Películas y series nacionales dieron cuenta del reclamo. Una perspectiva que aún tiene aspectos por explorar.
Por Victoria Ojam
El surgimiento en 2015 del movimiento #NiUnaMenos y el reclamo de cientos de miles de mujeres para visibilizar la violencia de género tuvo su correlato en series y películas nacionales como “Cada 30 Horas”, “Monzón” y “Crímenes de familia”, producciones que evidencian una mirada más cercana a la perspectiva de género sobre la temática, histórica y generalmente representada con naturalidad y sin intenciones de problematizarla.
Con un importante trabajo de mujeres realizadoras y guionistas detrás, y aunque todavía con aspectos por explorar, los terrenos cinematográficos y televisivos argentinos son de los de consumo cultural en los que más parecen haber hecho mella las demandas feministas durante los últimos años.
Si bien los cambios no comenzaron de un día para el otro y ya existían agrupaciones como la Asociación “La Mujer y el Cine”, fundada hace 32 años por la cineasta María Luisa Bemberg -la única directora argentina de ficción en ese momento-, entre otras; la formación del colectivo Actrices Argentinas y la aparición del tema como objeto de discusión hacia adentro del rubro dieron impulso a un viraje que aún está en marcha.
La violación masiva en la polémica “La patota” (1960, de Daniel Tinayre), un femicidio como excusa para una sesión de sinceramiento entre hombres en “La sartén por el mango” (1972, de Manuel Antín) y el abordaje directamente humorístico de conductas que hoy son consideradas controversiales, como cortar una pollera con tijera en vivo y en directo, son algunos de esos testimonios del mundo del entretenimiento que los feminismos pelean por resignificar.
Aunque esporádicas, en los primeros años después de 2000 comenzaron a verse algunas producciones que llevaban la problemática del machismo a una posición más cercana a la reflexión y al cuestionamiento, como lo hizo entre 2005 y 2009 la premiada “Mujeres asesinas”, la tira parte ficción, parte real emitida por El Trece y que llevó a la pantalla los contextos y los vínculos violentos que padecían las protagonistas antes de cometer los crímenes por las que se las acusaba.
En 2009, la fallecida directora Gabriela David estrenó “La mosca en la ceniza”, que narra con frontalidad el secuestro de dos amigas para explotación sexual, y dos años después apareció “Maltratadas”, el unitario escrito por Esther Feldman y Alejandro Maci que a lo largo de 12 episodios recorre casos de abuso sexual, verbal, laboral e incluso femicidios.
Un año después de la manifestación convocada tras el brutal asesinato de Chiara Paéz, la cineasta Alejandra Perdomo realizó el documental “Cada 30 Horas” (2016), en el que a través de testimonios de los padres de Wanda Taddei y de las madres de Julieta Mena y Ángeles Rawson, evidencia las formas en que los agresores se relacionan con las mujeres y destaca el esfuerzo de profesionales y militantes que promueven la concientización para generar un cambio cultural.
Por su parte, en 2019 llegó a la televisión local la serie producida y emitida por canal Space “Monzón”, la cual reconstruye la vida y la trayectoria de ese famoso boxeador y a su vez desmitifica al personaje, a través de un eje centrado en la investigación y el proceso que protagonizó luego de que en 1988 asesinara a su esposa, la modelo uruguaya Alicia Muñiz.
“Línea 137”, el también documental de 2020 dirigido por Lucía Vassallo y con guión de Marta Dillon, echa luz sobre el trabajo cotidiano que realiza el programa Víctimas contra las Violencias, dependiente del Ministerio de Justicia, para contener a las mujeres que sufren violencia de género.
Con otro tipo de narrativa, el año pasado pudo verse en la plataforma de streaming Netflix la película “Crímenes de familia”, de Sebastián Schindel y encabezada por Cecilia Roth, que busca exponer a través de dos historias en paralelo las diferencias en el significado y el tratamiento que la Justicia y el sentido común le otorgan a distintos hechos de violencia de género de acuerdo al estatus social y a los recursos.
De esa manera, potenciadas por los movimientos de mujeres que se mantienen en plena actividad y apoyadas en la capacidad de difusión que ofrecen las redes sociales, la temática y las formas de encararla desde una posición crítica al patriarcado prometen seguir presentes en filmes y series de cara al futuro.
Entre esos títulos por venir y que se añaden a esta adaptación de la industria a los tiempos que corren se encuentran “Femicidios”, la tira antológica que Pol-ka se encuentra trabajando desde el año pasado en conjunto con Buena Vista Original Productions, compañía propiedad de Disney.
Aunque se encuentra en un parate debido al contexto sanitario y las restricciones por la pandemia de coronavirus, la propuesta será relatar casos adaptados de la vida real ocurridos en Argentina, Brasil, Colombia y México desde la óptica en primera persona de las mujeres y haciendo foco en las características de la sociedad que las rodeaba.