Airbag se presenta este viernes en Gap. El menor de los hermanos Sardelli no oculta su pesimismo, habla del mundo actual y de su manera de resistir. Opina de los nuevos géneros musicales y cuenta cómo fue trabajar con Los Enanitos Verdes en la canción "Volver a casa".
La oscuridad de un mundo mercantilista y desigual se cuela en la letra de “Al parecer todo ha sido una trampa”, canción de Airbarg que da título al nuevo disco con el que desembarcarán en Mar del Plata. Este viernes, los hermanos Sardelli presentarán el flamante material en Gap, dentro de una gira nacional.
“Es un disco largo, que tiene muchas canciones y que tiene mucha energía”, definió Guido Sardelli y, en diálogo con LA CAPITAL, confirmó que el espíritu pesimista de esa primera canción resume su propia visión del mundo. “A veces se piensa que la crisis es solo económica y no. La piña no es solamente económica, es una piña de todo tipo”, dijo el músico.
“Vas camino a ser un animal”, canta el más chico de los hermanos. “Despertá, que no ves el horizonte / Sos la oveja o un maldito ser humano”, sigue.
“En el disco hay un poco del mundo en el que vivimos, un mundo interconectado, sin límites, sin regulación de ciertas cosas, adicto a la pornografía, con guerras y pandemias flotando. Creemos que vivimos en un mundo pacífico en el que los conflictos bélicos están superados, pero en realidad en los últimos veinte años se produjeron guerras y matanzas. Y, sin embargo, vivimos como en una fiesta de 15“, criticó el músico, quien encuentra motivación para sus letras a partir de aquello que ve que sucede.
“Soy súper negativo”, aclaró y enumeró aquellos fenómenos que lo preocupan como artista: “La pobreza sigue aumentando, las desigualdades siguen aumentando, los derechos de las minorías están mejor, pero en los barrios jodidos está más jodido todo. Veo que el que tiene más plata tiene más y el que tiene menos plata tiene menos. El marginal está más marginado, porque vivimos en una sociedad consumista”.
– ¿Cómo manejás la tensión en el mismo mundo de la música, en el que muchas veces también las bandas y los músicos son consumidos como si fueran mercancías?
– Somos parte del sistema, eso es inevitable. Yo cada día reivindico más el rock en un punto, cada día reivindico más a un Kurt Cobain. En cuanto a los géneros nuevos, son bastante más materialistas que el rock. El rock fue siempre una expresión de libertad y de romper con el sistema y eso, de alguna manera, a mí me encanta. Creo que es un espíritu que a mí me identifica y, por eso, estoy cada vez más a favor. Los nuevos géneros son bastante pro-sistema. Como músico, entiendo que las discográficas estén encantadas con las nuevas generaciones. Nosotros hacemos la nuestra, siempre hicimos la nuestra, de pendejos. Estamos acostumbrados a ir por nuestro lado, pero si vos me decís cómo me llevo con el rock, cada vez lo reivindico más, a pesar de ser críticos de un montón de cosas.
– A pesar de la crisis, los músicos anotan más estadios, las entradas de los shows se agotan. ¿Qué creés que está pasando? ¿Hay ganas de ver música en vivo?
– Los músicos, como el público, venimos de la pandemia. Fueron dos años en los que estuvimos limitados. Hay una expectativa de última posibilidad en la vida, que en un punto está buena. Estábamos acostumbrados a que teníamos todo y, cuando vino la pandemia, chau. Hay una euforia que está buena, es un lindo momento para salir a tocar.
– Acaban de lanzar la canción “Volver a casa” junto a Los Enanitos Verdes. ¿Cómo fue esa conexión?
– Es un cruce generacional que está bueno. Yo creo que los Enanos le aportaron al tema algo súper especial y es como la unión de dos generaciones, de dos públicos distintos y nos parecía copado. Los Enanos son una banda que tiene muchas canciones metidas en el inconsciente colectivo de todo el continente, son una las bandas más populares de México, de Estados Unidos. Ellos tienen canciones que son himnos.
– ¿Y ustedes tienen himnos?
– Yo creo que hay un par de canciones que las puede cantar un estadio sin nuestra presencia, eso es lo que le da carácter de himno: no se necesita que estemos nosotros ahí para que la gente la cante. No me gusta hacer autobombo, pero tenemos canciones de las que se hacen videos con cosas que no tienen nada que ver con nosotros y que son muy virales. Eso es porque ese tema tiene algo y lleva a que la gente se conecte. Han traducido canciones nuestras al hebreo, es increíble.
– ¿Cómo es la dinámica de la banda? ¿Quién o quienes escriben?
– Somos los tres bastante activos en todo y en la composición también. Somos una banda en la que creativamente funcionamos los tres. Cada uno compone en su intimidad, en su privacidad. Después, hay un día en el que nos juntamos en un estudio, en una sala o con tres guitarras, intercambiamos los temas, los temas de uno empiezan a ser intervenidos por otros y ahí se forma la identidad de la banda.