El Tribunal Oral Federal de Mar del Plata comenzó a juzgar al pastor evangelista y a su esposa, quienes no estarán presentes en los testimonios de las víctimas. Además, se le permitió a la defensa presentar nueva prueba.
Pasaron siete años desde que la Justicia comenzara a investigar al pastor evangelista Isaías Nelson Hurtado, hasta el inicio este viernes del debate en su contra por acusaciones de trata de personas con fines de explotación laboral, abuso sexual y amenazas.
La esposa de Hurtado, Patricia Soledad Padilla Coronado, también llega imputada al juicio, pero solo por los casos de trata de persona, por ser considerada por el Ministerio Público Fiscal como partícipe necesaria en la captación y la explotación de los fieles que llegaban al templo Monte Sion que lideraba su marido, en busca de la palabra de Dios y terminaban escuchando la pérfida lengua de quien se auto proclamaba apóstol y utilizaba la religión para su beneficio personal.
El inicio del juicio se desarrolló sin contratiempos. Ninguna víctima estuvo presentes y no hubo ni escraches o reclamos contra Hurtado de ningún tipo.
Por el lado del pastor y su esposa, estuvieron presentes algunos familiares, que estuvieron en la sala y tuvieron que escuchar uno a uno los múltiples delitos por los que se acusa a la pareja, incluso los casos de supuestas violación cometidas por Hurtado.
En esta primera audiencia del debate oral y público, a cargo de los jueces del Tribunal Oral Federal de Mar del Plata: Roberto Falcone, Mario Portela y Alfredo Ruiz Paz, el fiscal general Juan Manuel Pettigiani expuso el caso y detalló cada una de las imputaciones contra los acusados.
Por su parte, la querella a cargo de la abogada Natalia Castro, adhirió a lo planteado por Pettigiani y agregó que también buscarán que se repare el daño económico que sufrieron las víctimas.
La defensa, en el caso de Hurtado representado por el defensor oficial Manuel Balliau y el abogado José Galán, mientras que Padilla cuenta con la defensora Marcela Benavídez, no se opuso a nada de lo expuesto por los acusadores y buscarán rebatir las pruebas durante el juicio.
Las víctimas no quieren cruzarse con el pastor
En esta primera audiencia del juicio, las partes plantearon cuestiones preliminares extraordinarias para fijar, de “buena fe” -extraña construcción elegida, cuando justamente la “fe” de las personas fue violentada-, el rumbo del debate.
Hubo un punto en común: ni Hurtado ni Padilla quieren reencontrarse con sus “exseguidores”, ni las víctimas quieren tener contacto alguno con el pastor ni su esposa.
La defensa planteó la posibilidad de que Hurtado no presenciara el resto de las audiencia y que las siguiere por video conferencia desde la cárcel de Ezeiza, ya que en la Unidad Penal 44 de Batán, donde recientemente fue trasladado, se encuentra en condiciones “inhumanas”.
Padilla, esposa del pastor Hurtado.
Por su parte, la defensora de Padilla, planteó que la mujer no quería someterse a escuchar acusaciones en su contra -y de su esposa- que la podrían afectar tanto psicológica como moralmente.
El fiscal Pettigiani vio con buenas ojos estos planteos y solicitó lo mismo, por protección a las víctimas, sobre todo después de que algunas fueran amenazadas de muerte por Hurtado desde la cárcel.
Ante esta coincidencia, los jueces Portela, Ruiz Paz y Falcone aceptaron que los imputados no estuvieran presentes en las audiencias que las víctimas tuvieran que declarar y aseguraron que los testimonios se darán en un marco de total libertad y resguardo.
El pastor permanecerá en Batán
Los jueces del Tribunal Federal no aceptaron que Hurtado volviera al Penal Federal de Ezeiza y deberá permanecer en la Unidad Penal 44 de Batán para estar a disposición por cualquier urgencia que surja en el juicio.
Si bien el defensor denunció que Hurtado en la cárcel de Batán está en una situación “indigna” -sin colchón propio, con una mala alimentación y sin control médico-, la opción de su traslado fue denegada por el Tribunal.
El defensor Balliau, el pastor Hurtado y su abogado José Galán.
Nuevas pruebas y declaración de Hurtado
El Tribunal permitió que la defensa de Hurtada presentara nuevas pruebas para el juicio, por lo que los abogados deberán ser los encargados de acercar al debate a cinco testigos que propusieron y a la entrega de documentos e informes que no fueron ofrecidos oportunamente durante la instrucción.
Además, el defensor Balliau solicitó al Tribunal que se le permitiera a Hurtado prestar declaración al final del debate, y no al principio, y que no se tuvieran en cuenta las declaraciones realizadas durante el proceso.
El defensor argumentó que recién se hizo cargo del caso hace una semana y que necesita de tiempo para poder preparar mejor la estrategia.
Los jueces decidieron no incorporar la declaración de Hurtado en la instrucción y darle la oportunidad al pastor de declarar prescindiendo de la influencia de la declaración sumarial.