemia en un momento donde veníamos trabajando para recuperar lo que se había perdido en la economía y también en la infraestructura educativa y hospitalaria”, subrayó.
Al recorrer la situación que se vive en los países más ricos, el gobernador afirmó que “nadie estaba preparado para una epidemia tan fuerte y tan general”. “Además, el hecho de que sea en todo el planeta hace que algunos insumos falten a nivel mundial”, añadió.
Consultado sobre si hay posibilidades de que el virus llegue a las grandes barriadas populares, respondió: “Por lo que está mostrando la experiencia internacional es muy difícil evitar el contagio. Lo que se puede hacer es tratar de manejar el ritmo para que no se desborde la capacidad de atención”.
“Nosotros estamos tratando de solucionar el problema de la enfermedad evitando los contagios, y al mismo tiempo tratando con todos los recursos posibles de atender las necesidades que van surgiendo vinculadas a las situaciones de alimentación”, sostuvo y resaltó que el reparto de alimentos “está funcionando bien”.
“En el conurbano sobre todo hay mucha práctica y un despliegue tanto de los municipios como de instituciones como la Iglesia o los clubes de barrio, y las organizaciones populares”, indicó. El gobernador bonaerense agregó que se ha “reforzado muchísimo la alimentación en los comedores”.
Sobre la posibilidad de llevar a la práctica el aislamiento en los barrios y no en las casas en los sectores más humildes, como propusieron sectores de la Iglesia, sostuvo que “cada medida que se toma hay que adaptarla al contexto”. “Obviamente, si pudiéramos lograr una aislamiento completo convendría, pero no es posible en todos lados y hay que tenerlo en cuenta. Ahí se necesita más Estado”, asumió.