Karina Miglioranza, invesitgadora del Conicet, fue distinguida con el premio "Por las Mujeres en la Ciencia”,
Karina Miglioranza, investigadora del Conicet en el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMyC, Conicet-UNMDP) obtuvo el reconocimiento como Mención en la categoría Premio del Premio Nacional L’Oréal-UNESCO “Por las Mujeres en la Ciencia” edición 2024 por su proyecto: “Trazando la contaminación: Estudio espacio-temporal de perfluorados (PFAs), Mercurio (Hg) y contaminantes orgánicos persistentes (COPs) en la atmósfera y áreas costeras bajo diferentes niveles de impacto antrópico”.
Según la investigadora, la contaminación del aire y de los ecosistemas acuáticos es un problema creciente, particularmente en grandes urbes y zonas industriales, y muchos de estos contaminantes finalmente acaban en el medio marino. El proyecto estudiará cómo contaminantes emergentes, como los PFAS, conocidos como contaminantes “eternos”, junto con el mercurio y los COPs, están afectando nuestros ecosistemas acuáticos.
“Estas sustancias representan un desafío global debido a su toxicidad, persistencia y capacidad de bioacumulación en los organismos. Para ello, trabajaremos en distintos componentes ambientales, como el aire, el agua superficial, los sedimentos y los organismos. Miglioranza detalla que esta evaluación se efectuará en escenarios hidrológicos con diferentes impactos humanos, en áreas específicas de Argentina, que van desde Mar Chiquita, Buenos Aires, hasta la costa patagónica.
Los resultados del proyecto ofrecerán información crucial para implementar sistemas de monitoreo a largo plazo y serán la base para desarrollar políticas públicas y regulaciones enfocadas en la protección ambiental.
Además, los resultados contribuyen a Objetivos de Desarrollo Sostenible de relacionados con el Agua limpia y saneamiento y la Vida submarina, promoviendo la protección y el uso sostenible de los ecosistemas acuáticos y marinos. La bióloga indica que además la información generada en el proyecto servirá para evaluar la efectividad de los convenios internacionales que regulan estos compuestos, como el Convenio de Estocolmo y el Convenio de Minamata, ambos en el marco del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
La científica explica que esta investigación impacta significativamente en lo cotidiano, porque ayuda a comprender y disminuir la exposición a contaminantes que perjudican la salud humana y el medio ambiente. Los compuestos estudiados, aunque a menudo invisibles, pueden estar presentes en nuestra vida diaria y su presencia está relacionada con problemas de salud, como trastornos hormonales, daño neurológico y enfermedades crónicas.
“Al identificar zonas afectadas y conocer la presencia y distribución de estos contaminantes en diversos ecosistemas, la investigación ofrecerá información crítica para identificar los riesgos específicos que estos compuestos representan para la salud pública en el marco de los diferentes escenarios de estudio”, agrega la especialista.
Partir de los resultados obtenidos Miglioranza considera que se podrán diseñar estrategias para proteger la calidad del agua, recursos naturales y alimentos, beneficiando directamente a las comunidades. “Esto se traduce en un ambiente más saludable, con menos riesgos para las personas que dependen de estos recursos, especialmente para aquellas poblaciones cercanas a zonas industriales o cuerpos de agua contaminados” añade la investigadora.
Miglioranza trabaja en dinámica de contaminantes en el ambiente, sus impactos y estrategias de remediación desde sus inicios, hace más de 25 años. “A lo largo de este tiempo, hemos abordado estudios fundamentales que han contribuido significativamente al conocimiento en esta área. En particular, durante los últimos ocho años, nos enfocamos en algunos de los compuestos incluidos en este proyecto, lo que ha facilitado la creación de sólidas redes de colaboración con colegas tanto nacionales como internacionales, potenciando así el alcance y la calidad de nuestras investigaciones”, sostiene la bióloga.
Como resultado de este trabajo conjunto, actualmente se desarrollan varias tesis doctorales que tendrán un impacto relevante en el avance de este proyecto, aportando perspectivas innovadoras y resultados concretos. “Mi participación en actividades de gestión internacional en el marco del Convenio de Estocolmo y el Convenio de Minamata ha sido un factor importante, fortaleciendo la base científica y operativa de este proyecto, así como facilitando la transferencia de conocimientos al ámbito académico y gubernamental, y promoviendo la implementación de estrategias efectivas para abordar la contaminación ambiental en diferentes escenarios”, sostiene la especialista.
“Recibir este galardón es un gran honor y una gran motivación para continuar trabajando en la ciencia. Es también un reconocimiento significativo, para nuestro grupo de investigación, Ecotoxicología y Contaminación Ambiental, para quienes día a día dedicamos pasión, esfuerzo y compromiso con la ciencia. Este premio es producto de un trabajo en equipo, dentro del grupo y con colegas de otros grupos e instituciones nacionales e internacionales, con quienes aunando esfuerzos y saberes, logramos avanzar”, reflexiona Miglioranza.
La investigadora sostiene que este premio enaltece el rol de las mujeres en la ciencia, jerarquiza su trabajo y reconoce su valor. “Me siento muy honrada de haber sido elegida, y considero que es una oportunidad para visibilizar el impacto de la investigación científica liderada por mujeres. Y en lo personal, es una inmensa alegría y un gran honor. Estoy profundamente agradecida a quienes me formaron en mis comienzos, Julia Aizpún y Jorge Moreno, que me dieron libertad y confianza para desenvolverme y enfrentar desafíos. Y estoy eternamente agradecida a mi familia, mis hijas principalmente, por el apoyo constante que me brindan. Ellas son una fuente inagotable de inspiración y fuerza” cuenta la científica galardonada.
“Este reconocimiento abre nuevas oportunidades, ya que permite promover el conocimiento científico y dar visibilidad a la ciencia que hacemos, especialmente en áreas tan relevantes como la contaminación ambiental, y así inspirar a otras mujeres a seguir carreras científicas. Este premio me impulsa a seguir adelante, a continuar desafiándome y a abrir caminos para las nuevas generaciones de científicas”, concluye Miglioranza.