El intendente aseguró que no piensa "hacer una discusión política en torno a la seguridad". También descartó abandonar la ciudad si lo convocan para ser ministro. Pidió “desdramatizar” las PASO y remarcó que Mar del Plata "no va a sufrir discriminación” si Juntos llega al gobierno nacional y provincial.
El intendente Guillermo Montenegro afirmó que, en materia de seguridad, “el enemigo es el delincuente”, consideró que Mar del Plata “no va a sufrir discriminación” como en los últimos cuatro años si Juntos por el Cambio llega a gobernar la Provincia y la Nación y pidió “desdramatizar” las PASO.
En un mano a mano con LA CAPITAL que tuvo lugar el jueves en el Centro de Operaciones y Monitoreo (COM), el jefe comunal descartó la posibilidad de irse si lo convocaran para un Ministerio, remarcó que el principal adversario político sigue siendo el kirchnerismo y calificó al acuerdo entre Fernanda Raverta, la directora ejecutiva de la Anses, y Gustavo Pulti, el líder de Acción Marplatense, como “electoralista”.
-¿Qué balance hace de este cierre de listas que lo tiene otra vez como candidato a intendente?
-Se vivió con mucha naturalidad. Somos un equipo que venimos trabajando hace más de tres años en Mar del Plata, integrado por distintas fuerzas políticas que componen Juntos, o gente independiente. Y nos unen valores: el compromiso, la firmeza para defender a los vecinos, la honestidad y la austeridad. No hubo cuestiones conflictivas: tenemos un equipo que se pone a disposición del vecino y que puede responder de la mejor manera a las necesidades de la ciudad. Fue de los cierres más tranquilos que viví acá.
-¿Qué lo motivó a ir por un segundo mandato?
-Seguir transformando la ciudad. Salir del estancamiento. Que Mar del Plata sea la ciudad del sí y que sea fácil emprender, poner tu comercio. Esto es un proceso, faltan cosas muy importantes y se debe continuar. Mi compromiso por la ciudad es de por vida. Mi candidatura tiene que ver con buscar las mejores respuestas. La agenda no la marcan los gobiernos, sino la gente. Por eso hay que escuchar, ser austero, tener las cuentas claras y el gobierno a disposición para que se acerquen inversiones de todo tipo. Eso es lo que me motiva a seguir.
-¿Qué opina sobre el acuerdo Raverta-Pulti? ¿Lo esperaba?
-Creo que tiene que ver con una cuestión electoral. Es un acuerdo electoralista que se hizo a dos semanas del cierre de listas, no sé cómo les irá. Somos un equipo que viene trabajando tres años y medio, no pensamos en una elección. Hay otros que pueden pensar en una elección y se juntan para intentar ganarla.
-¿Por qué no se inclinó por alguno de los dos precandidatos presidenciales de Juntos?
-Yo apoyo un modelo, que es el de Mar del Plata. Que tiene que ver con los valores que nos unieron como equipo, con distintos espacios políticos: la UCR, el PRO, el socialismo, la Coalición Cívica, el peronismo no kirchnerista o Sumar. También hay gente que no viene de la política. Buscamos una visión de equipo para solucionar los problemas y, sobre todo, defender a los marplatenses.
-¿Cree que la interna nacional de Juntos puede repercutir a nivel local, con dirigentes de peso como Maximiliano Abad y Emiliano Giri en listas distintas?
-Acá lo más importante es el modelo Mar del Plata. Cada uno de ellos va a acompañar a los marplatenses de la mejor manera para seguir buscando soluciones y contrarrestar una cuestión específica de estos últimos cuatro años, como es la discriminación que sufre la ciudad. Son matices, pero los valores son los mismos. Hay que entender que es una interna, hay que desdramatizar. Es la elección de un candidato dentro de un espacio. Yo fui parte de una interna y hoy seguimos trabajando juntos. La interna es un proceso que dura un tiempo y punto. La importancia es otra y ahí tengo el acompañamiento claro de todo el espacio.
-¿A nivel provincial se debería haber evitado la interna considerando que el oficialismo va con candidato único? Distintos sectores de Juntos pidieron unidad.
-Es opinar sobre algo que no ocurrió. Y no soy un comentarista. Habrá una elección nacional y provincial para decidir un candidato. Yo tengo la certeza de que este modelo que construimos en Mar del Plata de trabajar pensando en los vecinos y la ciudad va a estar perfectamente acompañado por cualquiera de los que gane. Ya lo demostraron. Cuando ves cuestiones puntuales como El Marquesado, los dos candidatos a presidente fueron muy claros en su posición frente a una usurpación de tierras. También tengo muy claro que, con un gobierno de Juntos, la ciudad no va a sufrir discriminación como en estos últimos cuatro años.
-¿Y cómo revertir esta discriminación que sufre la ciudad?
-Somos el último municipio bonaerense en el reparto de fondos nacionales por cantidad de habitantes. En el presupuesto provincial había obras como la de la refacción de la Rambla que no se llevaron adelante ni el año pasado ni arrancaron todavía en 2023. Son datos objetivos de la realidad. No es que la plata es de la Provincia o la Nación. La plata es de los argentinos. Y Mar del Plata aporta, aunque sea que nos den lo que nos corresponde. Lo voy a plantear siempre: en la provincia, en Diputados, en el Senado cuando se discute el presupuesto. También voy a plantear la discriminación que sufre el interior con los subsidios al transporte. ¿Por qué el obrero paga cuatro o cinco veces menos el colectivo en el AMBA que acá, Córdoba o Mendoza? ¿Cuál es la explicación racional? No la hay. Y no se buscan cambios.
-Se habla de una elección de tercios entre el peronismo, Juntos y los libertarios. ¿Coincide?
