El entrenador del seleccionado argentino de básquetbol reconoció que el equipo dio buenas señales durante la preparación.
Por Florencia Cordero
El entrenador de la Selección Argentina de básquetbol, Sergio Hernández, reconoció que el equipo está dando buenas señales en la etapa de preparación, pero remarcó que la gran exigencia comenzará el domingo ante Nigeria.
Después del segundo entrenamiento en el Parque de los Atletas de Barra de Tijuca, el coach del conjunto nacional analizó el momento del equipo y destacó la importancia de valorar lo que genera el espíritu olímpico.
-¿Cómo ves al equipo?
-Tuvimos unos resultados en Argentina que nos ilusionaron mucho. Hacía mucho tiempo que no le ganábamos a las potencias europeas. De manera consecutiva conseguimos el triunfo ante Lituania, Croacia, Serbia y Francia, que son los mejores del mundo después de Estados Unidos. Eso nos genera ilusión Es un señal de que vamos por el camino correcto y que tenemos con qué competir. Este es un equipo tan mixto con cuatro jugadores que están en el final de la carrera. Y del resto, la mayoría están en el principio. Era una incógnita saber qué iba a pasar cuando enfrentáramos a potencias que están acostumbradas a esto todo el tiempo. Por ahora, tenemos un aprobado pero ahora empieza lo verdadero y supuestamente va a ser más duro todo.
-¿Imaginabas que se podía llegar acá de esta manera?
-Remontémonos a un año atrás. Era muy difícil clasificar a los Juegos Olímpicos. Cuando empezamos la preparación no pensamos que les podíamos ganar a todos los europeos que vinieron a jugar en serio más allá de que fueron amistosos. Estamos mucho más allá de lo que pensamos. Pero a partir del domingo empieza a escribirse otra historia que es la oficial en la que todo puede pasar. Argentina puede clasificar bien y tener acceso a una medalla o puede no pasar de zona.
-¿Cambia el objetivo con lo que se vio en la preparación?
-Nosotros no podemos engañar a la gente diciendo algo que no es. Cuando nosotros íbamos por medallas lo decíamos clarito. En este caso no digo que no sea el objetivo, pero acá el primer gran objetivo es pasar de zona.
-¿Cómo están respondiendo los más jóvenes no solo al trabajo diario sino también a vivir la primera experiencia olímpica?
-Es una maravilla porque los grandes les aconsejan que no solo estén pendientes del resultado del partido, que también es importante, sino que absorban todo lo que espíritu olímpico genera y que aprovechen esta experiencia social que significa estar en la Villa. Ya estar en un Juego Olímpico como espectador es una cosa diferente. Y mucho más estar dentro para un chico de 24 ó 25 años. Para cualquier persona. Yo entré a una Villa Olímpica a los 44 años, cuando nunca pensé que me iba a tocar estar porque a los 15 me di cuenta que no era un deportista olímpico. Y la vida me da ahora a los 52 años mi tercer juego. Sigo levantándome a la mañana con una sonrisa recordando que estoy en un lugar donde hay 20.000 personas sobre 10 mil millones que hay en el mundo. No podes estar de otra manera que no sea estar feliz.