Fue encontrado entre los acantilados costeros de la Playa Paradise. Se trata de una especie que puede ser considerada autóctona, ya que se originó y evolucionó en Sudamérica.
Los acantilados costeros de Playa Paradise (UTF Playa Dorada) proporcionaron un nuevo hallazgo paleontológico. Se recuperaron restos de un gliptodonte llamado Plohophorus, un tipo de mamífero acorazado prehistórico perteneciente a la fauna sudamericana, que puede ser considerado como una especie autóctona, ya que se originan y evolucionan en Sudamérica.
Durante el Cenozoico estos armadillos llegaron al gigantismo y se consideran integrantes de la megafauna, es decir animales con más de 1000 kilos de masa corporal. Estos mamíferos placentarios poseían un caparazón dorsal compuesto por placas firmemente fusionadas y que presentan distintas ornamentaciones.
Además, poseían una cola acorazada que recibe el nombre de tubo caudal y que se articulaba con el resto del cuerpo a través de anillos caudales.
El staff de profesionales del Museo Scaglia, pudo recuperar el tubo caudal y un anillo caudal parcial. Anteriormente se recuperó en el mismo lugar restos del caparazón dorsal. El tubo caudal se encontraba en posición subvertical, lo que demandó una ardua tarea de excavación que duro más 6 horas.
Esta estructura ósea masiva que recubría la cola de los gliptodontes les permitía defenderse de predadores y seguramente eran utilizados en los machos como arma de combate por la posesión de las hembras. El tubo caudal de Plohophorus tiene una gran belleza escultural dada por su particular ornamentación de figuras circulares grandes rodeadas de hileras de figuras circulares más pequeñas generando un patrón, es el arte de la naturaleza.
Este nuevo material proviene de niveles estratigráficos con una edad entre 3 a 2.5 millones de años, edad conocida en toda Sudamérica como “Marplatense”.
Esto se debe a que Mar del Plata posee las secciones sedimentarias más representativas de ese momento del tiempo en todo Sudamérica. No es para nada frecuente encontrar restos de gliptodontes tan antiguos y completos de esta antigüedad, pero en Mar del Plata esto es una cautivante excepción.