El presidente del Colegio de Escribanos de la provincia marcó su preocupación por el avance del Gobierno con la firma digital y el documento electrónico. Destacó el rol social de la entidad.
El presidente del Colegio de Escribanos de la provincia, Ignacio Salvucci, manifestó su preocupación por la caída del mercado inmobiliario, advirtió las consecuencias del avance de la firma digital y el documento electrónico y destacó el aspecto social de la entidad.
Salvucci visitó Mar del Plata para participar del Séptimo Plenario de Delegaciones del Colegio de Escribanos, donde representantes de las 17 delegaciones bonaerenses se juntaron “para compartir vivencias y resolver los problemas que cada delegación en particular tiene”, según contó en una entrevista con LA CAPITAL.
La “preocupación número uno” de los escribanos, indicó Salvucci, es “la avanzada digital del Gobierno”, que “pone el ojo en el sistema notarial anglosajón”, basado en “secutirizar las conflictividades una vez que ocurren”. “Eso no va con nuestra cultura ni con la cultura mundial”, aclara.
“Este Colegio, que tiene más de 130 años, viene trabajando con firma digital hace 23 años. Entonces uno, que es defensor de la seguridad jurídica, constantemente propone y ofrece nuestras soluciones y nuestros desarrollos al Gobierno para implementar los mejores sistemas. En cambio, el Gobierno desarrolla lo digital hace dos o tres años”, apunta.
– ¿Eso qué consecuencias puede tener?
– Cuando avanzan sin escucharnos o priorizando la comodidad o practicidad digital, a veces se vulnera algún derecho o algún aspecto de la seguridad jurídica. Repetimos constantemente que los atributos de la voluntad, que son discernimiento, intención y libertad, son aquellos por los que nosotros velamos cuando un ciudadano pone una firma, suscribe un documento o firma una escritura. No hay otra manera de hacerlo más que con un funcionario público que al momento de tomar esa decisión verifique que esa sea la voluntad del ciudadano, su intención, que su voluntad no sea cooptada y que tenga el discernimiento para entender lo que va a celebrar. Cuando se avanza por lo digital sin cuidar este aspecto, se abre una puerta enorme hacia la inseguridad.
– ¿Cuál es el principal cambio?
– Cuando los escribanos celebramos los contratos o intervenimos cuidando estos principios estamos resolviendo un problema de seguridad, que facilita el trabajo de la justicia, como una justicia preventiva: uno evita contingencias. Y lo evitamos muy bien, porque la conflictividad de origen notarial es insignificante, no hay. Por su parte, el Gobierno mira a un sistema anglosajón que justamente se para en la otra vereda, que es la de asegurar, securitizar las conflictividades. Entonces, ocurre una contingencia y aparece un seguro que lo cubre. Eso es como irse a otro mundo: salir de la seguridad jurídica preventiva e irse a una inseguridad controlada. No va con nuestra cultura, pero tampoco va con la cultura mundial.
– ¿Lo puede explicar?
– El mundo tiene dos sistemas notariales: el nuestro, que se llama romano-germánico, y el anglosajón. El nuestro, además de ocupar dos terceras partes del mundo, es el que se expande, es el que sostienen las naciones más importantes, como Francia, Italia, Alemania, Japón e incluso China. Entonces, que el Gobierno ponga el ojo en el anglosajón, que es el pasado, nos da miedo.
– Lo cambio de tema. ¿Cómo observa esta caída que se ha producido en el mercado inmobiliario?
– El Colegio de Escribanos publica sus estadísticas, que son las que toman todos los medios. La reducción de la compraventa en la comparación interanual cayó en febrero un 35% y las hipotecas, un 84%. Son números enormes, peligrosísimos, que muestran un deterioro importante del mercado. Vemos que, mientras tengamos un dólar que fluctúa tanto, no se dan las condiciones de estabilidad para que la gente cierre sus operaciones. Y sin crédito hipotecario motorizado por el Estado no es viable el desarrollo de la actividad inmobiliaria. Con el agravante de que esa actividad motoriza, a través de la construcción, a muchos otros gremios. Entonces, que no haya créditos y que haya tanta inestabilidad, incluso de la moneda estadounidense, paraliza gravemente el mercado inmobiliario.
– Ninguno de esos dos obstáculos parecen tener solución.
– Entre los dos percances, la inestabilidad monetaria y la falta de créditos, el peor es la falta de créditos. Este país y sus ciudadanos están adaptados a la inestabilidad monetaria. Entonces, cuando se produce un movimiento del dólar en un escenario en el que la gente está cerrando una operación, rápidamente se ponen de acuerdo haciendo concesiones. Sin embargo, la falta de crédito paraliza el mercado inmobiliario. Y además, cuando se debe a tasas de interés tan altas promovidas por el Banco Central, obviamente se desalienta cualquier tipo de inversión, de colocación y de impulso al mercado inmobiliario.
– ¿Cuál es el rol social del Colegio de Escribanos?
– Estamos consustanciados con nuestras comunidades. En cada pueblo hay un escribano, y cada escribano tiene noción de la problemática social que atraviesa su comunidad. Desde el Colegio trabajamos para sostener varios programas que tienen que ver con la ayuda social.
– ¿Como cuáles?
– Tenemos un programa en combinación con el Estado a través de un órgano que se llama Opisu (Organismo Provincial de Integración Social y Urbana) para constituir asociaciones sin costo; sobre todo asociaciones barriales, deportivas, humildes, con todo el efecto social que tiene eso, de sacar a la gente de las villas, de situaciones de peligro o riesgo. Desde el Plan de Regularización Dominial, que significa darles las escrituras a los particulares sin costo, el Colegio ya ha entregado más de 126 mil escrituras. Eso es una transformación de la realidad habitacional provincial. Además, sostenemos distintos programas que tienen que ver con el asesoramiento. Los escribanos como funcionarios públicos no cobramos, nos debemos al ciudadano, y para eso lo ratificamos a través de jornadas que se llevan a cabo una o dos veces al año, en la que los escribanos vamos a las plazas y otros lugares de encuentro para que la gente nos haga sus consultas.
Obsequio
El presidente del Colegio de Escribanos de la provincia, Ignacio Salvucci, entregó ayer una placa al director del Multimedios LA CAPITAL, Florencio Aldrey. Hace mención a la realización del Séptimo Encuentro Plenario de Delegaciones y al 130° aniversario de la fundación de la institución, cumplido este año.