El cantante repasa los desafíos musicales que le esperan en este 2023 y explica por qué el público argentino es tan generoso con el cancionero popular. Además, cuenta cómo pensó el recital de este viernes en el Teatro Hermitage.
“La gente asocia las canciones a un momento feliz, a un momento en el que tuvo un problema o de repente esa canción la tocó mucho y siempre la escucha. Los traslada de nuevo a aquel momento importante en sus vidas. Creo que las canciones, en ese sentido, son muy importantes para el público argentino. Los argentinos somos muy de tener un repertorio de canciones, el público argentino ama su cancionero“, dijo Jairo antes de presentarse en el Teatro Hermitage, hecho que sucederá este viernes a partir de las 22.
Junto a su banda e invitados especiales, como el pianista clásico Horacio Lavandera, el cantante seguirá celebrando sus “Cincuenta años de música”, en un recital que planea dejar satisfecho a sus seguidores. No dejó afuera ningún clásico de su amplia discografía, anticipó en una charla con LA CAPITAL.
“Para nosotros es casi una obligación ir a cantar al Hermitage, lo tomo como una ceremonia, tengo que ir todos los años”
“Caballo loco”, “Milonga del trovador”, “Me basta con saber”, “Duerme negrito”, “Los enamorados” y muchos otros serán parte de esta propuesta, una cita de todos los veranos, entre el artista nacido en la localidad cordobesa de Cruz del Eje y su público siempre fiel.
“Cantaré todos temas que están en mi repertorio y la gente los asocia conmigo, porque son canciones que originalmente he grabado yo. Al Hermitage yo nunca hago un laboratorio, nunca ensayo para hacer alguna cosa, no, voy a cantar los hits, las canciones que la gente quiere escuchar y que yo tengo ganas de cantar y se produce un encuentro como en pocos lugares”, resaltó.
Además, valoró la comunicación que logra con quienes lo van a ver en cada recital: “Hace años y años y siempre el resultado es muy parecido. La gente que va es una mezcla de gente habitante de Mar del Plata con la gente de todo el país que va a visitar Mar del Plata en la época estival. Eso es fantástico, para nosotros es casi una obligación ir a cantar al Hermitage, lo tomo como una ceremonia, tengo que ir todos los años, desde hace más de treinta años”.
Sus “Cincuenta años de música” es un recital que empezó antes de la pandemia de Covid-19 y aún lo mantiene activo. “Llevamos celebrando ya un par de años -contó-, lo que pasa es que hemos tenido el inconveniente de la pandemia, que ha cortado mucho el festejo, lo ha hecho entrecortado. Entre que abrían los teatros a un cincuenta por ciento, que se volvieron a cerrar, todo eso hizo que el espectáculo de ‘Cincuenta años con la música’ que teníamos pensado hacer en continuidad no pudimos hacerlo, así que tuvimos que adaptarnos a las circunstancias que eran circunstancias muy especiales, por supuesto. Así que ahora en Mar del Plata vamos a hacer el show con canciones que son todas muy conocidas”.
Dado el encuentro que tuvo el sábado último en el Festival de Cosquín, donde inauguró el evento junto a Horacio Lavandera en el piano y Juan Falú en la guitarra, Jairo planea realizar en Mar del Plata un set vinculado a las canciones de la compositora Antoinette Paule Pepin Fitzpatrick, conocida Nenette, quien fue compañera de vida del Atahualpa Yupanqui.
-Con los clásicos ocurre eso de la identificación del público, porque esas canciones tienen que ver con algún aspecto de sus vidas. El público se las apropia de alguna manera.
-Representa un momento de la vida de la gente, eso es lo que pasa con las canciones en general. La gente asocia las canciones a un momento feliz, a un momento en el que tuvo un problema o, de repente, esa canción la tocó mucho y fue la canción que siempre escucha. Los traslada de nuevo a aquel momento importante en sus vidas. Creo que las canciones, en ese sentido, son muy importantes para el público argentino. Los argentinos somos muy de tener un repertorio de canciones, el público argentino ama su cancionero y ama las canciones populares. Es un país muy especial la Argentina en ese sentido, por eso los artistas extranjeros vienen a grabar sus discos en vivo aquí en Argentina.
-¿Cómo se lleva con el paso del tiempo?
-Me llevo bien en ciertos aspectos, en otros un poco menos bien, es lógico. El paso del tiempo tiene sus ventajas y sus desventajas en cuanto al declive de ciertas facultades físicas y demás. Es decir, no tengo la agilidad que tenía antes, no podría jugar un partido de fútbol todas las semanas. Lo siento mucho más que en el aspecto profesional, en la canción, porque para cantar, yo lo que necesito es la voz fundamentalmente y la voz me responde siempre. No he tenido que bajar una canción de tesitura, canto siempre las canciones que he grabado hace cincuenta años o más de cincuenta años en la misma tesitura y en las mismas tonalidades y las canto bien. Las canto sin esfuerzo. Ha sido la disciplina que he tenido físicamente. He tenido una salud vocal también. Y todo el trabajo que hice en la adolescencia, cuando estudiaba canto. Para mí, fue importantísimo porque yo en ese momento no imaginaba que iba a cantar tantos años y después no imaginaba que después de tantos años la técnica iba a venir en mi auxilio siempre, es lo que me sostiene.
-¿Qué desafío viene este año a nivel musical?
-Estamos grabando el segundo volumen de los cincuenta años, canciones que han sido importantes dentro del repertorio en mi vida y las he cantado con colegas, algunos de la misma generación y otros no. Ya hemos empezado a grabar el segundo volumen. Lo que más gusta es cantar. Daniel Salzano murió hace unos años, cuando murió no solo perdí a una pareja compositiva, sino que además perdí a un gran amigo. Me dolió muchísimo y no compuse con ninguna otra personas, pero tengo como veinte canciones compuestas con Daniel que son inéditas. Voy a grabar un disco más adelante de canciones inéditas, ya están hechas las músicas y las letras.