Los textos pertenecen al poeta local Gastón Sequeira.
Por Gastón Sequeira (*)
Hoy llueve
la piel orlada entre las aguas de tu cuerpo
quedó ahí toda la gente paralizada
ni el cambio de gargantas debilitó el grito
los humos del pensamiento y el deseo
enraizado hacia la eternidad
la hosca tentación de llamarte
desde los techos resbaladizos
desde el musgo de las tejas
de este precipicio donde me sostengo con dos dedos
el del amador y el de pedir
el que sostiene las partes del desgarro
el que quiere la vasoconstricción
el que absorbía el sudor de tus ojos
tu sonreír incontenible la plumita en nuestras manos
en el aliento que exhalamos y se mezcló para siempre
hoy llueve entre mi pecho y mi espalda
hoy llueve sobre nuestros rostros de sábado
llueve aquel instante en que dijiste
recordemos este perfume para siempre
este día inolvidable en que fuimos amor en que somos amor
a pesar de no saberte te sé
te leo una a una las capitas del alma
el sabor de tu saliva que hoy ya es mía
y me impide la resignación
Albor
mi memoria sentada sobre tu sombra
recibe polvo de tu piel
cómo descascarar la roca? – me pregunto
un infame tallo de sueños me espina
así grafía el ansia / deseo sobre el ser/cuerpo
voy a temblar como mi labio sobre el tuyo
vacío como este momento de no saberte
he pisado un hueso antiguo y astilla
entre polvo tras astilla convalezco apestado
dentro del pasadizo secreto / desconocido
desde el día de tu vida habida y por haber
esta silla tan mármol y fuego no permite
que huyan las piernas endurecidas
para correr hacia aquella esquina nocturna
a la cual regresaría todos los momentos
al barquito rojo que aún no zarpa
aguardándonos entre aguas violáceas
y ausencias del San Juan
nuestras miradas no descansan ante
la plena distancia
aunque los encuentros sorpresivos
nos hayan tirado en las bocas todos los besos
y ahora todo sea lejanía /no quita el amor la lejanía
no perece el maldito ni el frío
ni la tibieza de la alborada que nos atrapa al despertar
Oración a la que dormita
está en la oscuridad del viento
está perdida encerrada
en su prisma que no late
agoniza
ama a quien desama desamora
la encierran las muecas de su jardín
el paraíso de sus sierras
desoye el silbido de las martinetas
se pierde en las sorpresas de sus vuelos
dormita la tibieza nocturna
su frente tiembla sobre la almohada enajenada
se fue hace tiempo de la casa impía
infame
aguarda que un río de aguacero
la coloque de frente a su amador
el que solloza sobre las madrugadas
el que vibra detrás de su nombre
olvidó todas las muñecas de la infancia
es un latido tenue en la palma
en su espuma fecunda
ante los barcos que llevan el nombre
pintado a mano alzada
sobrevuela las playas que desea y no desciende
se autoflagela con la tinta de su boca
de las palabras que la acechan
es una flor radiactiva
un cuerpo que no responde a sus pies
quiere huir quiere llegar al mar
que la besa de ida y vuelta
(*) Sequeira es un poeta de Mar del Plata, autor de varios libros de poesía y organizador del tradicional ciclo Palimpsestos, especializado en poesía contemporánea.