La construcción de microtúneles de mimbre, como una alternativa económica para los invernáculos en la provincia de Buenos Aires, es impulsada por los técnicos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
Se trata de una tecnología que permite aprovechar un recurso de proximidad, reducir costos, simplificar su armado y mejorar las condiciones para la producción hortícola en el AMBA, un propuesta surgida del Prohuerta, un programa del Ministerio de Desarrollo Social y del INTA.
“En la región del delta bonaerense donde se concentra el 80 por ciento de la producción de la zona costera de los municipios de Berisso y Avellaneda, los microtúneles de mimbre son una alternativa económica a los invernáculos que le permite a los productores familiares reducir costos, facilitar su armado y mejorar las condiciones para la producción hortícola en el Area Metropolitana de Buenos Aires (AMBA)”, aseguró Marcelo Miranda, técnico del INTA Berisso.
Concentrada en un 98% en la región del Delta y la zona de la costa de los municipios bonaerenses de Berisso y Avellaneda, el cultivo del mimbre- una fibra vegetal que se obtiene de un arbusto de la familia de los sauces- es una actividad tradicional con producciones minifundistas y diversificadas combinadas con forestales, huertas, frutales, ganadería, apicultura y pesca, entre otras.
Si bien la actividad mimbrera está deprimida, respecto a décadas anteriores, por la competencia con el plástico, la gran multiplicidad de usos y aplicaciones que tiene el mimbre le otorgan un gran potencial. En especial, en un contexto de producciones agroecológicas, diversificadas y con facilidades para el agregado de valor con bajo costo de inversión.
En este contexto, técnicos del INTA AMBA y el Prohuerta, un programa del Ministerio de Desarrollo Social y del INTA, impulsan la utilización de este cultivo de proximidad para la construcción de estructuras de microtúneles para la producción hortícola.
“Se trata de túneles bajos implementados en las producciones hortícolas bajo cubierta en la temporada otoño-invierno. Su baja altura resiste mejor a los vientos, se adaptan a lugares abiertos, permiten afrontar inclemencias climáticas y ayudan al desarrollo de espacios verdes en las ciudades”, explicó Miranda.
En referencia a los microtúneles, Miranda señaló que emplear mimbre para la construcción de las estructuras es una técnica muy sencilla, fácil de manipular y armar en pocas horas y en diversos tamaños, según la necesidad.
“Nuestra intención es la de poder recuperar un cultivo tradicional, como es el mimbre representativo de la costa y darle usos alternativos para poder emplearlo en la agricultura familiar con composteras, canteros, cercos, espacios para sombras, más allá del uso tradicional de este elemento que es la elaboración de canastos”, concluyó el técnico del INTA.