Los empleados cobran el sueldo desdoblado y eso genera malestar y movilizaciones. Desde el directorio aseguran que ingresan a la institución unos 800.000 pesos menos desde que Pami decidió que una parte de la cápita de 1000 afiliados pase a manos del municipio.
MIRAMAR (Corresponsal). – Desde hace un tiempo, el Instituto Médico Mitre de Miramar viene sufriendo diversas problemáticas que siguen poniendo en riesgo las prestaciones de salud, las cuales se agravaron en estos tiempos de pandemia.
En ese contexto complejo, empleados se movilizan periódicamente en reclamo a mejores condiciones salariales y sobre todo intentar cobrar sus sueldos en tiempo y forma, debido a que lo hacen de manera desdoblada ante los problemas económicos que sufre la institución.
“El IMM trabaja con afiliados al Pami, los ingresos monetarios en un 90% son de ese sector estatal, tenemos 60 empleados y otro tanto de prestadores de servicios por lo cual los gastos se subsidian con esa entrada de dinero. El 10% restante entra desde otras obras sociales”, indicó a LA CAPITAL, Cristina Martínez quien actualmente es presidenta del Consejo Asesor Profesional.
“No contamos con sobrefacturación, sólo ese dinero casi justo por un montón de motivos, entre otros, actualización de sueldos de acuerdo a escala salarial y no de aranceles, por ejemplo, por lo que estamos muy retrasados en el importe de ingresos”, amplió.
De todas maneras, el problema madre que derivó en esta situación preocupante es que hace tres años una parte de la cápita correspondiente a 1000 afiliados a Pami pasó a manos del municipio.
“Desconocemos los motivos, y debido a eso nos entran unos 800.000 pesos menos, por lo tanto, se tuvieron que reformular pagos para continuar funcionando”, dijo la profesional.
“Esto se agudiza con la crisis de la pandemia ya que hace unos dos años que pagamos sueldos en dos partes, el 50 o 60% entre el 5 o 10 de cada mes y la siguiente fracción alrededor del 20, dependiendo de la entrada de Pami que este mes la recibimos el día 25. Eso reclaman los empleados, quienes por suerte por estas horas ya recibieron su salario completo del mes”, destacó Martínez.
“La queja es válida, pero otra cosa no podemos hacer”, añadió.
Días pasados se produjo una reunión entre autoridades del Instituto Médico Mitre y miembros del Ejecutivo Municipal, donde se planteó esta situación que impacta de lleno en el sistema sanitario.
Una alta fuente del gobierno local aseguró que, “acordamos un trabajo conjunto con las derivaciones de pacientes. Lo de las capitas permanece en un segundo plano ya que más allá de las intenciones, Pami regional elige donde van. No obstante, haremos gestiones ante Provincia para ver si existe algún tipo de ayuda económica para paliar el déficit financiero de la clínica”.
Oxígeno
Entre otras cuestiones que hacen a las tareas mancomunadas dentro de la crisis sanitaria, Martínez manifestó que, “estamos colaborando con el municipio y en beneficio de esta sociedad recibiendo pacientes con Covid-19 porque ellos (por el hospital Marino Cassano), tienen muchos respiradores, pero cuando superan 5 pacientes se quedan sin oxígeno. Nuestra institución cuenta con un generador por lo tanto podemos auxiliar a mucha gente”.
Paralelamente, la profesional hizo mención que “se perdieron diferentes especialidades en el IMM por distintos motivos. El primero es que estamos a 50 kilómetros de gente que trabaja con súper especialidades y el valor de la consulta está bajo, no justificándose para ellos el traslado, siendo esta la causa principal”.
“Por ese motivo no vienen o dejaron de asistir, hematólogos, nefrólogos y podría nombrar muchos más. Necesitan ciudades de mayor volumen para que en esa cantidad puedan tener un mínimo de pacientes”, concluyó Martínez.