Prepara para su segundo streaming. Esta vez desde el patio de su casa, compartirá temas de su vasto repertorio, con arreglos especiales. "Son canciones con las que la gente identifica, que quiere" dijo.
Desde su casa, Jairo, trabaja intensamente en la preparación de su segundo show por streaming, que será el viernes 18 de diciembre a través de Ticketek.live.
Para este segundo encuentro, el querido trovador está eligiendo temas de su repertorio que tendrán arreglos especiales para adecuarse al formato de trío, dado que estará acompañado por un pianista y un guitarrista. “Son canciones con las que la gente identifica, que quiere escuchar” sostuvo.
La primera experiencia virtual le trajo satisfacciones y aprendizajes. “Aquella vez -en septiembre- canté solo, con la guitarra. Fue una experiencia muy bonita, desde el living de mi casa. En este caso va a ser desde el patio y con músicos que me acompañan, lo que me permite moverme con fluidez, sin estar tan preocupado por acompañarme con la guitarra al mismo tiempo que canto”.
“Matías Martino ha hecho arreglos especialmente para este streaming. Es muy importante la aporte de cada uno de los instrumentistas cuando es una formación pequeña y en este caso está muy garantizado, su aporte es extraordinario”.
El repertorio cuenta con “canciones que quedaron afuera en la anterior oportunidad porque el show es muy parecido a lo que hacemos de forma presencial, pero la diferencia es que el tiempo es tirano, no podemos alargar el horario, o hacer bises” indicó.
En este caso adelantó que no va a faltar la paradigmática Indio Toba y que, además, “voy a cantar Carpintería José, que toma una dimensión muy grande en esta época del año”.
Jairo volverá a compartir su intimidad, esta vez en el patio “donde todo fluye más naturalmente, con una gran libertad”, a diferencia de su living, “un lugar lleno de fotografías, recuerdos, cuadros, que eran inspiradores de cada cosa que yo pudiera decir en ese momento”.
En la charla con LA CAPITAL, en un alto de los ensayos para esta presentación, Jairo se refirió a la forma de “vivir” su casa, en un momento en el que primero por el aislamiento obligatorio por la pandemia no puede alejarse. “Creo que el mayor aprendizaje de esta situación es cultivar la paciencia” señaló, reconociendo que lo que más extraña es “poder salir, subirme a un micro y concretar alguna de las tres giras que tenía previstas para este año, que no pude hacer y no se cuándo se podrán concretar”.
“No se puede cambiar lo que pasa, aunque es un comportamiento muy humano querer todo y todo ya” reconoció. Pero también entendió que “creo que lo peor que se ha hecho en muchos lugares e incluyo a la Argentina es que se ha creado un clima de temor. Es lo peor que nos está pasando. Yo creo que no hay que tener miedo de afrontar las cosas, las cosas son como son y la vida es lo que es. El ser humano siempre ha salido airoso en situaciones muy complicadas y complejas a través e la historia, y esta vez no tiene por qué ser diferente. Necesitamos que nos aseguren que se van a ocupar de nosotros, todo el mundo necesita sentir confianza. Atemorizar no es lo más saludable, no lleva a buenas decisiones”.
Y entre el clima de temor y el encierro, a su casa: “demasiado grande quizás, porque vinimos a vivir cuando nuestros cuatro hijos estaban con nosotros”.
“Primero tuvimos que acostumbrarnos a la ausencia de ellos y a ir cubriendo los espacios de alguna manera. Cubrir los espacios es más fácil que cubrir las ausencias de los hijos, que se sienten más por las circunstancias de la pandemia que nos ha golpeado, que ha hecho que todo se transforme en algo distinto, más fuerte” definió, encontrando poesía, hasta en las situaciones más melancólicas.
Jairo vive con su esposa Teresa, a quien acompaña en su delicado estado de salud, pero tres de sus cuatro hijos viven en el exterior. “El único argentino de la familia soy yo, le pongo garra” dice entre risas, pero valorando que sus hijos hayan podido heredar esa posibilidad de “ser del mundo”. “Así debe ser en este mundo globalizado. Los chicos tienen la posibilidad de moverse, hablar varios idiomas, es fantástico. Los hemos criado para que sientan que el mundo es su casa”.
Por ello y, como casi todo en esta época, la conversación vuelve a rondar el tema del encierro, en este caso como motivo de inspiración. “La parte más dolorosa es la de las separaciones y de las imposibilidades de salir, el no poder seguir la vida como lo hacíamos y todo eso se va a transformar en algo artístico seguramente, porque lo que yo hago está muy relacionado con mi persona. Para mi es muy difícil disociar al artista de la persona”.
Según reconoció, cree que ese es el motivo por el que las personas se apropian de esos temas. “La vivencia, hace conmover, emocionar y a la vez, cuenta una historia con la que alguien se va a sentir reflejado”.
Mientras se queda en su casa, escucha música y, aunque ha pasado momentos de “vagancia”, continúa con sus ejercicios de cuidado de la voz.
“Creo que lo peor que se ha hecho en muchos lugares e incluyo a la Argentina es que se ha creado un clima de temor. Es lo peor que nos está pasando”.
“Los cuidados, la vida sana son muy importantes y tratar de hacer un buen uso de la voz porque es un instrumento muy frágil y a diferencia de los demás instrumentos, depende exclusivamente de uno. Conocer la técnica vocal aclara el panorama porque uno sabe hasta donde puede exigir y cuando tiene que parar. Yo soy muy cuidadoso y trato de concentrarme al máximo en las actuaciones. En la pandemia he estado un poco vago porque no había que cantar, no había ánimo, pero estos streamings me posibilitaron trabajar en este sentido, me armé clases en solitario, dándome yo mismo lecciones, haciendo ejercicios todos los días para no perder el automaticismo de la colocación de la voz”.
Querido y valorado por varias generaciones, Jairo ha cantado con grandes exponentes de la música a nivel internacional. Uno de ellos, Astor Piazzolla, quien le compuso canciones.
A pocos meses del centenario de su amigo, recordó que “es una de las personalidades de la cultura argentina que más presente está en esta casa. Nos ha dejado un recuerdo imborrable, porque era un hombre con una personalidad muy fuerte, muy importante y su impronta desde el punto de vista artístico ha sido notable en todo el mundo. Parece mentira que el año que viene sea su centenario, lo hemos conversado con mi mujer, porque hemos sido amigos muy cercanos en un momento en el que vivíamos en Francia sobre todo. Tal era su espíritu, su potencia, que lo veíamos siempre más joven”.
Jairo ya está comprometido a participar en dos homenajes que se están organizando para conmemorar esta fecha, en marzo. “Y si hay más iniciativas encantado. Todo lo que sea recordar y rememorar a gente valiosa, hay que hacerlo y participar al mejor nivel posible, poniendo todo de uno. En este caso le agradezco mucho a la vida que me haya dado el privilegio de conocer a Astor Piazzolla personalmente” concluyó.