Carlos Flores (70) será juzgado por el Tribunal Oral N° 4 por "homicidio", ya que la fiscal Andrea Gómez entendió que el 4 de junio de 2019 utilizó una camioneta como un arma para matar a Ramiro Agüero (16) y lesionar de gravedad a Francisco Robles (24), a quien le tuvieron que amputar una pierna.
Desde este martes, el Tribunal Oral N° 4 comenzará a juzgar a un hombre que está acusado de haber utilizado una camioneta “como un arma” el 4 de junio de 2019 para atropellar y matar a Ramiro Agüero (16) y lesionar gravemente a Francisco Robles (24), a quien le tuvieron que amputar una pierna.
La fiscal a cargo de la causa, Andrea Gómez, imputó a Carlos Flores (70) por “homicidio” y “tentativa de homicidio”, ya que en la investigación consideró que quedó demostrado que el hombre atropelló intencionalmente a los jóvenes que circulaban en una moto y luego escapó del lugar.
El hecho que se le atribuye a Flores ocurrió el 4 de junio del año pasado, cerca de las 13.20, cuando la moto Honda CB 250 conducida por Francisco Robles (24) y en la que iba Agüero como acompañante fue embestida por una camioneta Toyota Hilux, conducida por el imputado, en la intersección de Portugal y Alberti.
Flores conducía por Portugal, mientras que las víctimas iban por Alberti. Según testigos, cuando el conductor de la camioneta vio a la moto aceleró y fue directamente a su encuentro, la chocó y arrastró al vehículo y sus ocupantes hasta el paredón del Club de Empleados de Comercio de la esquina de Portugal y Alberti. Luego, abrió la puerta y se dio a la fuga.
Agüero terminó debajo de la camioneta y murió prácticamente en el acto, mientras que Robles quedó enganchado, de su pierna derecha, en la rueda del Toyota Hilux y tuvo que ser trasladado al Hospital Interzonal, donde le amputaron la pierna.
Para la fiscal Andrea Gómez, durante la investigación quedó demostrado que la conducta de Flores “traspasó sobradamente el umbral de imprudencia para alistarse en el dolo”.
“Si bien es cierto que la conducción de automóviles genera riesgos para la vida ajena, desde un punto de vista social no se le considera especialmente apta para tal producción, siempre que objetivamente se desarrolle dentro de cauces normales. Sin embargo, cuando una persona conduce de un modo tan poco habitual y orientado a la creación de un riesgo evidente, pasa a convertirse en un comportamiento especialmente apto para provocar un resultado lesivo, como el que ha ocurrido en el presente suceso”, explicó la fiscal Gómez al pedir a la Justicia de Garantías que Flores llegue a juicio imputado por “homicidio”.
La fiscal Gómez, al ser consultada por LA CAPITAL, explicó que Flores utilizó la camioneta “como un arma” ya que, por las pericias, quedó demostrado que Flores aceleró el vehículo hasta los 54,86 kilómetros por hora sin intentar esquivar a las víctimas y sin frenar mientras las arrastraba hasta incrustarse contra el paredón del Club de Empleados de Comercio.
Por eso es que la fiscal concluyó en pedir la elevación a juicio a la Justicia de Garantías para Flores por el delito de “homicidio en concurso ideal con homicidio en grado de tentativa”, que contempla una pena en expectativa de 25 años de prisión.
El fiscal Pablo Cistoldi, titular de la Fiscalía de Delitos Culposos, estuvo cuatro meses al frente de la causa por considerarla, en un principio, como un siniestro vial sin intencionalidad homicida.
Sin embargo, al entender que los hechos excedían a un “accidente” le entregó la causa a Andrea Gómez, quien en los primeros días a cargo de las actuaciones recalificó el hecho como “homicidio” y ordenó detener a Flores.
Cuando fueron a buscar a Flores para detenerlo, el hombre ya se encontraba bajo arresto en la Unidad Penal 44 de Batán, acusado de haber participado de unos violentos robos en viviendas en una investigación que manejaba el fiscal Mariano Moyano.
La fiscal Andrea Gómez es la segunda vez que se encuentra con la familia Agüero y una investigación por asesinato. El 13 de febrero de 2013 el padre de Ramiro Agüero, Marcelo (41) fue asesinado luego de protagonizar un choque en Alberti y 188, a unas 10 cuadras de donde el joven moriría tras ser atropellado seis años después.
Marcelo Agüero trabajaba como remisero sin tener licencia. Ese 13 de febrero, tras un viaje, chocó a un adolescente que circulaba en moto, lo que despertó el enojo de un grupo de personas que lo obligaron a salir del auto y lo golpearon. Luego, un hombre se acercó por detrás con un cuchillo en la mano y lo degolló. Antes de huir, los agresores le prendieron fuego el vehículo, un Peugeot 505.
El asesinato del padre de Ramiro Agüero fue investigado por la fiscal Andrea Gómez, que en una causa compleja logró que el principal sospechoso fuera condenado.