Se presentará este lunes en el Hermitage Hotel, en un recital que ya es una cita impostergable de todos los veranos. Jairo volverá a encontrarse con su público y seguirá celebrando las cinco décadas de música.
Lejos de lo rutinario, para Jairo cantar en pleno enero en Mar del Plata se parece más a un ritual placentero que a un estricto compromiso en su agenda. “Es algo especial, aparte de ir y cantar siempre en el mismo lugar, es especial hacer los preparativos, probar el sonido, es un momento que me gusta mucho revivir cada año, no es una cosa rutinaria ni que me resulte pesada”, aseguró en una entrevista con LA CAPITAL.
El gran músico volverá a Mar del Plata como hace cada mes de enero. Mañana lunes se presentará en el escenario del Hermitage Hotel, con un repertorio variado que incluirá diferentemos momentos de su carrera artística.
Así explicó el show que ofrecerá para marplatenses y turistas: “Está basado en las distintas décadas de mi carrera y dentro de ese rompecabezas hemos tratado de armar un repertorio que le de cohesión por temáticas o por tonalidades, son canciones que se llevan bien entre ellas. Es un show atractivo”.
“Creo que si miramos bien profundamente en las canciones que están integrando este show hay una coherencia muy grande en cuanto al estilo. Casi nunca escucho las canciones mías después de que se grabaron. Y en los últimos meses me he dedicado a escuchar un poco los discos en orden cronológico y a pesar de las diferencias rítmicas o de los arreglos musicales hay una coherencia de repertorio que es muy notable. Eso me da una gran alegría, antes no le prestaba mucha atención a esas cosas y he empezado a prestarle atención porque vale la pena”, dijo el artista.
Al momento de la charla, el cantante se encontraba en Córdoba, junto a su novia que es, como él, oriunda de esa provincia. Jairo transita un momento de gran plenitud a nivel personal, a partir de esta nueva relación. “Estoy de novio, estamos de novios entre comillas porque ser novio es algo muy protocolar, pero sí estamos muy enamorados”, afirmó y junto a su nueva pareja llegará a Mar del Plata.
“Una cosa es enamorarse, conocer el amor y demás y otra que la vida o el destino te elija dos veces para eso… es muy fuerte, es algo extraordinario”, agregó.
-¿Cantar en Mar del Plata es especial por la posibilidad de encontrarse con un público muy amplio, que representa a casi de todo el país?
-Es posible, teniendo en cuenta que Mar del Plata es un lugar de veraneo, el epicentro de mucha gente de distintas provincias, de distintos lugares que van a Mar de Plata y tienen una posibilidad de ver espectáculos, espectáculos que no llegan a sus lugares de origen. Cada vez que hemos actuado Mar de Plata hay gente que me dice: “Soy de tal lugar, porque no cantás tal cosa”. Eso es muy lindo. Incluso gente de lugares muy distantes.
-Mantiene con su público una relación de cinco décadas: crecieron juntos, ellos y usted.
-No recuerdo exactamente cuándo fue la primera vez que canté en Mar del Plata, pero hace muchos años. Recién llevaba poco tiempo cantando en España, me había ido a vivir allá porque fui a grabar el primer disco y después ya me quedé ahí. En Mar del Plata canté aquella primera vez con una producción ahí en el mismo Hotel Hermitage y recuerdo que el productor fue Héctor Caballero. Fue dos años después de estar en España.
-Usted habla de que descubrió una coherencia en su música. ¿De qué tipo es esa coherencia?
-Es una coherencia temática y musical también, porque como la mayoría de las canciones que canto les compuse yo la música, han sido músicas que se han ido acomodando digamos a mi manera de cantar. No es que esté buscando comodidad, sino todo lo contrario, porque siempre he tratado de ponerme delante problemas de difícil resolución desde el punto de vista musical, de exigencia. Yo soy de los que creen que el cantante siempre tiene que estar muy exigido en el escenario, no tiene que cantar cómodo, tranquilamente, sin un esfuerzo, tiene que haber un nivel de exigencia y que la gente lo note, además, y que sienta que hay una cierta tensión que se transmita del artista a la platea. A mí me gusta ese tipo de cosas, así que sí, por supuesto que noto (la coherencia) en lo temático, lo noto en la parte musical también, aunque hay evolución lógica que es personal también y de gustos personales. Una coherencia en ese sentido, son canciones familiares.
-¿Cantar exigido en el escenario va en contra del disfrute?
-Yo creo que cuanta más tensión hay, cuanta más exigencia, más disfrute hay. Yo no lo considero como un riesgo sino como una materia de disfrute total, el hecho de tener un nivel de exigencia alto y llegar al escenario y hacerlo implica una alegría muy grande, porque si bien uno busca emocionar y conmover al público, el artista tiene su trasfondo de disfrute grande, a pesar de las exigencias, o por ahí por eso mismo. No lo considero un riesgo. La de artista no es una profesión de riesgo, tiene que ver con la alegría de hacer una profesión que uno ama. Las profesiones de riesgo son otras.