Por Pablo Garcilazo
Entre muchas cuadras, sobre Mar del Plata, se prefigura un deseo de miles de vecinos y vecinas: el asfaltado de las calles en los barrios alejados del centro de la ciudad.
Durante casi todo el siglo XX, la tierra y las piedras hicieron nuestras calles. Con la vuelta de la democracia, el por entonces intendente Ángel Roig tuvo un rol clave en el engranzado de muchísimas calles de los barrios, como manera de nivelarlas y paliar situaciones de mucho deterioro para el simple andar diario.
El eje motivador de estos deseos es un buen acceso a ella, una mejor movilidad urbana, cuadras más limpias, ingresos del colectivo al barrio, colocación de desagües y dejar de a poco en el olvido las aguas de las lluvias sobre la tierra.
La lluvia, protagonista de muchos sábados, madrugadas, noches frías, inundaciones, parece siempre buscarlo a él…
Has faltado pavimento
Ya hubo tierra, después granza
¡Ya cemento!
El barrio en el barro
El colchón, el piloto amarillo, el gomón chinchorro
Las botas de goma y la boca de tormenta
¡Los arroyos se desbandan! ¡Rebalsa el pozo ciego!
¡Cuidado el agua baja por allá! ¿Cómo que el bondi no quiere entrar?
Perdimos todo lo que teníamos… ¡los chicos así no van al cole!
¿Qué paso pavimento? ¿Por qué nadie te quiere asfaltar?
Los días de lluvia muy fuerte, el vecino siente que no solo las aguas mojan y provocan lodazales, inundaciones, dificultades para trasladarse, sino también mojan expedientes (como diarios mojados) en donde nunca se explicó por qué en los planos municipales figuran calles asfaltadas que nunca se hicieron o si se pavimentaron fue en capas tan finas y al ras, provocando más problemas que los que pretendían solucionar.
En algunas ciudades, las calles de tierra y piedras son una oportunidad para preservar el ecosistema, darles una estética natural y estratégica para preservar el agua y sus distintas vertientes. ¿Un camino posible? ¿Una vuelta de tuerca distinta y ecológica? Decisiones políticas y ambientales.
Pavimento, no te has ido… estarás o estáas como parte del deseo de cada barrio escondido o latente por ahí. Presente.
—-
Mirar como si fuera la primera vez lo cotidiano de nuestra ciudad y su gente. Con ese fin nacieron estos escritos, que se desprenden de los micros radiales “Acercando el oeste y Mar del Plata”. Son voces barriales desde la salud, la comunicación y la integración comunitaria.