Veintidós ex alumnos denunciaron haber sido víctimas de abusos por parte de sacerdotes de la institución hace más de 40 años.
por Mariana García
Al menos 22 ex alumnos del Colegio Cardenal Newman, ubicado en la provincia de Buenos Aires, reconocieron haber sufrido abusos por parte de los sacerdotes de la institución, según una de las víctimas, y el caso ya originó una investigación de la policía de Irlanda, donde funciona la sede central de la congregación “Christian Brothers”, que está a cargo de la escuela.
Esta semana, la Oficina de Servicios de Protección de la Guardia Cívica (GNPSB, por su sigla en inglés) le envió un mail a Rufino Varela, el único ex alumno que hasta ahora contó públicamente los abusos que sufrió en el colegio. En ese correo, un agente le adelanta que la oficina de minoridad (TUSLA), abrió una investigación para conocer la responsabilidad de los Christian Brothers tanto en los abusos como en el encubrimiento por parte de la escuela.
Según pudo saber Télam, los abusos ocurrieron hace más de 40 años, y las víctimas tienen hoy entre 50 y 60 años.
De todos ellos, el único que los hizo públicos fue Varela, de 52 años, quien en diciembre del año pasado en un reportaje con el diario La Nación denunció que fue víctima de un abuso cometido por Finnlugh Mac Conastair, un capellán irlandés al que todos llamaban “padre Alfredo”.
El pasado 10 de abril, en una carta pública, el hermano Hugo Cáceres, superior regional de la congregación de los Christian Brothers de América Latina, pidió perdón a “todas las víctimas” del colegio, dando por hecho que Varela no había sido el único.
Para entonces, el Newman, uno de los colegios más exclusivos de la Argentina, era una olla a presión dividida entre quienes apoyaban a Varela y los que le reprochaban haber lavado los trapos sucios fuera de casa.
El 14 de marzo pasado, Varela había decidido reencontrarse después de 40 años con muchos de sus ex compañeros y se sumó a un asado en una parroquia de Virreyes. Creía que el llamado del papa Francisco para pedirle perdón en nombre de la Iglesia podía haber calmado los ánimos entre sus ex compañeros.
Pero haberse convertido en una de las pocas víctimas de abuso sexual en recibir un llamado del mismísimo Papa no hizo más que profundizar las divisiones. Varela escuchó primero recriminaciones, pero poco a poco otros se animaron a contar lo que les había pasado y así supo que la lista era extensa.
De su camada suman al menos 11 los casos de abuso, y en todo el colegio ya se contabilizan 22, según los datos que maneja Varela.
En el mail que Varela recibió la semana pasada, la policía de Irlanda le pide que “acerque el contacto de otras víctimas y también de los abusadores que podrían seguir vivos”.
Ubicado en San Isidro, el Newman es uno de los pocos colegios que sigue siendo sólo para varones. Por sus aulas pasaron varias figuras del gabinete (Luis Caputo, Jorge Triaca, Alfonso Prat Gay -ex titular de Hacienda-, entre otros), y el presidente Mauricio Macri.
Poco tiempo después de que se conociera la carta del titular de los Christian Brothers, otro grupo de ex alumnos envió un correo al colegio exigiendo explicaciones. Entre otras cosas, pedían crear una comisión para investigar los abusos y “repudiar la falta de denuncia pública por parte del Colegio Newman sobre el ilícito ocurrido décadas atrás”. La carta lleva la firma de muchos ex alumnos de familias con varias generaciones educadas en la institución.
Hasta ahora, el colegio se limitó a ofrecer disculpas públicas y sólo lo hizo después de que Varela decidiera contar lo que le había ocurrido.
Varela contó a Télam que a lo largo de 2016 se reunió en cuatro oportunidades con Alberto Olivero, director del Newman, y una vez con el sacerdote John Burke, ex rector del colegio cuando ocurrieron los abusos denunciados. Todas las veces reclamó lo mismo: un pedido público de perdón.
La intervención de la policía de Irlanda abre un nuevo capítulo centrado esta vez en John “Brother” Burke, quien actualmente vive en ese país y estuvo a cargo del colegio durante 18 años.
Los Christian Brothers abrieron su primera escuela en 1802 en Dublin, y desde entonces llegaron a abrir unos 200 establecimientos en todo el mundo. Sin embargo, los casos de pedofilia llevaron a una crisis a la congregación: al menos 400 sacerdotes en Irlanda y otros 280 en Australia fueron condenados por abuso sexual de menores en dos de los mayores casos conocidos hasta ahora.
Aunque desde hace varios años el Newman está a cargo de un laico, la congregación sigue manejando los principios del colegio, y en octubre del año pasado Burke viajó especialmente para la cena anual de camaradería.
(*): Télam.