Personal de la Delegación Departamental de Investigaciones buscaba Facundo Nahuel Roldán desde hace más de cinco años por el homicidio de José Falsa (31). Y falso era el nombre con el que figuraba alojado en el penal de Alvear.
A José Ariel Falsa (31) lo mataron de un tiro en el pecho el 14 de junio de 2011. No tardó más de dos meses la policía en saber que el asesino había sido Facundo Nahuel Roldán, pero se demoró más de cinco años en encontrarlo: hace pocas semanas descubrieron que estaba preso en el penal de General Alvear, con otra identidad.
El crimen de Falsa se produjo en la intersección de las calles 41 y Brumana, por cuestiones vinculadas al mundo del hampa. Tanto la víctima como el victimario tenían, al momento, numerosos antecedentes delictivos. Y, como suele ocurrir cuando los hombres con prontuario no se ponen de acuerdo, uno de ellos terminó muerto.
Sin embargo, el principal conflicto de Roldán no era con Falsa. Al parecer, y de acuerdo a la información que la policía recabó en aquella época, en el sitio mencionado se encontraba un grupo de habitantes del barrio Las Heras con el que el delincuente estaba enemistado.
Las causas del enfrentamiento estaban vinculadas al robo de una escopeta y la declaración de uno de los presentes ante la Justicia, como testigo del hecho. Ese testimonio había motivado un allanamiento en la casa de Roldán, quien desde 2005 acumulaba antecedentes por robo calificado, abuso de armas, lesiones, resistencia a la autoridad e infacción a la ley 23.737 de Estupefacientes.
Lo cierto es que, según la causa que luego se instruiría, aquella tarde de junio de 2011 el peligroso delincuente arribó en moto al lugar y comenzó a disparar hacia los presentes. Tres corrieron y lograron escapar pero uno, Falsa, cayó al suelo luego de recibir un tiro en el pecho. De inmediato, Roldán huyó a toda velocidad y en dirección desconocida.
Con una serie de averiguaciones, y la declaración de algunos de los testigos del hecho, la Justicia y el personal de la Delegación Departamental de Investigaciones no demoró demasiado en identificar al autor crimen de Falsa. Pero sí lo hizo en atraparlo.
Habían pasado, hace dos meses, poco más de cinco años de ocurrido el caso cuando los uniformados tomaron conocimiento de un dato clave: el asesino, ahora de 24 años, podía llegar a estar preso en la Unidad Penitenciaria Nº 30 de General Alvear, con otro nombre y apellido. Y detrás de esa información fueron.
Gonzalo Manuel López Villarino o, en realidad, Facundo Nahuel Roldán estaba detenido en el marco de una causa diferente. Y para descubrirlo fue necesaria una orden judicial de cotejo de sus huellas digitales con las del delincuente originalmente buscado.
Los resultados de la diligencia fueron positivos: Villarino era, en verdad, Roldán, y su detección llevó a esclarecer un caso que parecía enterrado en el misterio de una fuga perfecta. Finalmente, la Justicia tomó conocimiento de la verdadero nombre del delincuente, que sigue preso y, además, imputado por el homicidio de Falsa. Porque su falsa identidad no le alcanzó para escapar del destino.