Peleas entre personas relacionadas al hampa originaron una causa que concluyó en una serie de allanamientos en los que se incautaron 181 dosis de cocaína, armas, municiones y celulares. Además, tres hombres y un adolescente fueron aprehendidos.
Una investigación en el barrio San Martín por un supuesto robo en el que un joven de 19 años fue baleado en una pierna desencadenó una serie allanamientos en los que cuatro hombres fueron aprehendidos, uno de ellos menor de edad, y se secuestraron armas de fuego, municiones, 181 dosis de cocaína y otros elementos de interés para la causa.
En los barrios de la periferia existen enemistades que parecen solo resolverse a sangre y pólvora. “Problemas de vieja data”, lo explican las fuentes policiales. Son conflictos que no se denuncian, en los que los involucrados prefieren no hablar con las autoridades ya que, si bien hay una pelea, antes están los códigos de silencio que mantienen, y que valen.
Esta investigación si inició en un hecho violento que, como tantos otros, tuvo lugar en la periferia de Mar del Plata, específicamente en el barrio San Martín, cuando el pasado 19 de febrero, un joven de 19 años fue atacado mientras caminaba por Fortunato de la Plaza y Roque Sáenz Peña y recibió un disparo en la pierna derecha.
La policía lo encontró herido en el suelo y lo llevó de urgencia al hospital. Por protocolo le tomaron declaración y el joven primero dijo que había sido víctima de un robo, pero, luego, reconoció que lo había atacado un conocido del barrio San Martín, con quien tiene problemas “de vieja data”.
Con el nombre del agresor ya anotado, el fiscal Fernando Castro, junto al personal de la comisaría quinta, realizaron una investigación para poder comprobar los dichos de la víctima y la hipótesis del ataque. Tras la recolección de pruebas, pudieron determinar que el principal sospechoso vivía en una casa de Roque Sáenz Peña al 2000 y el fiscal le solicitó la orden de allanamiento y detención al juez de garantías Gabriel Bombini.
El operativo se realizó este martes, y la policía irrumpió en el domicilio investigado, donde halló al principal sospechoso, de 23 años, y a otros dos, de 20 y 16. En el lugar, además, secuestraron 68,4 gramos de cocaína que estaba fraccionada y lista para ser vendida en 181 envoltorios, dos celulares, 1700 pesos y un revólver calibre 38, cargado, con la numeración suprimida.
El fiscal Fernando Castro imputó al principal sospechoso por el delito de “robo agravado por el uso de arma de fuego” y ordenó que fuera trasladado a la Unidad Penal 44 de Batán. Además, por el hallazgo de la droga, le dio intervención a la Fiscalía de Estupefacientes, desde donde dispusieron que los dos jóvenes quedaran imputados por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, mientras que el menor quedó a disposición del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil y, tras recibir la misma imputación fue entregado a sus progenitores.
Paralelamente a este procedimiento, la policía realizó otro allanamiento vinculado a la causa en Magnasco al 300, donde identificaron a un hombre de 60 años que tenía en su poder un chaleco de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, dos handys, 25 cartuchos calibre 12/7, un cartucho calibre 16, cinco de 9 milímetro, un de calibre 32 y once municiones calibre 7.5.
El hombre quedó imputado por “tenencia ilegítima de munición de guerra” y por disposición de la fiscalía no se tomaron medidas restrictivas de su libertad.