El fiscal Leandro Arévalo, en su alegato, pidió que el joven fuera condenado a 9 años y 6 meses de prisión por haberle disparado a un adolescente en el barrio Libertad. La defensa no discutió su autoría, pero sostuvo que fue un accidente y pidió que se lo condenara por "lesiones graves".
El fiscal Leandro Arévalo en su alegato solicitó que Ariel Agustín “Cabeza” Ordoñez (20) fuera condenado a 9 años y 6 meses de prisión por haber intentado asesinar de un disparo a un adolescente de 16 años en septiembre de 2018 en el barrio Libertad.
Frente a los jueces del Tribunal Oral N°3 -Mariana Irianni, Fabián Riquert y Juan Manuel Sueyro-, el fiscal Arévalo explicó que, a su entender, durante el debate quedó probado que Ordoñez le disparó a un adolescente de 16 años, sin mediar palabra y sin discutir, con intención de matarlo, lo que no pudo lograr por “razones ajenas a su voluntad”.
Para Arévalo, “el dolo” quedó zanjado, probado y repasó cómo se dieron los acontecimientos.
El 19 de septiembre de 2018, por la tarde, Ordoñez había tenido un enfrentamiento con otro joven del barrio Libertad que era su “enemigo” o “némesis“. Alguien con quien tenía una relación irreconciliable.
Ese primer encuentro no pasó a mayores. Ordoñez se fue y pasó gran parte de la tarde tomando vino. Luego agarró un arma de fuego, la ocultó entre sus ropas y volvió a salir a calle.
Para el fiscal, lo que sigue fue parte de un plan para que Ordoñez matara a su enemigo del barrio Libertad. En horas de la noche, el joven se quedó en inmediaciones de French al 9400 y esperó. “Su objetivo era darle caza a su enemigo”, explicó Arévalo durante su alegato.
El fiscal Arévalo explicó que, cerca de las 22, Ordoñez, en esa cuadra de French al 9400, se encontró con un joven, se acercó y le disparó sin mediar palabras “convencido que se trataba de su enemigo“.
Sin embargo la víctima era otra persona, era un adolescente de 16 años que minutos antes se había peleado con la madre y volvía a su casa después de haber comprado unas “bolsitas” de cocaína al dealer de la zona.
Luego de dispararle a la persona equivocada, Ordoñez se fue y lo dejó tirado en el suelo, desangrándose.
La víctima fue trasladada de urgencia por su familia hasta el Hospital Interzonal. En el trayecto, el adolescente explicó que “el Cabeza” le había disparado, que lo había “confundido”.
“La víctima sufrió tres meses, internado en el Hospital Interzonal. Se tuvo que mudar del barrio Libertad por miedo y después de haber declarado en el juicio desaparació, su familia hace días que no sabe de él y su madre está muy preocupada”, explicó el fiscal Arévalo, quien aseguró que la víctima hasta “fue tentada para cambiar su declaración, por familiares de Ordoñez”.
“No existió discusión. Claramente Ordoñez intentó matarlo“, expresó Arévalo finalmente, quien consideró que el “haberse equivocado” de persona no quita “dolo” a la intención homicida del imputado.
Para el fiscal no existen eximentes a la ora de entender la pena y, como atenuante destacó que Ordoñez no tenía antecedentes penales, aunque sí remarcó que estaba vinculado al delito.
Como agravantes, Arévalo destacó el “mal concepto” que Ordoñez tenía en el barrio -tenía un enemigo declarado-, su “ostentación de rol delincuencial” y la portación de armas. La extensión del daño causado a la víctima, no solo por los informes médicos, sino por todo lo que conllevó esta situación, como el hecho de que tuvo que dejar el barrio por miedo. Además consideró a la nocturnidad como un agravante, ya que según entendió, ese contexto oscuro le sirvió a Ordoñez para “procurar la impunidad”.
Finalmente, el fiscal también consideró como agravante el hecho de que Ordoñez abandonó a la víctima, que “sabía que estaba herido de gravedad”.
De esta manera, el fiscal Arévalo sostuvo la acusación por “tentativa de homicidio agravada por el uso de arma de fuego” y, al tratarse de un delito que prevé una pena que va de 5 años y 4 meses a 22 años, solicitó a los jueces del Tribunal Oral N° 3 que condenaran a Ordoñez a 9 años y 6 meses de prisión.
Por otra parte, el fiscal también solicitó que se imputara a la pareja de Ordoñez por “falso testimonio“, que, si bien no tiene que declarar en contra de su pareja, tampoco “debe faltar a la verdad” cosa que, según Arévalo, ocurrió durante el debate.
La defensa y el accidente de la bala en la recámara
La abogada defensora de Ordoñez cuestionó los planteos del fiscal Arévalo, como así también la investigación y la recolección de pruebas.
En su exposición, la defensora aseguró que se trató de “un desafortunado accidente”, en el que “claramente hay ausencia de dolo homicida“.
La abogada recordó a los jueces que Ordoñez, en su declaración explicó que llevaba una pistola calibre 22 sin el cargador puesto y que por eso “no se explica cómo se disparó”. El joven, dijo, que llevaba el arma para amedrentar a las personas con las que estaba peleado.
“No existió más de un disparo. No hubo un remate a la víctima. No hubo conflicto ni discusión previa”, explicó la abogada y agregó: “Además había un vínculo de amistad”.
“¿Por qué querría Ordóñez, acompañado de su mujer embaraza y una menor, matar a la víctima?“, cuestionó la defensora.
La versión de los hechos que da la defensora de Ordoñez es que el imputado, alcoholizado, se encontró con la víctima y le enseño el arma que llevaba. “Es una cuestión de barrio, me quería hacer ver“, dijo en su momento Ordoñez.
En esa circunstancia, según esta versión de los hechos, a Ordoñez se le escapó un tiro que la pistola llevaba en la recámara e hirió de gravedad a la víctima, que era un amigo suyo de barrio. Luego huyó del lugar.
“Ordoñez no tiene antecedentes, nunca tuvo un solo conflicto con la ley”, dijo la defensora y agregó: “Él no tuvo intención, fue un accidente. Pensó que la pistola estaba descargada”.
De todas maneras, para la abogada Ordoñez sí violó el deber de cuidado, ya que no chequeó si el arma tenía proyectiles y, de todas maneras, no debería haber apuntado a una persona.
Como atenuantes, la defensora enumeró la carencia de antecedentes del imputado, su corta edad al momento de cometer el hecho, el buen concepto del informe socioambiental y el estado de intoxicación.
Con esto en cuenta, es que la defensora solicitó que se lo condenara con la mínima pena posible por el delito de “lesiones graves“.
En caso que los jueces del Tribunal Oral N° 3 decidan condenar al imputado por “tentativa de homicidio agravada por el uso de arma de fuego“, solicitó que sea por la mínima, es decir de 5 años y 4 meses.
La sentencia la darán a conocer el jueves 3 de octubre.