Cultura

Grandes libros, pequeños lectores: “Para encontrar un tigre. La aventura de leer”

Gustavo Roldán nos alienta con este libro a seguir trabajando por los derechos de cada niña y cada niño a adueñarse de las palabras y de las historias que forman parte de su patrimonio cultural.

“Para encontrar un tigre. La aventura de leer”

Gustavo Roldán

Ilustraciones de Pilar Ortega

Córdoba

Comunic-arte

2011

Por Carina Curutchet (*)

Gustavo Roldán es, sin duda, un autor consolidado en la literatura argentina para niños. Sus cuentos del monte chaqueño, por mencionar solo un recorte dentro de su poética, se inscriben en la vasta y reconocida tradición de cuentos con animales y, a su vez, constituyen una referencia para numerosos autores que recuperan su legado y lo actualizan. Pensar su producción literaria en diálogo con su obra crítica constituye una propuesta enriquecedora para adentrarnos en el campo de la literatura para niños, reflexionar sobre nuestra tarea como mediadores de lectura y reforzar nuestro compromiso con las infancias.

“Para encontrar un tigre. La aventura de leer”, publicado en 2011, reúne 23 textos críticos en los que el autor nos invita a pensar en la relación entre oralidad y escritura, en la lectura, en la marginalidad de la literatura para niños dentro del sistema literario, en la tensión entre mercado y escuela, entre otras cuestiones. Estos temas se hilvanan a lo largo del libro, a veces como interrogantes que interpelan al lector (¿quién dijo que esas no son cosas para chicos?, ¿cuál es el papel del escritor?, ¿qué estamos haciendo mal?); otras, como afirmaciones contundentes que dan cuenta de su posicionamiento: “Creo que la literatura siempre es válida, a pesar de las buenas intenciones, no a causa de ellas. Las palabras, porque pueden acercarse a nombrar lo innombrable, siguen siendo un soporte de la dignidad y un arma eficaz para ayudar a cambiar el mundo”.

El título se recupera en el último texto y alude a la magia que siente un niño cuando lee por primera vez un libro y descubre letras en esas “pisadas de hormiga” y, más adelante, se da cuenta de que esas pisadas de hormiga “se convierten en las huellas de un tigre”. Esas letras pueden conducirlo a una aventura asombrosa, “siempre que no sea por obligación. Porque entonces no aparecen las huellas del tigre ni se oyen sus rugidos en medio de la selva”.

Las ilustraciones de Pilar Ortega, con sus trazos negros y su presentación a doble página, son sugerentes y nos invitan a descubrir figuras escondidas: en ellas encontramos al tigre, pero también garabatos que toman forma de personajes de cuentos, de palabras, de caminos que se entrecruzan, líneas que se superponen, espacios claros y oscuros que dejan blancos para seguir imaginando.

“Para encontrar un tigre” nos alienta a seguir trabajando por los derechos de cada niña y cada niño a adueñarse de las palabras y de las historias que forman parte de su patrimonio cultural: “Tal vez resolver esto no sea sino un sueño, una utopía, pero si bajamos los brazos y dejamos de soñar y de pelear para que los sueños se vuelvan realidad, entonces sí que habremos perdido la partida, y desperdiciaremos los tréboles y las abejas que tenemos”.

(*) Miembro de la ONG Jitanjáfora.


Para leer más recomendaciones literarias de textos infantiles y juveniles, consultar la sección Grandes libros, pequeños lectores de la ONG Jitanjáfora acá.

 

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