Arte y Espectáculos

Improvisa2: “Le fuimos encontrando el arte a todo”

Tomás Cutler es quien dice la frase del título: desde 2003 crecieron como actores, productores, directores y hasta como musicalizadores. Sus compañeros, Mariana Bustinza y Gabriel Gávila, coinciden. Balance de muchos años de trabajo y de recorrido marplatense, en una charla amena, en la que recuerdan sus primeros tiempos y cuentan su modo de trabajo.

Cumplen diecisiete temporadas en Mar del Plata: desde 2003 a hoy no faltaron ningún verano. Empezaron a pulir sus improvisaciones en el ya desaparecido Museo del Mar, que estaba en la loma de la avenida Colón.

Desde entonces, no evitaron llevar sus shows a Miramar o, como ocurre este año, a Santa Clara del Mar. Pasaron, entre otros, por las salas del teatro Auditorium, de la Alianza Francesa, por el escenario de la Melany, el centro cultural Osvaldo Soriano y la sala La Nona del Provincial, estos tres últimos espacios son por los que transitan en 2020.

Mariana Bustinza, Tomás Cutler y Gabriel Gávila forman el trío Improvisa2, con el que se especializaron en las improvisaciones de humor y desde el cual se lanzaron como “actores, productores, directores”, dicen, y otros roles del oficio teatral.

Siempre apostaron por diversificarse: trajeron un espectáculo central y otros satélites en los que se dieron otros gustitos y mostraron sus otras facetas, además de la conocida como rápidos improvisadores. A veces fueron infantiles, piezas teatrales más convencionales, varietés o una sucesión de sketchs, como hacen este año en “Modo Risa”.

Autogestivos, emprendedores, los actores y la actriz trazan para LA CAPITAL un balance de estos años de trabajo, de crecimiento y de notables cambios en el modo de hacer reír. “Somos un poco Sarmiento en lo que es el trabajo”, se definen y cuentan que aún enfermos pisaron el escenario más de una vez para cumplir con las funciones de cada noche.

“Estudiábamos juntos en el Conservatorio (de Arte Dramático de Buenos Aires) habíamos hecho una obra con otra gente, en la que éramos como treinta actores. Yo me había hecho muy amiga de ella y después en los camarines me tocó estar con Tomy”, cuenta Gabriel. Así se conocieron y empezaron a pensar en la posibilidad de crear teatro juntos, bajo una modalidad poco conocida entonces. – ¿Cuándo llegaron en el 2003 ya estaban consolidados como grupo?

– Mariana: El grupo nació en Capital para venir para acá. Si estrenamos en enero, el grupo se formó en junio o julio.

– Gabriel: Teníamos unos meses juntos y dijimos “vamos a hacer un verano a Mardel…”

– Tomás: Eran ensayos de lunes a sábados, todos los días, ensayábamos en un comité.

– ¿Siempre tuvieron en claro que querían hacer improvisaciones?

– Tomás: Estrenamos las improvisaciones acá. Era un espectáculo muy económico de traer y era el primer verano, no teníamos idea con qué nos íbamos a encontrar. Yo vine en tren y volví en tren a buscar teatros, dormí una noche porque el primer día los teatros que vi no me habían gustado. Y el segundo día la compañera que vino conmigo se quiso ir y yo dije ‘me quedo, me quedo un día más y recorro todo’. Y ahí encontramos los dos teatros con los que vinimos las primeras veces: el Auditorium y el Museo del Mar.

– Gabriel: Eran dos espectáculos iguales pero el Auditorium no nos dejaba hacer el mismo espectáculo en otro lado. Entonces le pusimos a un espectáculo Improvisa2 Twist y al otro Improvisa2 Lunch.

-¿La experiencia de Improvisa2 les permitió crecer como actores?

– Mariana: Con Improvisa2 nos volvimos actores, productores, medio a los ponchazos terminamos formándonos en todo.

– Gabriel: Yo me hice actor, estaba estudiando, estaba en el tercer año del Conservatorio y era una aventura, una experiencia, no era consciente.

– Tomás: Creo que le encontramos el arte a todo, esta cuestión de producir tiene su arte, actuar es un arte, dirigir es un arte, elegir la música es un arte, creo que le fuimos encontrando el arte a todo.

– Mariana: Hacíamos todo nosotros, porque el primer año vinimos con Improvisa2, pero el segundo año también trajimos una varieté, siempre dirigimos, hicimos la puesta en escena, la música.

– Gabriel: El primer año trajimos un infantil que fue fatal.

– Mariana: Estaba buenísimo pero nos fue mal, en el verano es medio difícil hacer un infantil, estábamos en la Alianza Francesa.

Tomás: -Hemos visto cerrar varios teatros.

– ¿Qué es lo mejor que les dio el grupo?

– Mariana: Nos dio profesionalismo. Al principio no vivíamos del teatro, nos mantenían nuestros padres.

– Tomás: Lo que me da y lo que me dio es la posibilidad de proyectar, que para mí es un montón. En este país y en estas condiciones, esto de decir ‘Soy actor y en marzo cuando vuelvo (a Buenos Aires) tengo trabajo’. Creo que soy un privilegiado y hace diecisiete años que lo hacemos. Y es un montón poder proyectarnos y desarrollarnos como artistas, antes hacíamos temporadas de ocho o nueves meses, después supimos que las temporadas en Capital no son más de dos o tres meses y tenés que cambiar un espectáculo. Y nos fuimos adaptando a todo eso. Igual Improvisa2 somos nosotros tres. Gracias a mis compañeros puedo proyectar.

