ATENAS, Grecia.- El Gobierno griego anunció el calendario para la construcción de campos cerrados para los refugiados en las islas del Egeo, que contarán con un régimen de entradas y salidas más abierto que el que había sido propuesto en primera instancia.
Ante el aluvión de críticas por parte de autoridades insulares y organizaciones internacionales, el Ejecutivo reculó en su política migratoria y finalmente optó por una especie de “tercer grado” en estos campos en lugar de un internamiento total.
A ello se sumaba el riesgo de no obtener financiación de la Unión Europea para un régimen de internamiento que podría violar las leyes de migración.
Aunque los centros estarán cerrados de noche, sus inquilinos obtendrán tarjetas que les permitirán salir durante el día.
La intención inicial del Gobierno de sustituir los abarrotados campamentos actuales también generó múltiples críticas de las ONG, que en varias ocasiones acusaron a las autoridades de centrarse exclusivamente en reducir los flujos migratorios en vez de proteger los derechos de los demandantes de asilo y promover su integración.
El Gobierno anunció que los nuevos campamentos en las islas tendrán una capacidad total de alojamiento de 20.000 personas.
Esta cifra está claramente por debajo de las 38.215 personas que, según los datos oficiales más recientes, malviven en los actuales campamentos, diseñados para tan solo 6.178 personas.
Según afirmó el ministro de Migración, Notis Mitarakis, en una entrevista a la radio privada Skai, la construcción de los nuevos campamentos empezará en marzo, y los refugiados se trasladarán allí en verano.
Una vez situados, los migrantes permanecerán en estas instalaciones por un periodo de tres meses, durante el cual se examinará su demanda de protección internacional.
El Gobierno anunció además que un decreto ley permitirá expropiar los inmuebles y terrenos necesarios para la construcción de los centros.
Esta medida es la respuesta gubernamental a la falta de interés por parte de particulares y municipios de alquilar propiedades al Estado para alojar a refugiados.
Según datos del Ejecutivo, tan solo 391 personas fueron deportadas a Turquía en todo 2019, mientras que en enero fueron devueltas 85. El Gobierno pretende alcanzar los 200 traslados a la semana.
El titular de Migración recalcó que actualmente viven en Grecia alrededor de 150.000 migrantes, de los cuales solo 40.000 obtuvieron ya el estatus de refugiado; el resto están pendientes de que se resuelva su solicitud de asilo.
EFE