El juez de Garantías, Daniel De Marco, hizo lugar a la presentación del fiscal del caso, Leandro Arévalo, y de esta forma Hernán Cajal será juzgado por un tribunal. En tanto, sobreseyó a una mujer que había sido investigada en el expediente y resta definir la situación procesal del otro imputado.
La causa en la que se investiga el crimen de Nicolás Vieytes (28), ocurrido en octubre del año pasado en el barrio La Herradura, fue elevada a debate oral: el juez de Garantías, Daniel De Marco, resolvió que uno de los imputados, Hernán Ezequiel Cajal (33), sea juzgado por un tribunal tal como lo había solicitado el fiscal Leandro Arévalo.
En el fallo del magistrado, al que tuvo acceso LA CAPITAL, también se definió el sobreseimiento de una mujer que había sido acusada en un comienzo de ser cómplice del hecho. En tanto, aún resta saber si el otro sospechoso detenido, identificado como Sergio Contreras (26), correrá la misma suerte de Cajal, lo cual se conocerá en los próximos días.
La detención de Contreras se dio prácticamente en simultáneo con el pedido de elevación a juicio de Cajal, quien se encuentra alojado en la Unidad Penal 44 de Batán. Es por eso que el fiscal ya pudo pedir que también sea juzgado, pero el magistrado interviniente aún no se expidió al respecto.
Cabe destacar que también hay dos menores imputados, un hombre y una mujer, pero estos casos los lleva el Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil.
El caso ocurrió el 28 de octubre de 2020 a la noche en Sartore al 1800, luego de que una mujer que ejercía la prostitución vendió su teléfono celular para poder conseguir droga. Esa mujer fue, finalmente, la sobreseída en la reciente resolución de De Demarco.
Ese artefacto llegó a las manos de Hernán Cajal, Sergio Contreras, y dos adolescentes (imputados en la causa), quienes comenzaron a revisar los contactos que tenía y decidieron concretar una cita con un ocasional cliente para asaltarlo.
El nombre de Nicolás Vieytes fue el elegido y la adolescente que estaba en el grupo se hizo pasar por la dueña del teléfono para concretar una cita por mensajes de audios y así convencerlo para que fuera hasta el barrio para tener un encuentro sexual.
El 28 de octubre, Vieytes fue en su Volkswagen Gol hasta la esquina acordada en Sartore al 1800. Al llegar fue sorprendido por dos hombres -según la investigación Cajal y Contreras- quienes lo abordaron, le quitaron la billetera y, ante la resistencia, uno de los atacantes disparó y lo baleó en la cabeza. La muerte de Vieytes fue inmediata.