Una reseña sobre Leyra, libro de Pablo de Santis editado por Santillana.
Por Lucía Belén Couso (*)
La novela de Pablo de Santis, Leyra, publicada en 2018 por editorial Santillana, se centra en Leyra Simónides una chica de 14 años que vive junto a su abuela, en un pueblo de la provincia de Buenos Aires en el que sólo hay un colegio para terminar la escolaridad sin tener que irse a la ciudad, el Instituto Témpore para chicas.
Este lugar -que recuerda al Colegio Possum de El inventor de Juegos, la famosa novela del autor- propone una atmósfera de misterio en la que todo puede pasar: cuadros de mujeres con marcas de tinta en la cara, sótanos oscuros, pasillos y una directora exigente en constante vigilancia de sus alumnas, pero también, de lo que sucede en la vecina Casa Témpore, lugar donde también se desarrolla la trama, y morada de los fundadores del colegio.
Gracias a la insistencia de su abuela y contra su propia voluntad, Leyra se convierte en estudiante de dibujo y caligrafía de la institución. Rápidamente, se hace notar entre las demás alumnas por sus excelentes habilidades para el dibujo, lo que la hace ganarse una amiga, Julia, y una enemiga, Bastiana Libra. Ambos personajes serán parte de las aventuras que vive Leyra, una muchacha signada por su extraordinaria habilidad para las artes plásticas y por su inquebrantable curiosidad.
Como un reflejo de las florituras de la caligrafía dibujada por las alumnas del Instituto Témpore, esta historia nos mantiene enredados, hoja a hoja, entre el terror y policial, entre la novela de aprendizaje y la de aventuras, entre lo real, lo fantástico y lo extraño.
(*) Integrante de la ong Jitanjáfora.