El sector disidente de la UTA llevó adelante de 9 a 12 una medida de fuerza que incluyó una concentración en el centro con los micros que no prestaron servicio.
Una interna gremial de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) en Mar del Plata resintió este miércoles el servicio de colectivos en la ciudad durante tres horas.
El sector disidente de la conducción del gremio de los choferes realizó una medida de fuerza que se extendió de 9 a 12 y en ese lapso de tiempo llevó adelante también una marcha con los micros que no prestaron servicio, los cuales movilizaron desde Luro y Pampa hasta la sede del Ministerio de Trabajo ubicado en Luro y Santiago del Estero, donde se llevó a cabo una concentración, al igual que en el frente de la municipalidad, que afectó el tránsito vehicular.
El cese de actividades fue el resultado de una interna sindical que experimenta la UTA y que ya tuvo consecuencias durante el último domingo, cuando una de las facciones decidió no prestar servicio por posibles inconvenientes durante los festejos de la final del Mundial de Fútbol.
Desde la agrupación Juan Manuel Palacios señalaron que su malestar se debe a “la falta de reconocimiento electoral de la actual conducción del sindicato”.
“No por ser trabajadores podemos permitir semejante atropello. Primero nos llevaron las paritarias nacionales, luego nos llevaron la obra social, y ahora nos quieren llevar nuestra voluntad popular expresada a través del voto en las urnas”, expresaron en un comunicado.
“Es una retención de tareas por haber violado nuestro derecho al voto, movilizaremos al Ministerio de Trabajo y a la Municipalidad para poder ser escuchados y que nos reconozcan como ganadores. La gente quiere que sea reconocido Maximiliano Escriba, que ganó por una gran diferencia de votos”, había puntalizado el dirigente Juan Cruz Mastromarino.
“Medida ilegítima”
Mientras el servicio de transporte público se encontraba resentido en Mar del Plata, la conducción de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) local afirmó que la medida de fuerza “resulta totalmente ilegítima” y que el sector que la convoca “carece de toda legitimidad”.
La Junta Ejecutiva de la UTA puntualizó que “no existe un conflicto laboral que justifique una medida de esta naturaleza”.
La interrupción del servicio fue llevada adelante por los choferes que responden a la agrupación Juan Manuel Palacios, que aseguran haber ganado en el plano local las elecciones que se llevaron adelante el 1 y 2 de diciembre.
El oficialismo aclaró que en esos comicios se elegía todo el cuerpo directivo de una vez, desde lo nacional a lo seccional, y que el 70% de los afiliados se inclinó por la lista Celeste y Blanca.
“Aquellos que perdieron las elecciones, si consideran que tienen algún derecho, deberán respetar absolutamente las instituciones y reclamar donde así lo consideren, pero de ninguna manera convocando a una medida ilegítima que tan solo trae perjuicios para los usuarios y los choferes que, llevados por cantos de sirenas, se adhieren a una medida total y absolutamente ilegal y arbitraria, que carece de todo respaldo gremial por no existir conflicto colectivo alguno”, agregaron en un comunicado.