Emiliano Giri reclamó ante el fiscal que el publicista Roberto Fiocca sea citado al declarar. Reconoció haberle entregado datos de allegados para inscribirlos en un supuesto programa oficial de empleo. Después aparecieron con contratos fraudulentos como empleados de Astillero Río Santiago.
En su declaración ante la Justicia, Emiliano Giri se mostró como víctima de un presunto engaño del publicista marplatense Roberto Fiocca, con quien -dijo- está dispuesto a carearse si se accede a su vehemente reclamo para que éste sea citado a declarar en la causa en la que se investiga un millonario fraude contra el estatal Astillero Río Santiago.
Según pudo saber LA CAPITAL, el ex presidente del Ente de Turismo de la comuna local apuntó sus cañones contra Fiocca a lo largo de todo su testimonio ante el fiscal de Delitos Complejos de La Plata, Jorge Paolini, en presencia de su abogado defensor, Héctor Granillo Fernández.
Si bien Giri admitió haberle entregado al publicista datos personales de una decena de allegados que “necesitaban laburo”, aseguró no saber que estos terminarían siendo utilizados para confeccionar falsos contratos laborales en el astillero para ocupar cargos que reportaban salarios de entre 20.000 y 30.000 pesos. Aclaró que, según tenía entendido, las copias de los documentos de identidad serían utilizadas para que sus titulares pudieran acceder a programas de empleo del Gobierno nacional. Estos datos resumen algunos de los principales pasajes de lo que Giri contó esta semana ante la Justicia platense tratando de desligarse de los delitos que se le imputan. “Yo sólo tuve intenciones de ayudar a la gente”, sostuvo. Sus acusaciones directas contra Fiocca ya habían sido mencionadas por el abogado Granillo Fernández, quien en una conferencia de prensa realizada anteayer, dijo que su cliente “cayó por incauto” y apuntó contra el publicista, íntimamente relacionado con la política. Según fuentes judiciales, en su declaración Giri -el único imputado en la causa que aceptó declarar- recordó que en el año 2013 él era el primer candidato a concejal por la lista de Udeso, que llevaba como candidato a diputado nacional a Francisco de Narváez. Según contó, en aquel momento recibió una llamada telefónica de Fiocca, a quien describió como un “publicista del Frente para la Victoria”. Si bien no lo mencionó ante el fiscal, pese a sus diferencias políticas, entre ambos existía una relación de amistad. Fiocca había actuado como el “operador” del proyecto de César Pelli para la ex terminal de ómnibus del cual Giri era su cara más visible como representante de la Corporación Roig.
Lo concreto es que en su testimonio, esta semana Giri comentó que en aquella charla Fiocca lo puso al tanto de que el Gobierno nacional pondría en vigencia “programas de empleo” con remuneraciones de hasta 4.000 pesos que podrían ser de utilidad para personas desocupadas que él conociera. Giri dijo que entonces se reunió con algunos allegados a él que, según sabía, necesitaban esta clase de ayuda. Hubo varios, en su mayoría militantes que lo apoyaban en la campaña, que sin dudarlo le entregaron sus datos personales y copias de sus documentos, explicó.
Cuando surgieron problemas
Según dijo, él mismo se ocupó de entregarle esa documentación en mano a Fiocca para que este realizara los supuestos trámites. Sin embargo los interesados en acceder al beneficio prometido nunca tuvieron novedades. Pero tiempo después comenzaron a surgir algunos problemas. Giri contó que al menos dos de las personas a las que “había tratado de ayudar” lo pusieron al tanto de que en la base de datos de la Anses figuraba que percibían sueldos superiores a los 20.000 pesos.
Algunos de los que le comentaron tener esta clase de inconvenientes fueron luego los testigos en cuyos dichos el fiscal Paolini se basó para formular la acusación. Uno de ellos fue Miguel Angel Rodríguez, un trabajador del puerto diabético, enfermo de cáncer que no sabía leer ni escribir, quien en su testimonio aseguró haberse encontrado, por intercesión de Giri, con un “hombre gordo, de unos 50 años, de anteojos” que le hizo firmar unos “papeles” para recibir 15.000 pesos y liberarse del problema que le significaba figurar en la Anses como empleado de Astillero Río Santiago ya que por ello no podía percibir su pensión.
Esta semana Giri habló sobre este caso y reconoció que cuando se enteró de las dificultades del “Indio” Rodríguez le exigió a Fiocca -a quien describió como “petiso, gordo, de anteojos”- que se hiciera cargo de resolver la situación. Fue así como coordinó entre ambos una reunión en el Puerto de la cual él no quiso participar.
Según pudo saber LA CAPITAL, durante la declaración de esta semana el fiscal Paolini se interesó en saber por qué razón Giri -como según él mismo lo reconoció- actuó como “intermediario” entre sus allegados interesados en acceder a los presuntos “planes de empleo” y Fiocca. “Fue un error, no esperaba que pasara esto”, fue su respuesta. “Yo sólo quise ayudar a la gente de buena fe, con un trabajo y un ingreso de 4.000 pesos”, dijo en otro tramo de la declaración. Para tratar de desligarse todavía más de la causa, el ex funcionario también aseguró no conocer a ninguno de los otros imputados y ni siquiera saber dónde queda el Astillero Río Santiago. Además, contradijo los dichos de algunos damnificados, quienes le habían contado que Giri había obtenido sus datos personales en circunstancias diferentes a las que él mencionó.
Por ejemplo, Jaquelina Campana había dicho que ella le había dado al empresario un currículum con la esperanza de ser cajera en su empresa, Ripsa, sin mencionar nunca los presuntos planes de empleo del gobierno. Por eso Giri ofreció carearse con Campana para aclarar este punto. Pero además reclamó que la Justicia cite a Fiocca para tener la oportunidad de enfrentarlo y que explique qué hizo con los datos de las personas que él entregó.