No elude hablar del cáncer de mama que reapareció en su cuerpo. Y, además, adelanta cómo será el show virtual que, este sábado, dará con su banda en su primer live.
“Me operé el 26 de junio y estoy bien, no tengo que hacer quimioterapia, solo un tratamiento con pastillas y además estoy haciendo terapia dos veces por semana”. Sin esquivar el tema, una animada Julia Zenko cuenta a LA CAPITAL cómo vive su segunda operación por un cáncer de mama que, después de casi cinco años, volvió a aparecer en su cuerpo. Mientras cursa sola en su casa el aislamiento por la pandemia, acompañada únicamente por sus gatas, la cantante reconoce que el streaming que realizará este sábado fue “una inyección de vitalidad para tener la cabeza ocupada en la música”.
Desde las 21 de este sábado, en un recital que será pago, Zenko actuará junto a su banda desde un estudio ubicado en la ciudad de Buenos Aires. “Pienso que es algo parecido a un programa de televisión, porque uno tiene que trabajar para las cámaras e imaginarse que detrás de esa cámara está el público“, explica. Recorrerá en este show las canciones de su último disco, “Vuelvo a ser luz”, que gira en torno al amor y está nominado en dos categorías para los Premios Gardel.
“Todas las canciones hablan de amor, tenía muchas ganas de hacer un disco que hablara de amor. Lo grabamos a mediados del año pasado y teníamos pensado presentarlo el 26 de junio, el día que me operé, qué cosa, lo que es la vida. Lo íbamos a presentar acá en Buenos Aires y teníamos organizada una gira por todo el país. Eso se tuvo que postergar, no quiero decir suspender, postergar”, cuenta, en relación a la pandemia de Covid-19 que dejó en el aire shows y giras de todo el colectivo artístico.
Cuenta que estará conectada con el público mediante pantallas, recibirá mensajes de su público y podrá interactuar con él. “Va a ser un nuevo desafío y ya estoy tan acostumbrada a los desafíos y a la adrenalina del momento”, reconoce la intérprete (las entradas se obtienen en tickethoy).
-Sos muy valiente al contar tu operación y tu recuperación. Al revés del ocultamiento.
-Yo empecé a hacer notas y no contaba a nadie lo que me había sucedido. Empecé con dolores de cabeza y con toda la locura por la pandemia. Y en una de las sesiones de terapia llegamos a la conclusión de que había algo que yo no estaba contando, que estaba ocultando y que tenía que ver con mi salud y mi operación. Por consejo de mi terapeuta empecé a contarlo, a hablarlo, a sacarlo y se me fueron los dolores de cabeza. Empecé a contarlo desde el tema de la prevención, porque es la segunda vez que me opero. Hace casi cinco años me habían detectado el cáncer en la misma mama, hice los tratamientos y ahora volvió, los médicos dicen que es un tema biológico. Empecé a sacarlo para afuera, porque todo lo que uno no habla se transforma en enfermedad. Hablaba de la prevención pero dejaba afuera a las personas que estaban atravesando este problema. Recibí mensajes que decían que también hablara de las personas que están atravesando esta enfermedad y que nadie es culpable de que te venga un cancer.
-Es mucho: además de la enfermedad soportar la culpa…
-Sí, sí, es demasiado. Yo también cuento que en la sala de operaciones entré con mucho frío, una mezcla de miedo y frío de verdad porque los quirófanos son muy fríos. Y una enfermera o instrumentadora, no se el rol que ocupaba, me puso un aire calentito entre los pies, le agradeci, le dije ‘uy gracias’. Y así acostada sintiendo que se me estaba yendo el frío mirando al techo y a la luz, en el quirófano empecé a cantar Gracias a la vida. Me puse a cantar y se hizo un silencio. El médico me decía que eso sirvió mucho para mi estado anímico frente a la operación, tan difícil en este momento. Dijo que esa actitud no se compra en ningún lado. Mi actitud profunda ante a la operación: entré con tranquilidad y entré cantando y eso hizo que la operación se haga con total éxito. Ayudó.
-La música, en general, ayuda a sanar.
-Sí, es mi trabajo, es mi laburo de hace muchos años pero la verdad es que la música es una forma de calmar la mente, de sentirse bien y es tan necesaria. Lamentablemente en este momento de pandemia el streaming es lo único que tenemos los actores, los músicos para comunicarnos y darles a nuestra gente ese momento de felicidad, de placer y de sanación que tiene la música. Y el arte en general.