– Gabriel: A mí me dio un aprendizaje, esto de ser actor a ser generador de un proyecto. Y me da una cosa que no se cómo definirla… es tranquilidad, yo se que vengo acá y que me voy a quedar todo el verano como sea, como nos vaya. Nosotros venimos a trabajar y lo vemos como un trabajo.

No es que venimos a ver qué onda, no…

– Es decir, se lo toman en serio…

– Tomás: Es que no hay otra opción, esta carrera si no te la tomás en serio y si no la planteás como la planteamos nosotros tres es difícil seguir trabajando después de diecisiete años juntos. Si la prioridad no es el laburo y el proyecto, obviamente te va a ganar la individualidad.

– Y en estos años, ¿sienten que se fueron metiendo más en la movida alternativa de teatro marplatense?

– Mariana: Sí, este año queríamos estar en lo independiente, con alguna de las propuestas, porque siempre estamos en teatros comerciales, teníamos ganas de meternos más en el teatro independiente de Mar del Plata, que de a poco lo fuimos descubriendo.

– Tomás: También fue creciendo.

– Mariana: Nos empezamos a hacer amigos actores.

– Gabriel: Yo no estoy de acuerdo. Ella (por Mariana) sí, con sus obras se fue metiendo (N. de la R: trajo a Mar del Plata obras de teatro escritas y dirigidas por ella). Pero nosotros no estamos en teatros independientes, la gente que ve teatro independiente no nos viene a ver.

– Tomás: Pero estar en el centro cultural Soriano para nosotros es un primer paso.

– Gabriel: Creo que seguimos yendo a teatros que son para turistas. En el Provincial pasa gente de todo el país, nos va muy bien en el Provincial, paradójicamente mejor que en la sala Melany. Para mí tiene que ver con la ubicación, es un teatro que tiene la boletería a la calle, tenemos siempre muchas entradas anticipadas.

– Tomás: Pero el Radio City es de los pocos teatros que abre todo el año, sí es comercial pero es un teatro que tiene mucha identidad de Mar del Plata. Marcelo Marán es la cara de la cultura de acá. El Radio City es una embajada entre Capital y Mar del Plata. El Soriano es netamente marplatense y el Provincial está apuntando ahora a estar abierto todo el año, así que creo que no es casualidad que estemos ahí.

– Además, en estos años fueron testigos del cambio en la manera de hacer reír.

– Mariana: Este año creo que se hizo mas énfasis todavía, pero ya veníamos, cuando hicimos “Dillinger” ubicamos a la mujer y había una referencia al lugar de la mujer antes, pero era más inconsciente. Y después ya este año fue más directo, de hecho la obra Modo Risa la dirige Soledad Bautista, que es una directora feminista y la hicimos a propósito, buscamos una mirada que nos ubique bien.

– Modo Risa es políticamente correcta: se ríen de los discursos populares que discriminan, que excluyen, dejan en evidencia la homofobia, la transfobia…

– Gabriel: Era necesario, no queríamos quedarnos afuera. Estar diecisiete años es un montón y no queríamos quedar como antiguos. Acá en Mar del Plata todavía hay mucho humor de ese otro, en Buenos Aires no tanto, aunque siempre hay, del estilo “Mi mujer es el plomero”. Y yo no quiero eso, no quiero.

– Mariana: Igual nunca hicimos eso, ya en Reír no fue consciente pero hicimos personajes de madres provida, nos fuimos ubicando en ese lugar, la única denuncia que tiene Reír es la incoherencia de la gente: son unas madres provida que terminan pegándole a los hijos y en Modo Risa fue más directo, sabíamos adónde queríamos ir.

– Debido a lo que sucedió con el asesinato de Fernando Báez Sosa sorprende mucho el sketch que hacen de los rugbiers…

– Mariana: Estrenamos y pasó eso (por el crimen de Villa Gesell) y nos decíamos ‘Cómo hacemos esto ahora’. En realidad en ese sketchs se habla más de las clases sociales, no es la violencia del rugbier pero igual era imposible que la gente no conecte (con el suceso real). Por eso decidimos al principio decir que repudiamos lo que pasó, para que la gente no sienta eso de “¿me río o no me río?”.

– Tomás: El planteo en Modo Risa es “¿de qué te reís?, ¿che, me río o no me río? Es para que la gente vea eso, ¿nos vamos a reír de esto? Porque el teatro es esto, es el reflejo de la sociedad.

– ¿Sigue siendo un público mayoritariamente joven el que los sigue?

– Tomás: Hay de todo, en un comienzo sí había un público joven, pero hoy es variado, creo que tiene que ver con los precios. Las entradas son populares, queremos que el teatro sea popular, creemos que la cultura es un derecho. Las entradas en el centro cultural Soriano son de cien pesos y en Santa Clara estamos a la gorra.

– Son casi marplatenses, ¿cuándo se vienen a vivir acá?

– Gabriel: Lo pensé muchas veces.

– Tomás: Estoy entre Mar del Plata y Uruguay… acá tengo muchos amigos, pero en un futuro. Soy muy de proyectar.

– Mariana: Yo soy muy arraigada adonde vivo (Capital Federal). Ahora estoy fascinada con Santa Clara del Mar. La gente está afuera de las casas, comiendo asado, son todas casas. Me parece hermoso.

Te puede interesar

Cargando...
Cargando...
Cargando...