Se utiliza una novedosa técnica que recoge información de fotografías del cadáver y hace una reconstrucción vital del niño. Luego se divulgará esa imagen para tratar de dar con alguien que lo haya conocido.
En un intento por avanzar en la compleja tarea de identificar al menor mutilado y arrojado a la vera de la ruta 11, los investigadores intentan por estas horas obtener una reconstrucción facial de su rostro.
Así lo confirmó la propia fiscal Ana Caro hoy, en la misma jornada en la que se conoció que el cadáver había sido sometido a frío intenso por un tiempo prolongado antes de abandonarlo en el camino que une Miramar con Mar del Sud.
La técnica digital es de última generación y fue muy poco utilizada en el país en casos criminales confiaron las fuentes consultadas por LA CAPITAL. De acuerdo a lo que pudi conocerse, una vez conseguida esa imagen aproximada de lo que fuera el rostro en vida del menor sería divulgada por medios y redes sociales para intentar encontrar a alguien que pueda reconocerlo.
El caso es de alta complejidad por donde se lo mire. No se sabe el sexo, no se sabe la procedencia, no se pudo determinar la causa de la muerte -si fue natural o violenta- y tampoco, debido al proceso de frío al que fue expuesto, se puede estimar con precisión la fecha del deceso.
Aunque se produjeron algunos avances de importancia en la investigación, las hipótesis siguen siendo múltiples. Eso sí, la que parece haberse ubicado en el centro de la atención es la de una posible profanación del cuerpo.
“No descartamos nada, pero está claro que el tema del homicidio parece un poco relegado”, dijo una persona cercana a la investigación.
Desde tráfico de órganos -desechada por profesionales médicos- hasta una venganza mafiosa, pasando por la ofrenda de una secta satánica son mencionadas como posibilidades.
Vale recordar que el cuerpo del menor apareció mutilado, sin sus órganos, ni piezas dentarias. Los peritos establecieron que el lugar de hallazgo no fue el de la muerte y tampoco fue el primer depósito al aire libre. El miércoles dieron con un sitio, a 30 metros, donde se supone que fue arrojado. Luego las alimañas se encargaron de moverlo.
Ante la sospecha de que el cuerpo pudiera haber sido sacado de alguna institución médica la fiscal ordenó verificaciones de internación y decesos de menroes de la edad que calcula la autopsia en clínicas, sanatorios y hospitales. También averiguaciones de paraderos que se denunciaran en toda la provincia de Buenos Aires.