La médica, conferencista, música y escritora llega por primera vez a Mar del Plata. Especialista en psicoterapias holísticas, desde la propuesta "¿Qué cargás en tu mochila?" ofrece un espacio de encuentro, reflexión y disfrute, con ejercicios, canciones, humor y conexión.
“Cuando nos salimos de nuestro propio ombligo encontramos que en otros lugares, en otras personas, hay otras realidades, otras complejidades. Eso nos conecta” asegura Isha Escribano, la especialista en psicoterapias holísticas, médica, conferencista, música y escritora.
La autora de la autobiografía “Solo es vida si es verdad. Cómo transformar el miedo en amor y el amor en acción”, llega por primera vez a Mar del Plata con la experiencia que busca compartir anécdotas, historias, conocimiento, prácticas y conversaciones con el público, canciones -canta y toca la guitarra-, momentos de risas y reflexiones sobre las cosas de la vida y el amor.
El encuentro será este sábado, 9 de noviembre, en la Sala Melany (San Luis 1851). “La vida no se trata de encajar, se trata de florecer”, resume -en una charla con LA CAPITAL- la mujer que pasó un proceso largo, profundo e intenso de autoconocimiento, aceptación y liberación, en la búsqueda de su verdad y de su felicidad. “Cuanto más nos queremos y nos aceptamos, más aceptamos y abrazamos a el resto de las personas” reflexiona.
“¿Qué cargás en tu mochila?” es la propuesta que creó “para ofrecer a la comunidad un espacio en el que volver a valorizar el encuentro, la sensación de pertenencia, reflexionar de manera grupal respecto de las cosas que nos pasan, pero siempre con humor y con música. Ese acercamiento liviano con la gente hace que tenga calidez. La gente entra cargada de preocupaciones, de miedos, de culpas, de inseguridades y, compartiendo, empieza a darse cuenta que muchas de las cosas que le pasan, también le pasan a otras personas y que la vida de repente es más simple de lo que pensamos y que si tomamos todo con humor y con cierta sabiduría se puede transformar este lugar en una celebración”.
Lejos del academicismo y la solemnidad, Isha apuesta a la cercanía, a lo vivencial, a generar un clima de confianza y refugio.
“Hay algo muy lindo, en el hall de entrada, antes de ingresar a la sala, la gente escribe en papelitos qué carga en su mochila. Esos papelitos se ponen en una mochila que yo abro en un momento y leo. Es muy interesante leer -que por supuesto es anónimo-, y escuchar qué le está pasando a otras personas y todo lo que sucede cuando nos salimos de nuestro propio ombligo y encontramos que en otros lugares en otras personas hay otras realidades, otras complejidades. Eso nos conecta también” adelanta sobre el espacio.
– ¿Cómo identificar esas cargas que nos hacen mal en medio de una vida tan cargada de estímulos, distracciones, ocupaciones?
– Creo que las primeras señales son el seño fruncido, la mandíbula rígida, tensión en el cuello y una sonrisa que empieza a aparecer con menos frecuencia. Un espíritu lúdico que empieza a perderse, un canto y un baile que dejan de ocupar el espacio que antes ocupaban en nuestras vidas, como en la infancia. Esa carga puede estar en el cuerpo con sobrealimentación, con malos hábitos, con mal descanso, con estrés corporal, puede estar en la mente con agotamiento, con estrés en el espíritu, con una especie de odio o bronca o resentimiento o tristeza o angustia. Esa carga puede afectar todas las dimensiones de la existencia de cada ser humano: cuerpo, respiración, mente, intelecto, memoria, ego.
– ¿Qué se hace con esas cargas, con esa mochila? ¿Cómo se aliviana el peso?
– ¿Cómo se aprende a tocar una obra de Tchaikovsky? Para tener lo más precioso en esta vida, que es paz y alegría, contentamiento, plenitud, sabiduría se requiere una vida entera dedicada a eso, de la misma forma que un maestro que ejecuta una gran obra dedicó una vida entera al estudio de ese instrumento y algún compositor. Esto es igual respecto del encuentro. Hay algunos procesos, algunas cosas de las que yo me valgo para hacer y también junto con la gente. Y después del encuentro va sucediendo que salimos, todas las partes, con la mochila más liviana. Eso hay que ir a experimentarlo.
– Hablaste de la música. ¿Qué rol ocupa el arte en ese proceso de búsqueda interior, autoconocimiento y sanación?
Es la primera vez que Isha Escribano se sube a un escenario marplatense.
– La música es parte de nuestra esencia, nuestra infancia. Jugar es parte de nuestra naturaleza. Creo que la vida en sí es un arte y al igual que cualquier proceso creativo, desde una invención hasta una escultura, la vida también tiene mucho de ensayo y error.
Es interesante reparar en el hecho de que en la escuela por ejemplo, se nos van cortando de alguna forma nuestras cualidades, nuestras creatividades innatas, casi como a un bonsai, cuando en realidad la vida no se trata de encajar, se trata de florecer. Eso por un lado. Y por otro lado también es como si se nos enseñase a no equivocarnos cuando el ensayo y error es, justamente, lo que hace que, por ejemplo, un medicamento se descubra, o salga una canción. Cualquier invención en la historia de la humanidad es producto del ensayo y de error. La vida tiene lo mismo y de hecho mucha gente moribunda, que ha sido preguntada, encuestada sobre si hay algo de lo que se arrepiente, como un patrón o común denominador es -que se arrepienten- de las cosas que no hicieron. Con esto también está relacionada la búsqueda interior, si este camino me sirve o no.
– ¿Y la meditación, la espiritualidad?
– Pasar de un lugar de sufrimiento a un lugar de celebración y de un lugar de oscuridad a un lugar de luz… por supuesto que tengo días nublados, pero en líneas generales es radical el cambio en mi vida desde que empecé a meditar en 2001.
Y la espiritualidad… yo siendo médica, estudié una carrera que es una ciencia, la espiritualidad también la tomé como un objeto de estudio y es un camino, un conjunto de técnicas, de prácticas, una guía que conduce al conocimiento de quién soy, qué soy. Y es el despertar.
– ¿Creés que la falta de autoconocimiento y de aceptación de los demás más allá de etiquetas, tiene que ver con encorsetamientos, control social?
– Creo que en la medida que más nos conocemos, más nos queremos y cuanto más nos queremos y nos aceptamos, más aceptamos y abrazamos a el resto de las personas y la verdad es que hay tantas personas.
-¿Temés retrocesos a lo que se ha ganado respecto de reconocimiento de derechos en nuestro país?
– No tengo miedo, no tengo temores y lo que me pregunto yo respecto de este tema es ¿qué puedo aportar yo a la sociedad, a mis semejantes? Antes de que este cuerpito me deje, qué puedo dejar yo en esta tierra de la misma forma que una flor en su tiempo fugaz antes de irse dejó belleza y eventualmente una rica fragancia.