-No soy analista. A mí lo que me sigue desvelando es cómo seguimos trabajando en Mar del Plata. No podría decirte si será de tercios.
-¿Cómo imagina que se desarrollará esta campaña electoral, en torno a qué ejes?
-Los vecinos saben cómo soy yo. No me puede hacer cambiar una campaña electoral. El vecino te pide una respuesta y vos no podés sacar el culo a la jeringa. Los ejes girarán en torno a seguir siendo lo que somos, no voy a mostrar algo diferente. Yo estoy del lado del que labura, del que se levanta a las cinco de la mañana, el que construye su casa, el que no toma terrenos. Está claro qué hizo cada uno en estos años y dónde se posicionó. Buscaremos una planificación estratégica de la ciudad, que tiene que ver con el trabajo, eventos todo el año, con tratar de evitar los palos en la rueda. Si cambio en la campaña, soy un mentiroso.
-En las últimas legislativas planteó que el adversario político era el kirchnerismo. ¿Piensa lo mismo para estas elecciones?
-Sí, absolutamente, el adversario político es el kirchnerismo. Por eso digo que esta es una interna de Juntos con matices, tenemos que tener en claro que nuestros problemas tienen que ver con estar todos unidos y pensar en un modelo de país, de provincia y de ciudad.
-Si hay un triunfo de Juntos y lo convocan, ¿aceptaría dejar la ciudad para ser ministro?
-Hay cero chances. Mi compromiso es con Mar del Plata. Es mi ciudad. No hay ninguna posibilidad de que me vaya. No me conocen los que plantearon que me podría ir.
-¿Qué desafíos avizora en caso de llegar a un segundo mandato?
-Hubo una parte del camino que se desanduvo: la inversión privada, desde la peluquería, el kiosco o el bar a una empresa que invierte 300 millones de dólares en el parque industrial. Hoy el 75% de los locales que se habilitan son en 24 horas, en forma inmediata. Esto hace amigable a la ciudad. Son las transformaciones que uno busca. Lo mismo con la construcción, con las modificaciones que se hicieron para que haya el 100% de empleabilidad en el sector y seamos la segunda ciudad argentina en metros cuadrados construidos detrás de CABA. Es clave pensar la articulación público-privada. No hay otro camino.
-¿Qué cuentas pendientes quedaron en estos casi cuatro años de gestión?
-Está claro que tenemos una deuda que tiene que ver con el asfalto. Lo veo con el auto. Ahora, ¿cuánto presupuesto necesito? Dos presupuestos municipales completos, equivalente a una ruta de acá a Salta ida y vuelta. Ahí está la realidad. Para eso necesitás inversión de la provincia y la nación, no alcanza con los fondos propios. Lo mismo que la mejora del espacio público o la seguridad, que me desvela. Se hizo mucho con el anillo digital, la incorporación de cámaras, botones antipánico, patrullas y coordinación. Yo tengo en claro que el enemigo es el delito. Y no voy a hacer una discusión política en torno a la seguridad, porque ahí está en juego la vida de la gente. Cuando nos sacaron 600 gendarmes reacomodamos las cosas para que eso no se sintiera. Y trabajamos todos juntos. El enemigo ahí no es la oposición política, es el delito, el delincuente.
-¿Evalúa cambios en el gabinete de cara a la segunda mitad de año?
-No es el momento. No es que no los evalúe. Mi compromiso es hoy con los vecinos. Si veo que alguien no está a la altura de las circunstancias para responder, eso se verá. Hoy no lo estoy pensando.
-En el primer trimestre la ciudad tuvo el índice más bajo de desempleo desde que hay registros. ¿Qué perspectivas hay para el resto del año, sin la incidencia de la temporada de verano?
-Una persona sin trabajo ya es algo malo. Las estadísticas marcan cuál es el camino: quitar trabas, buscar inversiones. Más del 90% del empleo en el municipio es privado. El resto es público. Después tenés el problema de que el trabajo no te alcanza porque la inflación te come el sueldo. Hay más gente que está buscando trabajo que el que mantiene uno. Los vecinos plantean que no les alcanza para fin de mes. Por eso, para el resto del año queda seguir buscando eventos los doce meses, seguir con el Distrito Tecnológico, los foodtrucks, los decks y la ampliación del Parque Industrial, que está quedando chico. El índice no se modifica con una sola cuestión. Los problemas con la inflación y la macroeconomía van a seguir.
El intendente Guillermo Montenegro señaló que está “en permanente comunicación” con Claudio Tapia, el presidente de la AFA, para avanzar en el acuerdo para remodelar el Minella con el objetivo de que se transforme en la casa de las selecciones nacionales de fútbol. Si bien no dio certezas sobre el inicio de las obras, señaló que la iniciativa “es tan importante para la ciudad que amerita esperar”.
-¿Cómo vienen las gestiones para que el Minella pase a ser la casa de las selecciones nacionales de fútbol?
-Estamos terminando de diagramar el acuerdo. Estoy en permanente comunicación con el presidente de la AFA. Es el único estadio municipal de Argentina. Y hay prioridades. ¿Estamos en condiciones de asumir algo que se construyó en el ‘78, se le puso unos pesos en el ‘95 y después no se hizo más nada? No podemos hacerlo a costa de la realidad que viven los vecinos. Tengo que ser muy cuidadoso, transparente con la guita. La mejor solución que encontramos fue hacer un acuerdo con la AFA para que sea la casa de las selecciones argentinas. ¿Está avanzando? Sí. ¿Me gustaría que avance más rápido? Por supuesto. Lo quiero tener listo para mañana. Hoy se están analizando los estudios técnicos. Después hay que entender los tiempos nuestros y los de la AFA. Es tan importante para la ciudad que amerita esperar.