El ministro de Justicia bonaerense brindó detalles del nuevo sistema para elegir magistrados en la provincia y enumeró mejoras en el sistema judicial que ya se aprobaron.
El ministro de Justicia de la provincia de Buenos Aires, Gustavo Ferrari, aseguró que con las reformas judiciales que se están implementando en el distrito, “la dependencia política y la afinidad ideológica no va a definir nunca más las ternas” que se conforman para elegir jueces, porque eso dependerá exclusivamente “del desempeño y los antecedentes” del postulante.
En una entrevista con Télam, Ferrari dio detalles del nuevo sistema para elegir jueces en la provincia y enumeró mejoras en el sistema judicial que ya se aprobaron.
“Es un camino que se inició cuando asumimos y con la gobernadora (María Eugenia) Vidal empezamos a pensar en dejar huella en el sistema judicial”, contó Ferrari, en un alto de su trabajo en La Plata.
Entre las medidas que mencionó como parte de la reforma, señaló que ya fueron presentados en la Legislatura el nuevo Código Procesal Penal, el Código Civil y Comercial y el Contravencional, y se aprobó la nueva Ley de Procedimiento Laboral.
También hay un nuevo sistema de enjuiciamiento de magistrados, y una Comisión de Mapa Judicial, con integración mixta de los tres poderes, que monitorea las necesidades de la Justicia y responde a esas demandas.
Naturalmente Ferrari abordó el tema que fue noticia en los últimos días, esto es la nueva ley de selección de magistrados, que empieza a implementarse este año.
“La dependencia política y la afinidad ideológica no van a definir nunca más las ternas, sino el desempeño y los antecedentes” del postulante, señaló Ferrari sobre el eje del cambio.
Para el funcionario, se trata de “objetivar los criterios de selección” para que las ternas que se elevan al Poder Ejecutivo queden conformadas por “los mejor evaluados”.
“Hoy un postulante que quedó número 37 en la selección puede integrar la terna, porque no hay orden de mérito”, explicó el ministro, para quien hasta ahora había “mucha participación de la política en la selección”, y pesaba mucho “la recomendación de algún intendente o senador”.
“Nosotros estamos elevando la vara en la selección de jueces, además de que creemos en la autolimitación de la política y en evitar la discrecionalidad”, sostuvo.
Para llegar a esta selección, se implementarán medidas graduales. “Primero habrá exámenes orales videograbados”, disponibles en la web del Consejo de la Magistratura, lo que traerá “mayor control social” sobre la selección del candidato.
La otra iniciativa, que estará lista en 2021, será una Escuela Judicial.
“No basta el título de abogado, o trabajar en un juzgado para postularse. Buscamos que no se haga la experiencia sobre los problemas de la gente, sino que primero se aprenda a ser fiscal, defensor o juez”, reseñó.
“Con el resultado obtenido en la escuela judicial, los antecedentes, más el examen oral videofilmado, se conforma una nota que forma un orden de mérito del candidato”, resumió.
Consultado en otro tramo de la entrevista sobre la situación penitenciara actual, sostuvo: “Nunca ocultamos la realidad que vimos desde el primero día, y nos pusimos a trabajar la habitabilidad” de las cárceles.
En ese sentido dijo que para fin de este año habrán construido “3.000 plazas nuevas”.
“No alcanza, necesitábamos una política permanente de construcción de nuevas cárceles, porque algunas son del siglo XIX, pero si desde ahora no se entiende que tiene que ser una política de Estado, habrá superpoblación siempre”, se lamentó.
Ferrari agregó que con la nueva política criminal “hay 11.000 presos nuevos” en lo que va de esta gestión y que se debe asumir que “hay que dedicar esfuerzo y recursos” al sistema penitenciario.
“Reivindicamos nuestra mirada integradora del tema, porque la cárcel no puede ser un intervalo entre dos delitos, sino que debe restablecer el vínculo de esa persona con la sociedad”, apuntó.
En ese sentido destacó como ejemplo la Cárcel Modelo de Jóvenes (el nuevo Penal 57 de Campana) con un centro de rehabilitación de adicciones abierto las 24 horas, y la prioridad de que los internos terminen sus estudios.