La Ciudad

Gremios docentes y gobierno se vuelven a sentar en paritaria el jueves

La gobernadora citó a los gremios docentes y reconoció parte de la pérdida de poder adquisitivo reclamada por los trabajadores de la educación bonaerense.

LA PLATA (Corresponsalía).- A dos semanas del comienzo del ciclo lectivo, los gremios docentes empiezan a torcer el duro brazo del Ejecutivo vidalista, que los convocó para este jueves a negociar el aumento salarial de 2017.

Como ya se sabe, el gobierno de la mandataria bonaerense quiere llegar con los maestros a un acuerdo similar al que arribó con los estatales en diciembre de 2016, que fue anunciado con bombos y platillos como si fuera un triunfo electoral: un incremento del 18% dividido en 4 cuotas trimestrales del 4,5%, con el compromiso de equiparar el crecimiento inflacionario en el caso de que este supere la cifra prevista para el trimestre.

Hace una semana, segundas y terceras líneas de ambos lados se reunieron en la sede de Economía, unos para ofrecer y otros para rechazar de plano la oferta, por considerarla insuficiente para la realidad y porque no contemplaba la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores que a principios del año pasado, habían firmado un incremento del 34,6% con el compromiso del gobierno provincial de sentarse a discutir un nuevo aumento si la inflación lo superaba.

La negativa de Vidal y sus ministros de honrar su palabra durante 2016, hace que esta negociación tenga como premisa recuperar los 10 puntos porcentuales que el Frente Gremial Docente asegura haber perdido, para después sentarse a negociar el incremento para este año.

Con esa prerrogativa de los docentes en mente, la gobernadora reconoció públicamente que tuvieron una pérdida de dos puntos en sus salarios de 2016, respecto del aumento inflacionario de ese período, atendiendo de esta manera la preocupación de Roberto Baradel (Suteba) y compañía, pero poniéndole un coto al reclamo que está muy lejos de lo que del otro lado pretenden.

Si bien las partes están bastante alejadas, la de Vidal es una muestra de buena voluntad en una negociación en la que los educadores, siempre tienen el toro por las astas, porque cualquier acción que ellos determinen tiene siempre el mismo fin: aulas vacías en el comienzo de clases.

Respecto a la oferta para estos doce meses, no cambiará de la que fue puesta sobre la mesa de negociación con los estatales y que fuera aceptada por estos. Si así lo hiciera, el gobierno bonaerense cometería un terrible error, ya que agregaría a los posibles conflictos, los que sus otros empleados le podrían generar por un tratamiento diferenciado con los docentes.

En ese sentido Vidal aseguró que “no está en discusión que los docentes tienen que ganar más, sé que el docente gana mal, pero nosotros no vamos a dar más aumento del que podemos pagar” y aclaró que “no van a perder contra la inflación. La oferta es la misma que aceptaron los trabajadores de la Provincia. Si la inflación es más, se pagará más y si es menos pagaremos el 18% igual”.

La mandataria buscó marcar la cancha al tratando de desalentar cualquier protesta que retrase el comienzo del ciclo lectivo, al sentenciar que la Provincia descontará los paros si los gremios recurren a esa modalidad de protesta, porque si bien “hay un derecho a huelga, también hay derecho a la educación y los paros le han hecho mucho daño. El Estado puede descontar esos días y poner esos recursos donde sea necesario”.

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