Por sexto día consecutivo la Terminal se encuentra bloqueada por la protesta de los trabajadores de carga y descarga. El conflicto atraviesa horas decisivas en función del movimiento turístico previsto. Entre hoy y el sábado están programados unos 1500 servicios. Los micros suben y bajan a pasajeros en la calle.
A 24 horas del inicio del fin de semana con mayor demanda de la temporada -se espera un número de arribos y una ocupación récord-, por sexto día consecutivo los trabajadores de carga y descarga de la Terminal de Mar del Plata mantienen totalmente bloqueado el acceso a la estación.
Las conversaciones y “reuniones informales” para destrabar el conflicto con los maleteros se multiplicaron en las últimas horas. El diálogo con los trabajadores, que reclaman la regularización de su actividad, se abrió a fuerza de evitar que el fin de semana “pico” encuentre a la terminal bloqueada, con los micros sin poder entrar a las plataformas y los turistas molestos por el trastorno que la protesta les genera.
El conflicto lleva seis días en pie y atraviesa horas decisivas, en función del movimiento turístico previsto para este fin de semana, con hoteles en gran parte llenos, una ocupación que superaría el 80% y hasta un registro preventivo de disponibilidad de espacios para alojarse abierto por primera vez después de un largo tiempo.
En la Ferroautomotora, para este jueves hay 520 servicios programados, es decir, más de 500 micros que no podrán entrar a las plataformas, sino que deberán parar -como desde el sábado pasado- en las calles adyacentes a la estación, para el descenso y ascenso de los pasajeros.
Para este viernes, en tanto, está previsto que lleguen y partan 494 micros, más otros 470 anunciados para el sábado. Según pudo saber LA CAPITAL, algunas empresas dieron de baja algunos servicios debido al conflicto con los maleteros. A contrareloj, crecen las negociaciones para “levantar” la protesta en las próximas horas.
El conflicto reviste cuestiones particulares. El reclamo de los maleteros apunta tanto a la concesión de la estación Ferroautomotora como a las principales empresas de micros de media y larga distancia. Al no estar contratados, sino “absolutamente precarizados”, no habría contraparte para solicitar, por ejemplo, una conciliación obligatoria. Pese a eso, tanto desde la Provincia como desde el Municipio requirieron la intervención del Ministerio de Trabajo, para que actúe como mediador a fin de destrabar el bloqueo.
Más que un objetivo es una necesidad. “Antes del fin de semana la situación se tiene que normalizar” y los micros deben poder volver a entrar a la estación, deslizó casi como una orden el intendente Guillermo Montenegro.
El secretario de Gobierno, Santiago Bonifatti, reafirmó hoy en este sentido la predisposición del Municipio para establecer los canales de diálogo necesarios que permitan destrabar el conflicto.
Desde la CTA Autónoma, organización que acompaña a los maleteros en su reclamo desde el primer día de protesta, afirman que en las últimas horas se intensificaron los llamados y las negociaciones “con todos los sectores” a través de “reuniones informales” que, al menos hasta ahora, no derivaron en ninguna solución.
Los maleteros trabajan “por su cuenta”. No están registrados ni dependen de ninguna empresa ni de la concesión de la Terminal. Esa es la raíz del conflicto, que no es nuevo, sino que arrastra por lo menos un año y medio de reclamos, y un malestar que existe desde que la terminal comenzó a funcionar en Luro y San Juan.
Son 28 trabajadores que no perciben ningún ingreso fijo, sino que viven de la propina, no tienen obra social ni ART y si se lastiman -como pasa frecuentemente- deben atenderse por su cuenta.
Hartos de la situación, en pleno enero decidieron volver a la calle, bloquear la entrada y salida de los micros y hace seis días mantiene un acampe sobre la calle 9 de Julio, en el acceso a la estación. Desde allí, visibilizan su reclamo y exigen ser registrados. Hasta el momento, no habría habido “propuestas formales” a la altura de los pedidos de los trabajadores, que se mantienen firmes en la postura de sostener la protesta “por tiempo indeterminado”.