La obra "Mi hijo solo camina un poco más lento" subirá a escena en la sala Payró. Es la historia de Branko, quien pierde movilidad día a día. El director habla de la imposibilidad de encontrar una fórmula para repetir el éxito.
Escrita por un joven dramaturgo croata, Ivor Martinic, “Mi hijo solo camina un poco más lento” subirá a escena a las 21.30 de hoy en la sala Roberto J. Payró del Teatro Auditorium, con dirección de Guillermo Cacace.
Es la historia de Branko, quien padece una enfermedad en la que día a día va perdiendo movilidad. ¿Cómo se inscribe esta situación en lo familiar? ¿Qué puede hacer él? ¿Qué pueden hacer los que lo rodean? En medio de esta realidad aparecen grietas por donde respirar otro aire.
El elenco está integrado por por Juan Tupac Soler, Paula Fernández Mbarak, Antonio Bax, Romina Padoan, Pochi Ducasse, Luis Blanco, Clarisa Korovsky, Aldo Alessandrini, Pilar Boyle, Gonzalo San Millán, Juan Andrés Romanazzi.
Se trata de una coproducción entre el Festival Internacional de Dramaturgia (Europa + América), Centro Croata del ITI (Instituto Internacional de Teatro I), Apacheta Sala Estudio. Con el apoyo de Eunic (European Union National Institutes for Culture).
La obra llega a Mar del Plata avalada tras seis años de éxito en el circuito del teatro alternativo de Buenos Aires. Para Cacace, vincular esta historia con el concepto de “fenómeno del off porteño”, tal como la describieron muchos entendidos, supone una apreciación a medias.
“Eso suena a pegada”, dijo, en alusión a las obras que alcanzan gran repercusión de taquilla por casualidad o por simple excepción.
“No es pegada, nosotros venimos trabajando desde hace quince años, y no producimos todos los años -dijo-. Un fenómeno tendría que ver con una pegada. El trabajo de tantos años permite generar un acontecimiento, una posibilidad de estar investigando, conociéndonos, renovando lugares de la confianza, esos marcos de mucha confianza son los que permiten arriesgarse”.
Consultado sobre por qué esta pieza alcanzó tal notoriedad, el director indicó que “no hay posibilidad de explicarlo”.
En el caso de poder explicar ese éxito, la estructura de la obra podría repetirse e incluso ensayar una fórmula parecida. “Esto (por el tipo de teatro que realiza) no tiene que ver con la tarea del productor, eso de saco la fórmula para repetirlo, tiene que ver con algo absolutamente artístico, ni siquiera nos interesan las fórmulas, lejos de querer sacar una fórmula la pregunta va no a la consecuencia de público, sino que renunciar a que haya una fórmula es renunciar a que haya un producto, si estuviésemos buscando la fórmula estaríamos tratando de armar un producto o una mercadería que pueda circular por el mercado”.
Cacace, quien está embanderado con el teatro independiente, remató: “El mundo artístico se caracteriza por lo contrario, la ausencia de garantías es lo que propone el riesgo artístico”.