Se trata de un proyecto de la concejala Sol de la Torre, del Frente de Todos. También propuso no asignar roles por sexo biológico y llevar adelante una capacitación en cuestiones de género específica para quienes son parte del cuerpo coreográfico.
La Guardia Nacional del Mar fue creada en el año 1969 con el fin de promocionar a la ciudad de Mar del Plata. Desde entonces se ha convertido en un emblema que traspasó largamente las fronteras locales, llevando adelante su actuación en desfiles, eventos y Guardias de Honor por todo el país, para lo cual cuenta con un repertorio de más de treinta temas de origen nacional e internacional.
Presentes en cada acto importante de la ciudad, los hombres y mujeres que integran el cuerpo coreográfico -en su amplia mayoría mujeres- además de destacarse por la destreza y coordinación demostrada en cada una de las coreografías realizadas, resaltan entre la multitud por su belleza y juventud.
Esta situación fue advertida por Sol de la Torre, concejala del Frente de Todos, quien elaboró un proyecto de ordenanza que busca erradicar cualquier tipo de condicionamiento exigido para formar parte de la Guardia Nacional del Mar y representar así a la ciudad en otros puntos del país.
En primer lugar, y teniendo en cuenta la organización interna del espacio, De la Torre plantea en su escrito que el Ejecutivo “arbitre los mecanismos necesario para que la composición de la Guardia del Mar no segmente roles hacia adentro –según sexo biológico-, ni exija condiciones físicas y estéticas –en calidad de parámetros excluyentes- para ser parte de su conformación, incluyendo a las identidades diversas“.
Es que la edil destaca que, si bien la Guardia está compuesta por varones y mujeres, “las tareas son asignadas según sexo, siendo algunas exclusivas para cada uno. Así, hay un grupo coreográfico femenino, bastoneras femeninas y los abanderados son un grupo masculino“, indicó. En este sentido, y teniendo presente la ley 26.743 de Identidad de Género, De la Torre asegura que esta situación debería ser modificada.
Además, consideró necesario que el cuerpo coreográfico reciba capacitación en perspectiva de género, en el marco del cumplimiento de la Ley Micaela. “Si bien la Asociación de la Guardia del Mar no es parte de los poderes del Estado, en tanto representan a la ciudad y son parte de los gastos incluidos año a año en el presupuesto municipal, se debería tender a que quienes son parte de la guardia tengan una capacitación en género a cargo del Estado Municipal”, indicó.
En este sentindo, De la Torre destacó que el “departamento Ejecutivo se comprometió a impulsar la acciones que tiendan a erradicar toda forma de discriminación, a incluir a la plenitud de derechos a las diversidades sexuales y generar acciones de concientización en tal sentido”, acción que, aseguró, también debería verse reflejado en la “actualización y adecuación” del reglamento de la Guardia del Mar, que data de 1984.
“Avanzar en una actualización de ambas cuestiones, composición de la Guardia y su capacitación con perspectiva de género, no sólo es parte de una necesaria adecuación de las prácticas y costumbres de la Guardia del Mar a la normativa vigente, sino que además es el modo en que esta organización –que el Municipio financia a cambio de que represente a la ciudad en otros ámbitos de intercambio- puede dar cumplimiento al objetivo que da sentido al convenio, pero aggiornada a los tiempos que corren, que dan cuenta que Mar del Plata es y debe ser un destino turístico incluyente, diverso y respetuoso con los derechos de todas y todos”, cerró.