Arte y Espectáculos

Germán Tripel: “Es posible evitar la competencia en la pareja, trabajando el ego”

Este viernes hará, junto a su pareja Flor Otero, el musical "Los últimos cinco años" desde el Teatro Picadero, con transmisión por streaming. La obra cuenta la historia de una pareja de artistas y cómo afecta la relación el éxito de uno y el fracaso de la otra.

“Sufrimos mucho, como pareja, cuando uno tenía trabajo y otro no. La llegada de Nina nos transformó en un equipo”, reconoció el cantante y actor Germán Tripel, en el marco de una nota con LA CAPITAL, sobre la obra musical “Los últimos cinco años” que, justamente, cuenta la historia de una pareja de artistas, uno exitoso, la otra no.

Este viernes 11 de septiembre, junto a su mujer Flor Otero, interpretará la pieza desde el Teatro Picadero y la función se transmitirá vía streaming. “Es posible evitar la competencia en la pareja, trabajando el ego”, reflexionó el artista, sobre los puntos en contacto con la pieza que ya tuvieron la oportunidad de representar y que ahora marcará el regreso del musical a las tablas, aunque en un formato diferente debido a las restricciones por la pandemia de Covid-19.

Será la única oportunidad de ver esta función. Florencia y Germán serán los primeros actores de Latinoamérica en volver a pisar un escenario como actores de musical. Aprovechando el protocolo que permite a cónyuges actuar sin distanciamiento social, comenzaron a soñar este proyecto que ocurrirá en vivo y se podrá ver vía streaming en todo el mundo a través de PlateaLIVE.

La dupla trabaja con un especialista en el género, Juan Alvarez Prado, que ya dirigió la obra en tres exitosas versiones, proyecto por el cual Tripel fue nominado al premio ACE en 2010.

El maestro Hernán Matorra, otro gran exponente del teatro musical, estará a cargo de la dirección musical y de acompañar a los actores en el piano ese día desde la sala.

Apoyando el proyecto con una mirada estratégica sobre las posibilidades que ofrece el streaming y abriendo las puertas al público de toda Latinoamérica, se suma como productora Valentina Berger de “GO Broadway,” quien lidera el espacio de clases de teatro musical online.

El equipo trabajó codo a codo con Musical Theater International y consiguió la autorización para ejecutar la famosa obra pero en un hecho inédito para Latinoamérica también el permiso de streaming.

La historia de “Los últimos cinco años” explora una relación de cinco años entre Jamie Wellerstein, un novelista de ascenso, y Cathy Hyatt, una actriz poco exitosa.

El espectáculo utiliza una forma de storytelling en donde la historia desde el punto de vista de Cathy está contada en orden cronológico inverso (empezando la obra al final del matrimonio), y la historia del punto de vista de Jamie es contada en orden cronológico.

Sólo a mitad del relato se encuentran y generan el único número musical compartido durante el casamiento de los protagonistas.

La historia basa su relato en el desencuentro como punto de quiebre de la relación, claramente no hay amor que sobreviva a la distancia que imponen las enormes diferencias entre un artista pleno y uno que cada día se hunde más.

Para Germán y Flor esta obra fue la forma de volver a escena, en el marco de este parate que les pospuso numerosos proyectos: “Flor tenía dos películas, teníamos una tira que se estaba armando y le estábamos buscando la plataforma, yo tenía School of Rock, teníamos shows que se pospusieron para el año que viene y para el 2022, así que fue un proceso de pausa de todo lo que estamos haciendo, pero por suerte todo sigue en marcha y tenemos la confianza de que en cuanto las cosas empiecen a regularizarse, podremos, de a poquito, ponerlas en marcha”, sostuvo Tripel.

– ¿Cómo se dio la posibilidad de volver a hacer el musical en este contexto? 

– La generamos nosotros a la posibilidad, empezamos a pensar cosas que hacer, tratar de mirar hacia adelante. Lo que suele hacer el ser humano es enfrascarse en el problema, no sin tratar de solucionarlo, sino sin ver a futuro y es algo que nosotros practicamos mucho, entonces ante este “conflicto” empezamos a ver qué podemos generar durante y para el después y se nos ocurrió hacer esta obra. Al ser convivientes y al ver los protocolos que se venían aprobando en España pensamos en actuarla juntos arriba de un escenario. Ya la habíamos hecho en varias oportunidades, entonces hablamos con el director, nos comunicamos con la gente de Nueva York y gestamos el proyecto.

– ¿Cómo son los preparativos para la puesta con estas nuevas reglas de juego?

