Policiales

Habla la abogada marplatense de Pachelo: “Espero que algún día se sepa quién mató a María Marta”

De paso por su ciudad natal, Raquel Pérez Iglesias habló del caso García Belsunce, a dos días del veredicto absolutorio de su cliente. "Los robos que cometió los confesó: ellos quisieron limpiar su nombre socialmente encontrando un culpable, pero él es inocente", afirma.

Cuando estalló el caso García Belsunce, la abogada Raquel Pérez Iglesias recién acababa de instalarse definitivamente en Buenos Aires. Nacida, criada y formada en Mar del Plata, había dado sus primeros pasos en el Juzgado Penal Nº 1 de esta ciudad y ejercido, también, el derecho penal de manera particular.

Por aquellos días finales de 2002, y luego de un año en el que la prensa no había hablado prácticamente de otra cosa que no fuera la crisis económica, la sociedad argentina toda quedaba envuelta en una intriga que, dos décadas después, todavía nadie logró extinguir. “¿Quién mató a María Marta?” era y es la pregunta recurrente.

“Nicolás Pachelo no fue”, afirma Pérez Iglesias, quien en esa época de plena mudanza seguía “a medias” y a través de los diarios, la radio y la televisión los vaivenes de la polémica causa. Por esas vueltas de la vida, la marplatense pasó de ser una normal consumidora de las noticias vinculadas al sangriento y misterioso hecho, a una protagonista clave en los últimos meses. Es que la abogada se sumó hacia fines de julio último a la defensa de Pachelo en lo que fue el tercer juicio por el crimen ocurrido en el country Carmel de Pilar. Y el debate finalizó con la absolución de su cliente en lo que respecta a aquella acusación que “lo persiguió tanto tiempo, y marcó su vida y la de sus hijos”.

María Marta García Belsunce.

De regreso en la ciudad por algunos días, Pérez Iglesias dialoga con LA CAPITAL y cuenta que conoció a Nicolás Pachelo en 2015, cuando éste la contrató por recomendación de otro recluso, con el objetivo de que asumiera su defensa mientras lo imputaban por vender drogas sintéticas en fiestas VIP organizadas en quintas del conurbano bonaerense. En 2019, y por esos cargos, el entonces sospechoso de matar a María Marta García Belsunce fue condenado a dos años de prisión en suspenso.

“Cuando me llamó (Pachelo) no me sorprendí, sino que hice lo que hago siempre y que es lo que aprendí con mi formación: me puse a analizar de qué manera podía ayudar”, explica la abogada. Y continúa: “Nunca fui de seguir mucho lo que se dice en la prensa. Conocía el hecho obviamente, pero desde que me inicié acá en el Juzgado Penal Nº 1, cuando estaba el juicio por el caso Monzón, aprendí que no me puedo fiar demasiado de lo que sale a nivel mediático. Yo veía la diferencia abismal entre la causa y lo que se comentaba adentro del juzgado, y lo que salía en la prensa… Y era tan disímil una cosa de otra; había una diferencia tan grande… Así que cuando me convocaron el desafío fue interiorizarme y tener una mirada en función de lo que es mi perspectiva”.

De esa intervención surgieron entonces sus primeras conclusiones. La pregunta de LA CAPITAL, entonces, es directa: “¿Pachelo es inocente o no hay pruebas para demostrar que es culpable?”. La respuesta de Pérez Iglesias, también. “Las dos cosas: es inocente y consecuentemente no hay pruebas para condenarlo. Sin perjuicio de lo cual, esta (señalarlo a Pachelo) fue la estrategia de (Carlos) Carrascosa (viudo de la víctima) ya para el juicio que él transitó en 2007 en el que lo condenaron por el delito de ‘encubrimiento’. Y después, ante un tribunal de casación, se lo condena como autor del homicidio. La Corte Suprema le reconoció el derecho al recurso constitucional de doble conforme y ordenó que otra sala de casación revisara el fallo, y ahí lo absolvieron”.

Raquel Pérez Iglesias durante la entrevista concedida a LA CAPITAL: “Cuando me convocaron me puse a analizar de qué manera podía ayudar”, aseguró.

La abogada marplatense señala que “el hecho fue el 27 de octubre de 2002 y desde diciembre de 2002, cuando se supo que esto había sido un homicidio, la familia García Belsunce se lo atribuyó a Nicolás, y desde entonces él se sometió a pruebas de ADN, en brindar su sangre, y en ser interrogado en cuanto a qué había hecho él ese día”. “Se le intervino el teléfono y tuvo un trato como imputado pero con una estafa de etiquetas, porque durante todos esos años se lo tuvo supuestamente como testigo en la causa pero tratándoselo como imputado, hasta que en 2017 se lo convoca a prestar declaración indagatoria a los efectos de interrumpir la prescripción que estaba operando… Estaba como sentado en el banquillo de suplentes de los acusados a la espera de salir a la cancha frente al fracaso de otras alternativas acusatorias, de modo tal que no fue una sorpresa, si bien siempre se supo inocente y sostuvo su inocencia”, agrega.

