Autoridades del Centro Vasco “Denak Bat” de Mar del Plata rindieron homenaje este lunes a las víctimas de Gernika en el 84° aniversario del icónico bombardeo.
En la plaza San Martín, en el sector ubicado frente a la Facultad de Derecho, las autoridades de la entidad que congrega a todos los vascos colocaron una ofrenda floral al cumplirse un nuevo aniversario del bombardeo llevado a cabo el lunes 26 de abril de 1937.
Encabezados por su presidente, Asier Iriberri Plazaola; su vicepresidente, Gustavo Elichiribeheti; y su secretario, Ignacio Oreja, los integrantes de la comisión directiva del Centro Vasco, en representación de toda esta corriente migratoria, desfilaron con claveles en mano frente al retoño del árbol de Gernika, que fuera emplazado hace varios años en la ciudad y que el Ente Municipal de Servicios Urbanos cuida a diario. La ceremonia se realizó cumpliendo todos los protocolos sanitarios.
“Es un día triste, que tiene un significado muy especial para el pueblo vasco y no queríamos dejar pasar la oportunidad de recordar esta importante fecha, por respeto a toda la gente inocente que perdió su vida en el ataque. No podremos esta vez realizar nuestros bailes, ni entonar el Gernikako Arbola, esa hermosa canción de José María Iparaguirre, pero quisimos estar presentes para demostrar que no es un día más para nuestra patria”, señaló el presidente del Denak Bat, Asier Iriberri Plazaola.
El bombardeo
Hace 84 años, en 1937, la aviación alemana llevó adelante el primer bombardeo sobre una población civil, a manera de ensayo, de lo que luego sería habitual en la Segunda Guerra Mundial.
Fue en este pueblo, ubicado en las cercanías de Bermeo, provincia de Biskaia, y -según los datos del gobierno autónomo vasco- murieron 1.645 personas inocentes, mientras que otras 889 resultaron heridas. En cuestión de horas, el 85% de la localidad fue devastada.
A pesar de este criminal ataque, al lado de la Casa de Juntas, el Parlamento Vasco por aquellos días se mantuvo en pie el roble en el que se tomaban las principales decisiones. Es por ello que este árbol tiene un significado especial para el pueblo vasco.
Hoy Gernika tiene 17.000 habitantes y fue reconstruida, tras muchos años de sacrificio, por los habitantes del lugar y el gobierno autónomo.