– Estamos ensayando vía Zoom, estudiando mucho en casa, pasando las canciones. Tuvimos la suerte de tenerla ya en gola, de haberla hecho, entonces quizás el acercamiento a la obra es mucho más rápido, más activo. Después tenemos un encuentro en el teatro y ya directamente la función. Lo que tiene de bueno es que como vivimos juntos pasamos la obra juntos, trabajamos las canciones juntos, mucho.

– ¿Cómo fueron trabajando, paralelamente el hilo argumental, la historia y cómo contarla? 

– Es una obra rara, en el sentido de que los dos personajes cuentan la historia de manera distinta, mi personaje la cuenta desde principio a fin y el personaje de Flor lo cuenta desde el fin al principio y básicamente está en las canciones y con las pequeñas intervenciones que tienen estos personajes, así que las trabajamos cronológicamente cada uno. A veces también ensayamos al revés, cambiando la cronología como para poder estar atentos a la historia.

– Como pareja han trabajado mucho juntos, ¿Cómo es en este caso componer a los personajes que están en un punto de quiebre de la relación que parece no tener retorno por el éxito de uno y fracaso del otro?

– Sí, tuvimos la suerte de trabajar juntos con Flor, de vivir y seguir trabajando juntos todo el tiempo. Genera una conexión muy clara, sobre todo en una pareja que se mueve en el medio artístico donde muchas veces uno tiene trabajo y el otro no y está buscando, después el otro tiene más trabajo y más proyectos y uno está más en stand by o los dos coinciden en uno y después uno tiene que dejar por otro proyecto. Es muy lindo poder trabajarlo, son cosas que nos han pasado en su momento. Lo hermoso de ser actores, poder encarnar situaciones que quizás no están cercanas hoy o que no están latentes pero que uno las vivió de alguna manera, puede acercar y generar ese conflicto, ese amor, esa situación en la cabeza, en el cuerpo y nos permite transmitirla a través de una canción. Es fantástico, es la magia que genera el teatro musical, el teatro en sí.

– ¿Es posible evitar la competencia laboral en la pareja? 

– Creo que es posible, hay varias etapas, creo que al comienzo de una pareja que se dedica a lo mismo o aunque se dediquen a cosas distintas y a uno le va un poco mejor o está logrando más cosas en su profesión que el otro, genera una especie de rivalidad, de competencia que está tintada también de amor y a veces es muy difícil poder dividirla. En la medida que va pasando el tiempo, los años, creo que se va curando y se va transformando en una especie de equipo que es lo que pasa hoy en día con nosotros. Nosotros sufrimos mucho en su momento cuando uno tenía mucho trabajo y el otro no, la llegada de Nina nos generó otra visión de las cosas y nos transformó básicamente en un equipo. Si a uno le va bien a los dos nos va bien y así sucesivamente.

Sí creo que es posible evitar la competencia pero tiene que estar aparejado un trabajo con el ego, familiar, mental, personal que muchas veces y casi siempre es imposible, tiene que ver con otras cosas. Si se trabaja se puede revertir.

– ¿Evitan los desencuentros en la pareja por los temas laborales?

– Básicamente hay que vivir los desencuentros cuando suceden. La verdad, que sucedan es hasta natural. Nuestro secreto básicamente es, cuando pasan, hablarlos, disfrutarlos, en el buen sentido porque muchas veces es incómoda la discusión, la bronca, o el no encontrarnos. Nosotros tenemos formas muy distintas de concebir el trabajo, de armar nuestros proyectos, de encarar una obra o un personaje y cuando no logramos ponernos de acuerdo, básicamente, lo que hacemos es tratar de llegar a un gris que hace que podamos seguir avanzando hasta poder entender lo que el otro propone. Básicamente el secreto es escucharse, bajar un poquito las ganas de ser el líder y estar presente en lo que el otro propone.

Nina, el sol y la luna

Versátil y multitasking, Florencia Otero publicó, en plena cuarentena, su primer libro de cuentos. Se trata de “Nina, el sol y la luna” (editorial Nazhira), que cuenta con un IQ a una canción de cuna que la autora realizó especialmente para acompañarlo.

El libro está ilustrado por Caru Grossi y la canción cuenta con la dirección musical de José Teixidó.

El proyecto original de Otero es realizar 11 cuentos, uno para cada nieto de su mamá. Nina, su hija, es la nieta número 11.

Nina, el sol y la luna fue el primero que la editorial decidió publicar. Junto a los que permanecen inéditos, fue escrito durante su embarazo, al igual que la canción.

La publicación fue uno de los proyectos que pudo seguir su curso natural a pesar de la pandemia.

La historia cuenta el enamoramiento entre el sol y la luna, cómo cuando se extrañan se encuentran en un eclipse y cómo el sol y la luna hacen el esfuerzo de estar separados para que todos podamos vivir normalmente.

Mirá el video de la canción de cuna de Nina, el sol y la luna:

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