Conflicto intrafamiliar

En su explicación sobre las idas y vueltas judiciales del caso García Belsunce, tal vez el más emblemático de la historia policial argentina, Pérez Iglesias indica también que en 2011 hubo otra condena por encubrimiento familiares directos y amigos de la víctima, sentencia que fue confirmada otra vez por el mismo recurso de doble conforme. Es decir que -remarca la letrada- “12 jueces distintos fallaron en el mismo sentido acorde a lo que fallan estos tres jueces ahora, absolviendo a Nicolás, señalando que pareciera que este hecho debe explicarse dentro de una conflictiva familiar, que está allí sin haberse podido determinar el autor”.

“Carrascosa, a lo mejor, no fue y lo absolvió ya una sala del tribunal de casación, pero no sabemos si no fue otro familiar. Y en su momento pasó que se encontró en la escena del crimen una bombacha de campo de mujer ensangrentada y aparece ADN de sangre de otra mujer que no es María Marta en un pedazo de alfombra donde Carrascosa le apoyó la cabeza al sacarla de la bañera. Entonces, ¿quién fue?”, se pregunta, en forma retórica, Pérez Iglesias. En esa línea, tal cual lo hizo Pachelo la semana pasada, la sospecha apunta a Irene Hurtig, la media hermana de María Marta.

Y entonces añade: “En un momento la fiscalía solicitó la detención de Irene Hurtig y un juzgado de Garantías no la concedió. Yo no estoy diciendo que sea Irene, y es más, Nicolás también aclaró que no había pruebas pero que era una explicación plausible”.

Respecto de la razón por la cual la familia García Belsunce acusó desde el comienzo a Pachelo, Pérez Iglesias expresa que “ellos quisieron limpiar su nombre socialmente encontrando un culpable y porque hay juicios civiles multimillonarios contra el Estado”. Si bien no desconoce que su defendido robaba en casas de countries “como él mismo lo confesó”, subraya que se trata de hechos “con un modus operandi totalmente distinto”.

“La modalidad de los hechos que él realmente sí cometió se conoce como ‘escruche’, como aparece en la causa que él había tenido en 2005. Son robos sin armas, sin violencia con relación a las personas… Y normalmente están horas haciendo inteligencia de un lugar para asegurarse de que no haya gente, esperan a que se haga de noche para ver que no se prenden luces, tocan el timbre muchas veces y demás. Hay toda una observación previa para asegurarse de que no hay personas dentro, son hechos muy distintos. Y Nicolás los confesó y hasta a algunas personas conocidas inclusive les devolvió parte del botín y demás”, fundamenta la abogada.

Carlos Carrascosa arribando a Tribunales. Foto: Télam | Victoria Gesualdi.

En suma, Pérez Iglesias menciona que de la vivienda del matrimonio García Belsunce “no faltó nada, porque quedó en claro que la cajita metálica esa de la que se hizo mención hasta las Asociación Damas del Pilar hizo presentaciones en el sentido de decir que no les había faltado nada”. “Carrascosa le agregó también que en un estuche tenía una suma menor y que pudo haberla entregado ese día en propina a la gente que fue a retirar el cadáver. Toda la evidencia demostraba que ahí no había sucedido una escena de un robo donde nadie revisara nada”, fundamenta.

Ellos de entrada dijeron: ‘Fue Pachelo’, y hubieron dos tribunales -los Nº 6 y Nº 1 de San Isidro- que se expidieron con relación a Pachelo como si fuera un juicio en ausencia dedicándole un capítulo y diciendo que las pruebas no son indiciarias con relación a él”.

Finalmente, Pérez Iglesias confía en que a pesar de que “se hizo todo mal” desde “todas las partes” la verdad “pujará por emerger a la luz”. “El tiempo siempre acomoda los melones en la camioneta. Yo espero que con los años algún día se sepa quién mató a María Marta”, augura.

Presente laboral

Pérez Iglesias cuenta que si bien este juicio le dio visibilidad, desde que se mudó definitivamente a Buenos Aires después de idas y vueltas constantes para trabajar allí en los ‘90, fueron muchos los casos importantes los que llevó adelante. Entre ellos, destaca la defensa del fiscal Carlos Stornelli que tiene a su cargo desde noviembre de 2019, cuando el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, lo procesó por el delito de “asociación ilícita”.

“Yo no soy mediática, pero para mí esa es una defensa muy significativa. Mi formación, por la cual tengo que agradecer a mis maestros, que fueron Reinaldo Fortunato, Roberto Falcone y Marcelo Madina, entre otros, me ha llevado a sentirme muy honrada en esta profesión”, concluye la abogada marplatense.

Te puede interesar

Cargando...
Cargando...
Cargando...